Sin crecimiento económico el desastre se incrementa. Las soluciones políticas duran dos días. La salida de la crisis se retrasa y sin un revulsivo, no verá la luz en la próxima década. Mientras, millones de europeos sufren: el desempleo, las carencias de vida, los límites salariales, la estrechez más absoluta. ¿Dónde esta la Europa social que conquistamos? ¿Por qué los europeístas toleramos tanta desfachatez política?
Sin embargo, el padecimiento no es igual en todos los países. Alemania, como la caja fuerte y la gran inquisidora política del euro, de la mano de Angela Merkel, aplica los dictados en recaudación como en política económica del Deutsche Bank y el de los mercados financieros, imponiéndolos en el Banco Central Europeo y en el resto de la eurozona; con una virulencia misteriosa en los países periféricos como España. A cambio, los mercados especulativos devuelven el favor a la Canciller, pagándole magníficamente su servicio de cobradora bancaria de la deuda soberana de los países del sur que, en mi opinión, es a lo que principalmente se dedica.
En consecuencia, en estos días los alemanes han pagado los intereses de su deuda a diez años al 1’77%, los italianos con un 7,4% (5,63% más), los españoles a 5,84% (un 4,04% más caros). Para el catedrático Santiago Carbó: “La especulación afecta tanto al bono español al alza como el alemán a la baja. Los intereses alemanes deberían estar en el entorno del 2% y los españoles en un 4%-4,5%” (un 2% más, no un 4% como ahora). Para quien la prima de riesgo española debería estar en los 200-250 puntos básicos, no rondando los 400 puntos (hasta 479, con una rentabilidad del 6,60, el día 15) sobre el bono alemán.
¿La señora Merkel puede explicar las razones de este diferencial que castiga injustamente a nuestro país, cuando aquí se paga la deuda y no hay motivos económicos para ello? ¿Puede aclarar a la vez, por qué esos mismos mercados no especulan con la bastante mayor deuda pública alemana, por mucho que sea el potencial económico que esta nación disponga? Si tal como demuestran el fin de los mercados es especular, ¿por que lo hacen con todos los países menos con ellos? Pasados temporalmente los focos griegos e italianos de la posible intervención, la especulación financiera y bancaria se está cebando con España. Así, ¿la Canciller utilizara su influencia, para atajar la sangría a la que se nos somete?
De todo esto, Angela Merkel no puede dar ninguna contestación razonable, dado que ella contribuye con su oscura política de no enfrentarse a los mercados, a generar este dislate que hunde al sur y florece al norte. ¿No hay aquí gato encerrado? ¿No estamos ante otra descomunal estafa económica, que al igual que con las hipotecas basura, los economistas neoliberales proclives a la banca, no detectan o no quieren desvelar? Se ha de tener presente, que con los altos intereses de la deuda soberana, las entidades prestamistas obtienen suculentas ganancias. En nuestro caso, en gran medida la banca alemana y la propia de lo que les paga España. Así pues, con lo que nos roban con los altísimos intereses, los españoles trabajamos para hacer asombrosamente ricos a los bancos de medio mundo.
Aunque lo peor no es el castigo en la prima y por ende en los intereses a pagar. Lo totalmente irracional es, la exigencia de inspiración angelical y azote sureña, de alcanzar en la eurozona el objetivo de un déficit público del 3% en 2.013, de 2,1% en 2014. En España es ya un clamor, el que se deben renegociar los plazos de devolución de la deuda pública. Cándido Méndez ha declarado: “Rubalcaba ha dicho algo de una gran importancia, al manifestar que se comprometía a plantear el retraso en el déficit público del 3% del 2013 al 2015, porque es un tema fundamental para conciliar la lucha contra el déficit y la reactivación económica”. A pesar de lo cual, esta propuesta no ha sido suficientemente valorada por los analistas políticos, cuando es fundamental.
Evidentemente, esa tiene que ser una de las principales vías de superación de la crisis, si bien el plazo debería ser mayor. El 6 de octubre yo ya había escrito, que se tendría que haber pactado un plazo mínimo de corrección del déficit de quince años, renegociándose ahora otras condiciones de pago. Si por ejemplo se adquiere una hipoteca a pagar en 20 años, el banco no puede cambiar de criterio unilateralmente y obligar a amortizarla en tres. Este abuso es el que están perpetrando vergonzosamente los mercados del mal, con el beneplácito político denunciado.
Según el ministro Ramón Jáuregui: “En el mundo casi nadie ha hecho una reducción de gasto publico de seis puntos del PIB en dos años, ¡60.000 millones de euros!” Desorbitante cantidad que a España se le ha obligado a reajustar, para ir alcanzando el porcentaje de déficit público establecido. Dándose la circunstancia, de que por la alta carga del pago de la deuda: el dinero público está agotado, las arcas del Estado vacías, con la actividad económica y el consumo en baja incidencia. En la actualidad, la deuda pública española es de 680.000 millones de euros, una de las más bajas de la Unión Europea. La cual no justifica, que por ella se este llevando al país a las puertas de la recesión.
Felipe González dice: “Lo primero que hay que pensar es en gobernar a los mercados, no que los mercados gobiernen la política”. Así ocurre hoy. ¿Pero Angela Merkel piensa lo mismo? Puede ser que no, e incluso puede ocurrir, que ella se este sirviendo de los mercados, para al alimón generar en determinados estados una depreciación económica calculada, como justificación para en su día catalogarlos como de segunda clase; en una Europa a dos velocidades, que sin duda las finanzas gobernantes y el eje Franco-Alemán pretenden implantar. ¿Y si esto ya se estuviera haciendo con España? Sin un buen motor económico, se tiene menos influencia política. Si se va ahogando expresamente el capital público de una nación, se llega a manejarla con suma facilidad, como ya nos sucede.
La ya casi canciller europea ha dicho, que España seguiría en la primera velocidad. Pero, ¿En que España está pensando? ¿En la que desde tiempos remotos, tiene dibujada con un 20% de reducción de los salarios, con incrementos salariales basados en la productividad perdiendo poder adquisitivo, con convenios sin cláusulas de revisión salarial, un Estado del bienestar cochambroso, dedicados en hacer la cama a los alemanes, cuando vienen jubilados o de vacaciones? Esta mujer no sabe que en España hay poco dinero pero mucho talento, o quizá lo sabe y le teme.
Con todo, ¿acaso estamos ante la aspiración de un incipiente plan de sometimiento económico alemán, del norte hacia el sur, con Alemania como nación guía y estados satélites dominados a su voluntad? ¿De la idea de una Alemania europeizada..., se esta forzando llegar a una Europa económica alemanizada? Podría suceder. Por mi actividad sindical en Opel, conozco bastante el carácter alemán y puedo asegurar, que sintiéndose los más fuertes como en realidad lo son, no se van a conformar con jugar un papel más en una Unión Europea igual. Esto es evidente. Su falta de carismáticos líderes políticos europeístas y su signo de opulencia, de cabezas cuadradas, les puede hacer revivir ligeras aspiraciones de superioridad. A este país lo admiro, por otras muchas cosas.
Si no se realiza definitivamente, una política económica y fiscal coherente; la Unión Europea puede derivar en anomalías indeseables y llegar a desaparecer. Felipe González, que en este sentido es una autoridad, sigue insistiendo: “Parece inútil recordar que hace 20 años negociamos un Tratado de Unión Económica y Monetaria, no una Unión Monetaria y 17 políticas económicas y fiscales diferentes y divergentes”. Si se va cada vez peor, urge tomar decisiones políticas coherentes y valientes para invertir radicalmente la tendencia.
Principalmente por culpa de la señora Merkel, Alemania esta llevando a la penuria al resto de sus socios comunitarios. Ya no solo del sur, porque con el encarecimiento reciente de sus primas de riesgo, ni Francia, Bélgica, Austria, se salvan ya de las garras de los especuladores. Para el diario El País: “La crisis de la deuda soberana golpea ya a 12 de los 17 países del euro”. ¿Hasta donde se piensa llegar, para buscar el remedio? Los países de la eurozona, no pueden seguir viviendo con el temor continuo de que en cualquier momento los pueden intervenir.
El presidente americano, Barack Obama, acaba de declarar que la crisis del euro es un problema político, no técnico. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha manifestado que la Unión Europea se plantea la creación de eurobonos, como receta para reforzar el gobierno económico. Lo que está bien, pero tiene escaso valor, porque el poder político real del euro lo ostenta Angela Merkel, con su fiel asistente Nicolas Sarkozy.
Es muy grave todo lo que está pasando y los europeos necesitamos una explicación convincente. Los especuladores van llevando al viejo continente a la bancarrota más atroz y no se puede seguir pasivos por más tiempo. Así que, descubramos de una vez los juegos, enumeremos a los culpables y pasemos a la acción. Entre otras cosas, debido a que con los alemanes hay que negociar con fuerza y autoridad, con ellos los débiles lo pasan mal. Es necesario fortaleza argumental y dureza de criterios. El que se acerque a ellos suplicando, llorara su equivocación. ¿Sabe esto Mariano Rajoy?
Tenemos derecho a pensar mal. Ya han caído cinco gobiernos. Tal como actúan en este caso, yo no me fío de los alemanes. ¿Por qué no dan de una vez facultades al Banco Central Europeo, para que con los eurobonos anunciados, preste el dinero directamente a los gobiernos y no a través de los bancos, para que después estos hagan negocio comprando deuda pública a los Estados, con un diferencial favorable de al menos cuatro puntos, en nuestro caso? Si Merkel tiene problemas internos que se imponga o dimita, no necesitamos políticos dúctiles. Un catedrático interesado afirma, que el tiempo de los políticos ha pasado. Que osada es la desfachatez. La economía española esta estancada. La falta de consumo estrangula la economía local. La crisis europea se ha convertido en “sistémica” (que afecta a un organismo en su conjunto).
Se acerca el partido popular y la prima de riesgo no para de subir. Se nombran Presidentes de Gobierno sin elecciones. Tecnócratas sustituyen a políticos. El canciller Gerhard Schröder (SPD), tenía en baja estima como política a Angela Merkel, quizá estuviera en lo cierto. Los alemanes quieren el mercado europeo para comerciar, si bien les cuesta integrarlo. El Ministro de economía será el que digan los mercados. Con la derecha la crisis durara cuatro años más. Hacen falta políticos valientes y firmes con el capital. Que no decaiga la moral.
La secretaria general popular, Dolores de Cospedal, acaba de decir: “Algunos, los que no se han quejado nunca hasta ahora, van a protestar mucho cuando Rajoy diga todo lo que hay que hacer”. Refiriéndose al “programa oculto del PP” y a los sindicatos. Como la doctrina de la derecha siempre ha sido, ocultar la verdad a los electores de la clase oponente; siendo de personas provocadoras insultar, las palabras de esta intrépida dirigente no merecen consideración. De todas formas mal empiezan, al demostrar que le tienen temor a las organizaciones sindicales, hecho que me gusta; aunque habrá que recordarles que los sindicatos son los trabajadores y las trabajadoras del país, precisamente organizados para defenderse de mentalidades como la suya.
A la mayoría de los afiliados a los sindicatos no les gusta el gobierno que el 20-N va a salir. No obstante, como consumados demócratas los sindicatos respetarán y defenderán la voluntad del pueblo, no cambiando desde la calle lo que los ciudadanos han decidido en las urnas. Que lo sepa esa mujer. Aun así, tendrán que preparar las trompetas, para tocar las mañanitas, en caso de necesidad. Con la crisis, la derecha ha logrado acobardar a la gente, mas no lo conseguirán del todo. Quedamos muchos, ¿te sumas tú?
16.11.2012 Fernando Bolea Rubio
Sindicalista