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Zaragoza, Aragón, Spain
Sindicalista de UGT Zaragoza entre 1977 a 2006. Periodo en el que fue uno de los refundadores de UGT Zaragoza, Sº de Acción Reivindicativa de UGT Zaragoza, Sº General de UGT en General Motors España, Presidente del Comité de Empresa de GM España, Sº General de UGT Metal Zaragoza, miembro del Comité Confederal de UGT y formó parte del Comité Europeo y Mundial de General Motors .

viernes, 19 de febrero de 2016

La política está con Sánchez



En la compleja situación que se encuentra el país, por la dificultad de formar un gobierno que responda a los intereses de cambio y superación, expresados por las españolas y los españoles  en las urnas el 20-D; se están configurando dos formas de actuación política totalmente contradictorias. Un bloque para mí de buena fe con los electores, de PSOE-C´s que quiere gobernar España sin más dilación; con otro partidista menos leal de PP-Podemos que lo desean impedir. Así, hacen todo lo posible para que no se pueda pactar un nuevo ejecutivo, buscando que las elecciones se tengan que repetir en junio, porque piensan que obtendrían mejores resultados. El Partido Popular lo hace como última esperanza para poder volver a gobernar. Podemos (PO) intenta hacer realidad su sueño de sobrepasar al Partido Socialista, quedando como primer partido de la izquierda, siendo Pablo Manuel Iglesias el líder de la oposición.

Sin embargo, nada de eso va a ocurrir. En los dos meses desde las elecciones, Mariano Rajoy se ha quedado noqueado y fuera de la carrera electoral, siendo hoy un líder quemado y amortizado que en su propio partido quieren retirar. Debido a que, ninguna otra formación lo quiere a su lado para gobernar, por su negativa política de siempre, su grandioso error de no presentarse al acto de investidura que el jefe del Estado le encomendó, por el elevado nivel de corrupción que al PP corroe. Para Antonio Elorza: “No es ya la corrupción en un partido, sino un partido hecho corrupción”. El caciquil feo gesto de Rajoy al no querer estrechar la mano que Pedro Sánchez le había tendido delante de la prensa, fue suficiente para demostrar el carácter vengativo de ese personaje.

Pero como la mala hierba, el mal político se extiende. Y así, caído Rajoy; en el PP, la derecha, las Ibex, quieren llevarse por delante a Pedro Sánchez también, porque la piedra en el zapato de su derogación de la reforma laboral les duele y se la quieren quitar. Si bien, hoy la política con mayúscula está con Pedro Sánchez, siendo el mejor situado para encarar esas hipotéticas elecciones en caso de convocarse. Por su total entrega a formar el gobierno que el Rey le ha encomendado, dando la imagen renovadora que se necesita, proponiendo una política progresista y reformista de la que los españoles se pueden fiar. Según Bill Gates: “Sólo el socialismo puede salvar al mundo; el sector privado es inepto”. 

El caso de PO es singular. Al final se hacen realidad los peores pronósticos que sobre su líder yo tenía, al demostrar con total claridad que su ambición personal lo ciega haciendo imposible que se pueda gobernar con él. Solo es un pequeño matón al que los estimables resultados electorales que obtuvo le han nublado la mente. Ya se considera que es el vicepresidente del gobierno con más atribuciones que las del presidente, sin que nadie lo haya designado. Lo quiere todo para él, la vicepresidencia, el control del CNI, el CIS y el BOE, no dejando casi nada para los demás. Él se ha nombrado e instalado en ese cargo, dando la apariencia de que él será el verdadero presidente del gobierno, siendo Pedro Sánchez su mandado a todos los efectos. Otra auténtica bufonada.

¿Pero que locura es esta? ¿Este irresponsable e inepto político de donde ha salido? ¿Cómo es posible que la gente no se de más cuenta de las malas andanzas de este individuo? Ha pasado de la extrema izquierda, al populismo y la demagogia, quedándose en ese estado hasta que los españoles no lo terminen de descubrir. Moisés Naim acaba de escribir: “El demagogo es quien predica doctrinas que sabe que son falsas a personas que sabe que son idiotas”.

Con esas formas de proceder, pronto la coalición electoral de PO y sus socios catalanes, valencianos y gallegos, se dividirán en al menos cuatro opciones diferentes y enfrentadas entre sí, como en la ultraizquierda ocurre siempre. Ya lo están mucho, porque no tiene ninguna explicación convincente el que PO no haya nombrado aún la comisión negociadora, que se ha de sentar con la del PSOE para negociar y pactar los entresijos del gobierno que se pretende. ¿Acaso Pablo Manuel no se fía de nadie y teme que él diga una cosa en los medios y sus negociadores pacten otra diferente en la mesa?

Yo diría más. Actualmente, PO no está preparado para negociar ni para gobernar. Si lo hiciera se rompería internamente. Han sido tantas y tan bárbaras las descalificaciones que sobre la política y los socialistas han dicho, que sin el tiempo necesario no se pueden enmendar, sin que se rompan hasta los platos de la cocina. Lo que hace pocas fechas era muy malo, de pronto no se puede entender como muy bueno. Asimismo, el gobernar desgasta y no gusta. Por lo tanto, creo que ese partido de un espectáculo mediático irá a otro, pero sin asumir ningún tipo de compromiso y responsabilidad. ¿Se beneficiará el PP de todo esto? Por supuesto que sí, ya lo está haciendo, porque por culpa de sus dirigentes los votos de PO van a resultar ser inútiles. Votos tirados por el estanque del populismo y la demagogia, que no van a servir para quitarle el gobierno a la derecha, ni para conseguir avances sustanciales. Que todo esto se valore, si es necesario volver a votar.

Además, con la perspectiva de nuevas elecciones, PO no querrá cambiar de repente su discurso ni su programa para formar gobierno, porque en esas posibles elecciones perdería gancho electoral. El PSOE dice: “Iglesias se ha pasado de frenada” al pedir tantas prebendas para sí. Aunque hay que saber, que los radicales cuando hay que frenar siempre aceleran, por miedo a que sus fieles los tachen de haber cedido. Quieren parar acelerando y se estrellan contra la pared. Sí fuera así, quedaría alguna pequeña posibilidad de entendimiento con los socialistas. 

El Partido Socialista y Pedro Sánchez, parecen estar interesados en llegar a un acuerdo con Ciudadanos, que puede estar cerca de conseguirse. Y a otro pacto con PO, sin que ambos sean incompatibles entre ellos y con el programa del PSOE. Este segundo, si se alcanza será en el último momento, pero con la intransigente postura de PO, dudo mucho que se pueda lograr. Quizá sería factible si como el historiador Santos Juliá dice: “Si Podemos evitara alguna nueva payasada”.

Iglesias no quiere que Sánchez llegue a ser Presidente del Gobierno ni tan siquiera un día, dado que como líder de la izquierda se fortalecería mucho más, quedando él detrás suyo... para la eternidad. 


19.02.2016                                                              Fernando Bolea Rubio
                                                                         Sindicalista

viernes, 5 de febrero de 2016

Líderes de futuro



Lo nunca visto ha ocurrido. El día 22 de enero (22-E), en la primera ronda de consultas, el Jefe del Estado encargó a Mariano Rajoy la formación del nuevo Gobierno, para que como es preceptivo se sometiera a la investidura en el Congreso de los Diputados; y lo inimaginable sucedió, dado que el ganador de las elecciones declinó hacerlo, alegando no tener los apoyos suficientes. Pero, por eso no se retiró dejando que otra persona del Partido Popular o de otro partido lo pudiera intentar. Todo lo contrario, no fue ni para adelante ni para atrás, dejando en entredicho el papel de las instituciones del Estado y de la propia Corona.

Como hay políticos cobardes y valientes. A Rajoy,  posiblemente le influyó el temor de encarar el debate de investidura que sabía que iba a perder y, además, su falta de capacidad para ganarlo dialécticamente, con lo que hubiera dejado en buen lugar a su formación, aunque la votación le hubiese sido negativa. Si ha sido principalmente por estos motivos, Rajoy -del que intuyo que no volverá a gobernar-, no podría acabar su carrera política de peor manera. Sin la mayoría absoluta de los últimos cuatro años, que le permitió hacer lo que le venía en gana, imponiendo su política sin dialogo, por lo que se echó a toda la oposición encima; viéndose ahora  abandonado por los partidos al negarse a pactar con él.

En mi opinión, lo que le pasa se lo merece, después de la legislatura tan desastrosa que se ha padecido, sobre todo por las clases baja y media. Su fracaso político se refleja, en que podría ser el único presidente de la democracia que solo habría gobernado una legislatura. Siendo una vergüenza para él, porque todos los presidentes aspiran a permanecer como mínimo dos. En el PP se comenta: “Rajoy esta muerto y solo un milagro lo puede salvar”. 

Sin embargo, el 2 de febrero (2-F), en la segunda ronda de consultas, en mucha gente renació la ilusión, puesto que el Rey dispuso que fuera el socialista Pedro Sánchez, el que formara el Ejecutivo; lo cual fue aceptado por él con sumo agrado y claridad de ideas como se pudo ver. Así, en medio de tanta incertidumbre, se rompió el bloqueo institucional debido al rechazo de Rajoy; abriéndose paso la negociación entre los partidos, que es la mejor solución que puede haber. Durante la misma, los nuevos políticos tienen la oportunidad de demostrar su valía y Pedro Sánchez el nivel de estadista que se le supone y que el momento requiere. Con el resultado electoral (PP: 123 diputados, PSOE: 90, Podemos: 42 con las mareas 69, C´s: 40, IU-Unidad popular: 2), es muy difícil formar en el Parlamento una mayoría de diputados que permita gobernar con estabilidad. Por lo que en estas condiciones, surge la pregunta: ¿Para el Partido Socialista es mejor gobernar o seguir en la oposición? Un sindicalista socialista como yo no tiene duda, es mejor gobernar que no hacerlo. Ahora bien, no de cualquier manera.

Sí, desde la concepción de un gobierno progresista reformista, como el PSOE propone. Y no,  gobernando la izquierda con la derecha del PP, ni en esa llamada “gran coalición” que formarían el PSOE, PP, C´s. Locura esta, que hace las delicias del Partido Popular, del diario EL País, las empresas del Ibex, la derecha mediática, y de infinidad de poderes ocultos. Todo un conglomerado de personas que las une los intereses inmediatos, si bien a medio plazo piensan poco, porque con esa operación todos esos partidos estarían gobernando y el partido líder de la oposición sería Podemos. Asimismo, cuando esa coalición perdiera fuerza electoral o fracasara, la única alternativa de gobierno disponible sería el líder de la oposición, pudiendo dar ya por seguro que Pablo Iglesias sería el siguiente presidente del gobierno. 

La tarde del 2-F fue rica en acontecimientos políticos, de los que se pudieron apreciar dos reacciones muy diferentes. Una negativa protagonizada por Rajoy e Iglesias y otra constructiva y esperanzadora de Rivera y Sánchez. El primero, se va a quedar agazapado sin hacer ni ceder en nada, siguiendo con la cantinela de ser el partido más votado (aunque no pueda formar gobierno) y de la “gran coalición”, a la vez que espera que Pedro fracase para él tener alguna oportunidad en unas nuevas elecciones.

Iglesias, fue tan patético como Rajoy. Realizó una rueda de prensa a destiempo y sin saber lo que le pertenecía, por hacerla antes de la del protagonista del momento, Pedro Sánchez, con el fin de robarle cámara y protagonismo. Sacando su mejor pose de come niños, con un tono bronco y faltón. Finalizando la primera ronda de consultas, lo que el día 22-E hizo aún fue peor, debido a que sin decirle nada a Sánchez y mientras este estaba con Su Majestad, presentó a la prensa una propuesta de gobierno donde él se postulaba como vicepresidente del mismo, guardándose para sí cuatro ministerios más. Dando a entender que lo único que les importaba eran los sillones. Con la novedad actual, de que el nuevo bloque o “pinza” PP-Podemos apremia hoy para que la investidura se vote dentro de quince días, en vez de un mes. Pedro Sánchez ha lanzado a los socialistas la siguiente directriz: “Cuando veamos desplantes, arrogancia o propuestas inasumibles, respondamos con respeto”. 

Rivera, dio un mensaje constructivo y colaborador. Y Pedro, expuso un discurso político-social atractivo que me gustó mucho, en línea con las pautas de lo que será su intervención en el debate de investidura. En consecuencia, yo percibí a dos líderes de pasado: Rajoy e Iglesias, este último por demostrar con sus actos que está inmaduro para la política. Y a dos líderes de futuro: Rivera y Sánchez, que pueden llegar lejos si siguen como van. Aún diría más, un gobierno de centroizquierda compuesto por el PSOE y Ciudadanos, dejaría al PP en la extrema derecha y a Podemos en la extrema izquierda, situándolos en las franjas ideológicas que de momento, realmente les corresponden. La política española se clarificaría mucho.

Se comenta que Pablo Manuel Iglesias y Podemos no quieren pactar con el Partido Socialista, porque su fin es sobrepasarlo. Pues bien, que lo intenten y que se pongan a la cola, porque lo mismo han deseado otros partidos durante muchos años y todavía no lo han conseguido, ni lo conseguirán. Izquierda Unida soñó con esa posibilidad, intentándolo con más ahínco que nadie. Sin embargo ahora, basta con mirar donde están ellos y el PSOE.

Según El País, las últimas palabras de secretario general, Pedro Sánchez, en el Comité Federal del 30 de enero fueron: “No pactaremos con independentistas, ni haremos un gobierno de coalición con Podemos”. El primer triunfo de Pedro va a ser la caída de Rajoy. Él dice que “para poder hay que querer” y como Cervantes “a cualquier mal el buen ánimo repara”. Ha prometido “más y mejor empleo”. Se ha dicho que el “paso dado por Sánchez es inteligente y valiente”. Quiere hacer un gobierno sensato y socialdemócrata. Ha hecho dos afirmaciones rotundas: “Yo voy en serio... Esto empieza bien”. 


5.02.2016                                                                               Fernando Bolea Rubio
                                                                            Sindicalista