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Zaragoza, Aragón, Spain
Sindicalista de UGT Zaragoza entre 1977 a 2006. Periodo en el que fue uno de los refundadores de UGT Zaragoza, Sº de Acción Reivindicativa de UGT Zaragoza, Sº General de UGT en General Motors España, Presidente del Comité de Empresa de GM España, Sº General de UGT Metal Zaragoza, miembro del Comité Confederal de UGT y formó parte del Comité Europeo y Mundial de General Motors .

jueves, 29 de diciembre de 2011

Y los empresarios reales... ¿Dónde están?

Recordando a Molière, ésta es la crisis de los empresarios imaginarios y los trabajadores a palos. Porque claro, empresarios verdaderos de esos de ver y criticar -a veces hasta sin razón- no se divisan. Si existieran, crearían algún empleo y con tanta crisis algo dirían. Eso sí, se conocen las patronales, esos señores (allí no hay señoras) cuyo fundamento en la vida es ir contra los trabajadores, aunque en su empeño estén hundiendo los negocios.

Así que, para llevar un poco de luz a las relaciones laborales y dar más valor al trabajo en el interior de la empresa; ese ente, donde se genera una mezcla de intereses, esfuerzo, aspectos sociales, salarios, rentabilidades; considero primordial  la pregunta: ¿Qué es la empresa? Para mí, significa lo siguiente:

“Una empresa solo es una empresa. Ni más ni menos. Un centro industrial, o de servicios, que produce economía, al margen de quien es el dueño de la misma. La empresa puede ser netamente capitalista, pública, de mentalidad liberal, profundamente conservadora, o ser también de economía social, cuyos accionistas e inversionistas son las personas que trabajan y viven de la misma. El problema no es la empresa, sino las normas que la rigen, que carecen de orientación colectiva, de transparencia, de libertad. La empresa es la fuente de riqueza de la que nos hemos dotado la humanidad, en todo tipo de sociedades, siendo su función primordial en el contexto económico y social.

Es conveniente que se imponga la idea general de que es necesario asesorar a la empresa, no a una parte u otra en conflicto parcializando la idea de conjunto. El empresario o el trabajador no pueden ir configurando la empresa a su imagen y semejanza. La empresa tiene que tener vida propia, cumpliendo su misión social y desarrollándose al máximo de sus posibilidades, lo cual únicamente se puede lograr si se trabaja de manera común para que su funcionamiento sea técnicamente correcto. Como es obvio, la participación y colaboración de los trabajadores debe estar justamente compensada. Todas las empresas para ser viables necesitan satisfacer una necesidad de mercado. Las empresas públicas y privadas son iguales, sólo existen firmas bien y mal gestionadas. Hay que clarificar el papel de la empresa en la economía y en la sociedad”.

Esta declaración la escribí en 1.995, hace diecisiete años, en mi libro-ponencia titulada: “La empresa del año 2.000, ¿Qué modelo de empresa?”, que fue aprobada por unanimidad en el Foro Europeo de Empleados y la Dirección de GM-OPEL Europa (Comité Europeo); así como, por el Sector de Automoción de UGT, reunido en Zaragoza en unas jornadas de debate específicas. Lo que me sirve para comentar que, afirmaciones y acuerdos así, deberían hacer reflexionar al Gobierno y a la CEOE. Preguntándose, si la inseguridad que en materia laboral quieren implantar, con sus conocidas formulas inestables y trayendo a España las miserias contractuales de otros países tipo miniempleos (minijobs, con una media en Alemania de 230 euros al mes);  es lo mejor que se puede hacer para las personas y las empresas, o se esta cometiendo un tremendo error, de consecuencias humanas y económicas incalculables.

Lo que entonces estaba en juego era, la implantación de un nuevo modelo de relaciones laborales, que empezó a idearse en España y se fue extendiendo en otros países europeos, entre ellos Alemania. Yo mismo participe allí como ponente, difundiendo las ideas innovadoras, en tres encuentros sindicales hispano-alemanes (de una semana de duración cada uno), organizados por UGT-CCOO-IG METALL. Por consiguiente, no se puede decir que el sindicalismo español está retrasado, obsoleto, tirado por las alcantarillas, como afirman doctos neoliberales desconocedores o interesados en descalificar a los sindicatos, porque esa es una falsedad mayúscula. El sindicalismo español no ha sido cola, sino cabeza de león en la modernización sindical de la Unión Europea, como a continuación daré fe. 

Explicando, que este cambio nació entre las cadenas de montaje de las empresas del automóvil españolas -siendo puntera en ello GM España donde yo he trabajado durante 25 años-, encabezado por sindicalistas con un número muy reducido de ejecutivos a los que hubo que convencer, siendo totalmente ajena a él la Universidad. Ésta, aun hoy, desconoce mayormente lo que ocurrió y el alcance económico social que generó. El Jefe de Personal de GM España y yo mismo, invitados por la Universidad, dimos una conferencia en Barcelona a un nutrido grupo de magistrados, catedráticos, abogados..., cuya duración prevista era de una hora y duró tres, por el interés demostrado y el debate que se generó. Lo que puede servir para avalar, que se tendrían que impartir masivamente estas ideas en las universidades, debido a sus mejoras sociales y económicas. Reconociendo de entrada, las ventajas de la participación o colaboración de los trabajadores en la empresa, tal como expuse en el articulo del pasado 16 de junio.

Dos modelos de sindicalismo

En España coexisten dos tipos de sindicalismo. Hay uno mayoritario que yo denomino defensivo y de retroceso. Este es el característico, el que ataja las envestidas contra los trabajadores, como la del vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, que acaba de declarar que “las empresas no contratarán si no se abarata el despido”; cuando lo acaba de hacer el gobierno anterior. Y los sindicalistas sabemos, que la patronal lo que en realidad busca es eliminar de la legislación laboral, la “improcedencia” de los despidos, la improcedencia en los despidos sin motivo ni razón, en los caprichosos, que por ser tales, se penalizan con 45 días de indemnización. Hay un tipo de ejecutivos y de neoliberales en este país, que creen que todo lo malo que les llegue a los trabajadores es bueno para los negocios y no cesan en su empeño.

Han logrado grandes ventajas en la tramitación de los expedientes de regulación de empleo, con la eventualidad de los contratos; pero quieren más. Su meta inmediata es eliminar la improcedencia y los 45 días, para que se pueda despedir a discreción con 20 días a los trabajadores fijos más antiguos y con mayor salario, para ser sustituidos por otros precarios con la mitad de coste laboral. Esta forma de sindicalismo que los sindicatos se ven obligados a realizar, es por culpa de mentes empresariales tayloristas antiguas. Con este sistema de relaciones laborales semisalvaje, por mucho que sindicalmente se consiga siempre se pierde algo, lo que me da pie para definirlo también como de retroceso o de cesión.

Sin embargo, hay otro sindicalismo más reducido que, yo llamaría de innovación y progreso. Este modelo que esta totalmente consolidado en el sector de automoción y en otras empresas de todos los tamaños, requiere la atención general. Debiéndose saber, que si el tipo anterior se funda en la inestabilidad y la precariedad; en éste, su principal característica es la estabilidad laboral de los trabajadores en la  empresa. Siendo ésta el trascendental cimiento, para que se desarrollen relaciones laborales de confianza entre las partes, sistemas de participación compensada, trabajo en equipo, aportaciones fundamentales para mejorar la competitividad y la calidad de los productos, flexibilidad en los procesos de trabajo (no de contratación o despido), la implantación de sistemas de jornada irregular que tan eficaces resultan en la crisis actual.

La CEOE y otros sabios de la flexibilidad contractual y de la desregulación laboral, tendrían que preguntarse el porqué de las multinacionales del automóvil para mantener  sus plantas en España, designándoles continuamente nuevos modelos de coches para fabricar; cuando como consecuencia de la caída de ventas, se están cerrando fábricas importantísimas de esas mismas marcas en otros países. ¿Ocurriría lo mismo, si en las plantas españolas en vez de haberse instaurado un Sistema Laboral de Participación, existiera todavía el Modelo de Confrontación con su inestabilidad y pérdida de derechos..., de la CEOE y de los neoliberales al uso? Por descontado que no. El automóvil con todas sus piezas, solo sería una agradable historia.

Mas, si este ultimo sindicalismo es el que prefieren y defienden los sindicatos, por que las patronales oficiales -no tanto las de empresa- se oponen a él. Yo no lo entiendo. Puede ser por no perder el protagonismo mediático y la propaganda que les generan los desacuerdos de esta forma de proceder; por justificar con sus postulados radicales, el cobro de las cuotas que las empresas les abonan; por motivos políticos sirviendo a la derecha; por ideología trasnochada, por desconocimiento, por creencias de superioridad patronal y de menosprecio obrero. ¿Y en la Universidad, cuanta paralización y desorientación existe? ¿Qué formación laboral imparten a los nuevos licenciados, si llegan a las empresas y no saben lo que allí ocurre?

Se esta llegando al extremo, de que el discurso laboral oficial va por un lado de la carretera y por el otro en dirección contraria, la realidad profesional de empleados y empleadores, que dista mucho de las arengas que se dan; tal como se puede comprobar, por las a veces juiciosas indemnizaciones reales de despido que en todo momento se han estado pactando. Si por la crisis se producen despidos, por regla general lo mismo el empresario que el trabajador, si pueden quedan bien entre ellos y después si se ven en la calle se dicen adiós. Así, esta relación humana que es cultural y primordial en los negocios, ninguna legislación sin sentido común la podrá cambiar.

No obstante, siendo todo tan claro y sencillo, ¿dónde están los empresarios reales, los de verdad, que nada dicen y todo el mundo habla por ellos? ¿Qué tienen que decir a estas novedades? Yo pienso que tendrían que ser más activos e incidir en el mundo del trabajo, separando el trigo de la paja de lo que se alega, en beneficio propio, del empleo que generan, tanto como por la economía en general.

Como se ha podido comprobar yo propongo un modelo laboral y de competitividad basado en la estabilidad; porque tanto socialmente como técnicamente, supone poner la primera piedra de unas relaciones laborales de mayor consenso, con suma eficacia productiva, en aras de un mayor bienestar común. Como asimismo decía en los primeros tiempos: Hagamos un nuevo tipo de empresas donde se una el trabajo manual al del pensamiento. El principal valor de las empresas son las personas, pero la CEOE  parece no saberlo. 

    29.12.2011                                         Fernando Bolea Rubio
                                                                             Sindicalista

jueves, 15 de diciembre de 2011

Indicaciones para el proyecto socialdemócrata

Después de la derrota, viene la inquietud. El programa electoral hay que tirarlo, los candidatos quedan en entredicho, los equipos dirigentes desautorizados, la estrategia se quiebra, la moral interna se fractura. De pronto se cierra la noche, nada anterior parece servir. Se endurecen las críticas, se abren falsas hipótesis, la confusión es total, nadie influye, emana el desasosiego, surge la desorientación.

En el vasto caos, como primer calmante reparador, surgen preguntas buscando  respuestas clarificadoras de las causas del fracaso; así como de la trayectoria a seguir, con la idea de recuperar la confianza e ir reponiendo el partido. De las primeras cuestiones, las de Bases en Red me parecen significativas: ¿Es la crisis la única causa de las derrotas del 22-M y 20-N? ¿Por qué una crisis del modelo neoliberal afecta tan severamente a un gobierno socialdemócrata? ¿Qué errores se han cometido para perder tanto apoyo social? Sobre  ellas  diré, que ningún líder, partido o sindicato se hunde por afrontar situaciones difíciles, si son lo suficientemente competentes para hacerles frente de la mano con sus afiliados, simpatizantes y votantes. Y, si lo hacen, con políticas propias y claras que los allegados entiendan y estén dispuestos a asumir.

De no ser así, en el mundo de la izquierda sobreviene el fracaso, no quedando otra solución que la dimisión de los dirigentes a tiempo, en bien de los ciudadanos que se representan y si se quiere evitar un sonado fracaso electoral futuro; porque a la primera ocasión, el enfado acumulado se manifiesta en las urnas, castigando los desaciertos no yendo a votar o no haciéndolo por los afines, si son los responsables de los hechos impropios. Como le ha ocurrido al partido socialista, por culpa de sus principales responsables: José Luis Rodríguez Zapatero, los ministros y los órganos de dirección.         

En mi opinión, en el voto de castigo influyó decididamente el que, en el peor momento, ese necesario lazo de unión del Gobierno con el pueblo afectado no se plasmó, explicando esa carencia  lo demás. En el recorte presupuestario de 15.000 millones de euros en mayo de 2.010, el Gobierno actuó por su cuenta, casi en semiclandestinidad, dado que decía unas cosas (reforma laboral como solución a la crisis, brotes verdes), y ocurrían otras (crisis bancarias, paralización de negocios por cierre de créditos, losa del ladrillo que todavía sigue oculta). No se contó con los militantes del partido, se olvidaron de los electores socialistas. Ante el estupor general, en economía se hizo una política neoliberal que nadie entendía, en vez de la anhelada socialdemócrata -más aun en crisis- que correspondía.

Se rechazaron radicalmente los recortes que Zapatero hizo caer principalmente en sus propios votantes (congelación de las pensiones, reducción salarial de un 5% a los funcionarios). Sin que afectaran a las grandes fortunas o tuvieran un efecto progresivo en la sociedad, aportando más los que más tienen, como hubiera sido lo justo y hasta posiblemente asumido -si con pesar- por la mayoría de los españoles. Conozco a representantes sindicales que, después de tres años de lucha e infinidad de penurias en defensa de los puestos de trabajo, finalmente se cerró la empresa, los cerca de quinientos trabajadores fueron al paro que fue lo peor que les podía ocurrir; pero esos sindicalistas, tenían la misma consideración de los trabajadores el último día como el primero. Junto a ellos, habían sido buenos dirigentes y los trabajadores les dieron su confianza hasta el final. A los líderes no los vencen las crisis, lo hace la inseguridad ideológica y la ineptitud.

Tanto es así, que hasta se puede afirmar que las grandes dificultades políticas elevan el prestigio de los buenos dirigentes, tal como ha venido ocurriendo a lo largo de la historia. Winston Churchill, fue conocido por su liderazgo del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial. Charles de Gaulle, labró su prestigio con el movimiento “Francia Libre” apoyando la resistencia. En comparación con esos graves trances, que el gobierno socialista haya caído por una crisis económica y por un simple recorte del presupuesto, demuestra la flaqueza política y de liderazgo del zapaterismo. Así, la crisis no es la única causa de la derrota, dado que el motivo fundamental ha sido el no saber gobernarla (ni tan siquiera explicarla de verdad), como deseaban la mayoría de los ciudadanos progresistas que, en 2.008, habían alzado el PSOE al poder. Del mismo modo, la crisis del modelo liberal ha afectado tanto a un gobierno que se decía socialdemócrata, porque en lo económico ejercía de neoliberal. Que el nuevo partido que ha de renacer, nunca cometa desvaríos como estos ni de ningún tipo. 

De las preguntas de futuro, dado que mirar el pasado es no tener ilusiones, una se impone a las demás: ¿Se deben abandonar las nuevas o terceras vías políticas de triste recuerdo y volver a la izquierda? Claro que sí. Cuando de los votos exsocialistas perdidos muy pocos han ido a la derecha, queda demostrado que la base electoral progresista sigue viva y a la espera de una política del partido socialdemócrata-socialista de verdad. Pero claro, esta reimplantación ideológica se tiene que dar claramente en las personas de la organización, siendo asumida y defendida en primer lugar por los responsables de las comisiones ejecutivas, cargos electos o designados, convirtiéndose en la hoja de ruta de la política a seguir. No valdrá solo con pintar los programas de color y nada más, como santificarían seguramente algunos jefes y jefas poco amigos de esta innovación.

Hagamos pues, la prueba del algodón. Si usted es presidente de una comunidad y le piden a la vez una entrevista la dirección y el comité de empresa de una fábrica, ¿a quien recibiría en primer lugar? Si UGT le hiciera una reivindicación razonable y CEOE otra también  sensata, si solo pudiera conceder una de las dos, ¿a quien se la otorgaría? ¿Atendería antes a un ciudadano necesitado o a un banquero? Como se que no ha acertado ninguna de las tres, debe ponerse en cuarentena... Y, el tiempo dirá.

Con el título: “Una generación que pide cambio pero no ruptura”, el diario El País de 4 de diciembre, publicó varias preguntas y respuestas de nueve jóvenes dirigentes socialistas; en las que observé poca firmeza izquierdista al contestar a lo siguiente: ¿El PSOE debe girar más a la izquierda? Cinco divagaron diciendo: “Siempre ha sido de izquierdas y un ejemplo es lo que ha hecho José Luis Rodríguez Zapatero”; en un caso. “No considero que sea el debate prioritario”; en otro. “El PSOE no puede dar volantazos”; o sea que nada. “Yo soy de las que piensan que el partido es claramente de izquierdas, socialdemócrata”. “El último programa es bastante de izquierdas”. Sin embargo, las cuatro personas restantes demostraron mayor sentimiento ideológico y más deseo de profundizar en él, al afirmar: “El partido tiene que recuperar el perfil de izquierdas”. “Nos toca volver a un proyecto fresco e ilusionante, socialdemócrata puro pero innovador, nuestro lugar natural es el centro de la izquierda, que no es el centro político”; bueno, ya se dice algo. “Hacia una posición de centro-izquierda socialdemócrata, con una economía social de mercado hacia el keynesianismo”; pienso que querrá decir como idea económica. Para Eduardo Madina: “El pensamiento socialdemócrata debe readaptar sus preguntas a este tiempo histórico”; perfecto. Me parece muy bien.

No obstante, da la sensación de que incluso los más proclives al salto quieren dar el paso, pero tirando de la rienda del caballo para que no se desboque. Lo que me crea cierta preocupación, al ser jóvenes y pronunciarse con tan poca severidad. El ser de izquierdas no debe alterar el espíritu de nadie, es nuestro estado natural como socialistas. ¿Alguien duda de esto? La actual socialdemocracia en el mundo no es la de Lenin ni Rosa Luxemburgo, es algo muy para ir por casa en cada país, aunque pudiendo llegar muy lejos si se desarrolla bien.

De todas maneras, socialdemocracia no es neoliberalismo y si alguien piensa que innovándola o readaptándola a este tiempo histórico y de confusión, dará pie para aparentar lo que no se es y seguir navegando en la práctica por la misma marea neoliberal atroz, que cambie de idea o de partido. El PSOE ha de ser lo que las clases trabajadora, baja y media ahora demandan y quieren que sea. Y, en ningún caso será, refugio y amparo de liberales y neoliberales. Al principio, el propio Zapatero declaró que era liberal, hoy posiblemente es neoliberal.  Con limpiar el neoliberalismo habría mucho avanzado. Entre socialdemocracia y socialismo democrático no hay ninguna diferencia, es lo mismo, ya se debería saber. En España se desconocen popularmente la socialdemocracia y el keynesianismo, carencia que se ha de remediar incorporándola al debate socialista.

El PSOE se ha convertido en una maquinaria obediente, sin valor crítico interno para corregir errores e imponerse a lo incorrecto. Como decía Albert Einstein: “El peligro del mundo no es de los que lo hacen mal, sino de los que se sientan a verlo”. Vaya pues el último mensaje de acción urgente a corregir, para con mi modesta opinión y todo lo dicho aquí, añadir algunos puntos más de reflexión al borrador del proyecto socialdemócrata en elaboración. Hay que levantarse de la silla y participar activamente en los debates del partido, con la mente limpia e ideales de izquierda claros. Que el próximo congreso ordinario no signifique una mayor decepción.

      35 sugerencias más para el proyecto socialdemócrata
  1. Se gobernará de la mano de los afiliados, simpatizantes, votantes.
  2. Realizarán políticas propias, con arreglo a su ideología.
  3. Actuarán de manera clara y de forma que los allegados entiendan lo que se hace.
  4. No se aplicará nada que los afiliados no estén dispuestos a asumir.
  5. Si no se practica la política abierta expuesta, se dimitirá sin pérdida de tiempo, en bien de los ciudadanos que se representan y para evitar fracasos electores seguros.
  6. Se gobernará formando un lazo de unión con el pueblo: Las clases trabajadora, baja y media.
  7. En ningún caso los gobiernos socialistas procederán por su cuenta, sin tener presente la opinión mayoritaria de la población.
  8. En todo momento se dirá a los españoles la verdad de lo que ocurre y se quiere hacer. Informando después de lo que se ha hecho.
  9. Se tendrá en cuenta a los afiliados y militantes del partido.
  10. Los electores socialistas han de estar siempre en la mente de los dirigentes.
  11. Se abolirán las políticas neoliberales, retirándose a los dirigentes y cargos designados por el partido de tal condición.
  12. La socialdemocracia real no adulterada será la política del partido.
  13. Se dictaminarán políticas fiscales progresivas, para que aporten más los que más tienen.
  14. Se mantendrá permanentemente la consideración de los representados.
  15. Se sabrá que ni al partido ni a los líderes los vencen las crisis, lo hace la inseguridad ideológica y la ineptitud.
  16.  El PSOE ha de girar a la izquierda.
  17. El cambio y los postulados de mayor izquierda deben ser asumidos en primer lugar y como primera condición, por las personas del partido a nivel individual, por los responsables de los órganos de dirección, para posteriormente practicarlos con carácter colectivo. La reimplantación ideológica se convertirá en la hoja de ruta política a seguir. 
  18. Siempre que sea posible se demostrará que se está con los trabajadores y que se cuenta con ellos en primer lugar.
  19. Se apoyará permanentemente a los sindicatos y en mayor medida que a las patronales.
  20. La política social, el Estado del bienestar, tendrán prioridad ocupando la mayor parte de la agenda.
  21. Hay que olvidar las nuevas o terceras vías políticas y volver a la izquierda, de donde nunca se debió salir.
  22. Es necesaria más firmeza izquierdista en los jóvenes, mandos y con carácter general
  23. El keynesianismo será siempre una política económica fundamental
  24. Ser de izquierdas es el estado natural de los socialistas.
  25. Socialdemocracia no es liberalismo o neoliberalismo.
  26. La readaptación socialdemócrata no significara seguir en la practica por la marea neoliberal.
  27. El PSOE ha de ser lo que las clases trabajadora, baja y media ahora demandan y quieren que sea.
  28. El partido en ningún caso será refugio y amparo de liberales y neoliberales.
  29. Con eliminar el neoliberalismo habría mucho avanzado.
  30. Entre socialdemocracia y socialismo democrático no hay ninguna diferencia. Son lo mismo.
  31. En España se desconocen popularmente la socialdemocracia y el keynesianismo. Esta carencia se ha de remediar, incorporándola al debate socialista.
  32. El partido dejará de ser la maquinaria obediente que ahora es, haciendo política activa interna, con valor critico, para corregir errores e imponerse a lo incorrecto.
  33. Hay que levantarse de la silla y participar activamente en los debates.
  34. Los socialistas procederán siempre con la mente limpia e ideales de izquierda claros.  
  35. Que el próximo Congreso no signifique una mayor decepción. 


¿De donde partimos? Para el catedrático Vicenç Navarro: “La filosofía del equipo Zapatero queda reflejada en el libro de Jordi Sevilla De nuevo socialismo, influenciado por el New Labor del Sr. Tony Blair. En este libro del asesor económico de mayor influencia en lo que en España se llamaba la Nueva Vía -más tarde conocida como zapaterismo- queda bien definida esta política de que hay que bajar los impuestos, de que debe diluirse la progresividad fiscal, de que hay que desregular los mercados, incluido el financiero, de que hay que evitar la expansión del gasto público (contradiciendo a Keynes) y otras medidas de claro corte neoliberal. En términos económicos, el neoliberalismo es la versión acentuada del liberalismo”.

En una entrevista realizada por estudiantes progresistas de Catalunya, a la pregunta de si su neoliberalismo económico y fiscal fue la causa del declive electoral del PSOE. Navarro contesta: “No hay ninguna duda de ello. La respuesta del equipo económico del gobierno Zapatero a la crisis fue típicamente neoliberal. No hay que olvidar que su Ministro de Economía, el Sr. Solbes, había dicho que su máximo logro al final de su mandato, 2004-2008, había sido no aumentar el gasto público”. Otro liberal o neoliberal (también antikeynesiano). En fin, es lo que hay.

La situación económica y social  no requiere continuar con medias tintas. Estos días se ha podido leer que los poderes financieros-bancarios quieren privatizar todo el Estado del bienestar: La sanidad, la educación, las pensiones, los seguros de desempleo. Ven en ello grandes oportunidades de negocio y las aves de rapiña financiera, llamadas mercados, que descaradamente se han hecho ya con el control económico y político de Europa, no van a ceder en su empeño. Dibujándose por tales avaricias, una sociedad futura donde muchas personas no tendrán oportunidad de trabajar en toda su vida, ni poseerán dinero, ni servicios sociales públicos de protección. Una sociedad del caos que, antes de que los ricos paguen impuestos, dejara morir a la gente.

Ya vale de enredar políticamente y de callar. Hay que cambiar las políticas contemplativas, pasando a la acción con decisión y firmeza. Todo lo que la lucha obrera sindical y socialista han conseguido a lo largo de la historia lo quieren arrebatar, ante lo cual el partido y el sindicato (sindicatos) tendrían que volver como antaño, al menos a analizar juntos los problemas. Pablo Iglesias decía: “Si unimos la lucha en las fábricas a la del Parlamento, el edificio del capitalismo se caerá por su peso”. Ya sé que aquella experiencia es hoy irrepetible, pero me apetece recordarla. Si, hay que levantarse de la silla y andar de frente contra el egoísmo del capital.  


14.12.2011              Fernando Bolea Rubio
                              Sindicalista   

jueves, 1 de diciembre de 2011

PSOE: Ola y guía de la izquierda

Del descenso electoral socialista se puede afirmar que, como olas altivas las urnas suben y bajan los resultados del PSOE en cada ocasión; pero con la seguridad, de que cuando descienden siempre vuelven a subir y con mayor fuerza, al quedarse muchos años en la cresta del poder. Así lo avalan principalmente sus triunfos de 1982 y 2004, al permitir que en los últimos treinta años, el partido haya gobernado veintidós. Catorce más que la derecha.

Ahora ocurrirá lo mismo. Que nadie se equivoque con análisis erróneos. El 20-N el PP obtuvo 186 diputados, mayoría absoluta, con 10.719.712 papeletas, el 44,59%. Siendo el balance del PSOE de 110 escaños, 6.903.208 votos, el 28,71%, habiendo logrado hacía cuatro años 11.289.335. Los socialistas han perdido 4.386.127 votos -que son muchísimos-; pero se afirma que solo unos 200.000 han ido a la contabilidad del PP, al crecer este únicamente en 552.683 en relación a lo que consiguió en 2008. Izquierda Unida (IU) logró 1.680.810 sufragios, un 6,93%, 11 escaños, subiendo en 720.864 votos, fundamentalmente por el descenso socialista. De ello se benefició asimismo, Unión Progreso y Democracia (UPD) -de la exsocialista Rosa Diez-, al situarse en 1.131.923 votos, el 4,70%, 5 asientos, creciendo en 825.844. 

Por tanto, sumando los crecimientos de los partidos estudiados y previa resta a la pérdida socialista descrita; queda un bloque de 2.639.419 personas, sobre 2.500.000 para ser más exacto si se añaden posibles desvíos a otras candidaturas, que se pueden considerar como potenciales votantes socialistas en la reserva. Muchos de ellos refugiados con añoranza en el voto en blanco y la abstención, por no votar a su partido  de siempre, debido a su enfado con él, por el rechazo a la política neoliberal que el zapaterismo ha realizado en los últimos años; con las consiguientes irregularidades orgánicas en el partido. Defectos estos varias veces evidenciados en este blog. En vista de lo cual, habrá que considerar que aparte de la representatividad alcanzada, el PSOE tiene un importantísimo colchón de votantes a recuperar en los siguientes comicios, siempre claro está, que sea capaz de volver a ilusionar a su gente colmando las expectativas ideológico-políticas que se le demandan.

Con este cálculo fantástico e ilusorio pero con signos de realidad (cerca de siete millones más dos y medio), los socialistas aun conservarían un hipotético apoyo de 9.500.000 votos. Por eso cabe decir, que queda partida por jugar y que sin duda se volverá a ganar, pudiendo ser hasta en el primer tiempo, a los cuatro años: por la política  antisocial que los populares van a realizar, junto con la poca valía política de su líder-presidente Mariano Rajoy. Y, ante todo, si en base a la realidad existente se realiza un proyecto súper-socialdemócrata (socialista) de verdad, creando un equipo de dirección compacto, con ideología de izquierdas y sin sombra de neoliberales alrededor. Siendo a la vez dirigentes competentes, ágiles, participativos, descentralizadores, totalmente democráticos, a gusto de los afiliados y de la mayoría de la sociedad. Con un líder con iniciativas, que trabaje en equipo, coordine, dirija, admita críticas, siendo antipresidencialista -no más cesaristas-, de probada trayectoria de izquierdas.

De cualquier manera, la opinión general es firme al indicar que por el débil crecimiento de los conservadores la sociedad española no ha girado a la derecha, debido a que estas elecciones no las ha ganado el PP, sino que las ha perdido el PSOE por su desplome de votos por el descontento hacia él. Todos han cogido fruta del árbol caído, con fuerza reservada para reflorecer. Por la dispersión socialista, el PP con 569.623 votos menos que el PSOE en 2.008, ha obtenido mayoría absoluta, cuando entonces no se alcanzó. Ana Noguera ha escrito: “El resultado que ha producido la distribución de votos no es el que España estaba pidiendo. A un grito de más y mejor Democracia, de mayor Izquierda, de más Estado de Bienestar, de una política comprometida: tenemos mayoría absoluta del PP. El resultado demuestra lo injusto del sistema electoral actual”. 

Dicho lo anterior, procede puntualizar que por el descontento hacia ellos, lo mismo que en la reciente consulta del 22 de mayo, en esta ocasión los socialistas no se han beneficiado del llamado “voto útil”. Con él, parte de la izquierda opta por los socialistas, para hacer frente más eficazmente a la derecha, aun simpatizando en la misma medida con otras fuerzas progresistas, por efectivamente la complejidad del sistema de elección. Esta práctica perjudica principalmente a IU, aunque en estos comicios ha sido al revés. Así, de los nuevos votos recibidos, ¿cuántos podría perder esta formación si la paz vuelve a reinar entre los socialistas y la izquierda, volviendo con fuerza la idea de una mejor utilidad de estos votos, agrupándolos en el PSOE,  para desplazar al PP? Por mucho que mejorara el procedimiento electoral, siempre será mas efectivo el voto de izquierda en un bloque que dividido en dos o en porciones debilitadoras. 

Equivocadamente, IU cree que esos votos son suyos cuando yo pienso que no es así. Para mí, dichos votantes forman una orquilla electoral de firme conciencia político-social, que si es cubierta por igual en los dos partidos, eligen sin duda y en primer lugar a los  socialistas, votándoles con la misma o mayor satisfacción que ahora lo han podido hacer por otros partidos. Todos conocemos a personas así. Que en las valoraciones simples, se compute esta realidad. De todos modos, izquierda unida también ha de entender que los votos recibidos de los “socialistas enfadados” los ha recogido en estas dos elecciones, pero no serán de ese movimiento para siempre. Dado que únicamente son votos refugio puntual, en espera de volver al PSOE, a la casa madre de la izquierda, cuando se supere políticamente el enojo familiar.

¿Pero los amigos mencionados ven esta peculiaridad así? Por desgracia me temo que no. Cuando Santiago Carrillo está diciendo: “Lo que debe hacer la izquierda es unirse”.  En estos días que habría que estar hablando de hacer entre el PSOE e IU un bloque común de izquierdas, para atenuar el gran poder que la derecha ha conseguido. En el momento que se tendría que sumar efectivos, para junto a los sindicatos, hacer frente a los recortes y sinsabores que los gobiernos de la derecha del todo el Estado, les van a querer imponer a los trabajadores tanto como a las clases media y baja... Una nueva traba incomprensible se va dibujando. IU, quizá algo sonada por su avance electoral después de tanto fracaso, ha saltado a los medios declarando que ambiciona “conquistar la hegemonía de la izquierda”.

Ya empiezan de nuevo con el “sorpasso” predicado por el Partido Comunista (PC) y Julio Anguita en los noventa. Se trata de intentar superar electoralmente al PSOE, tal vez incluso por medio del modelo de la famosa “pinza” que IU y el PP formaban contra Felipe González. Esta hazaña de esa izquierda que se dice tan pura, seguramente la desconocerán muchos de sus jóvenes simpatizantes del 15-M, que tanto han atacado al PSOE y cuyo final ha sido más derecha. Estos igualmente, tendrían que estar  pidiendo a gritos regeneración y unidad en la izquierda. Siento decirlo, pero ese desmedido afán e interés partidista de quítate tu para ponerme yo, me parece una autentica desviación ideológica de esa coalición de fuerzas minoritarias, que no tiene ninguna explicación de clase. Se puede calificar igual a lo que hizo después del 20 de mayo en Extremadura, al ser su voto decisivo y dar el gobierno de la comunidad al PP quitándoselo al PSOE. Objetivamente es justo reconocer, que el partido socialista no siempre se ha portado bien con izquierda unida.

La “teoría de las dos orillas”, fundada en la existencia de diferencias entre por un lado, el PP y el PSOE y de otro, IU; ya la esta reviviendo de nuevo el coordinador federal de esta última fuerza, Cayo Lara, al afirmar: “No nos conformamos con tener 1,7 millones de votos. Aspiramos a que la izquierda “real” tenga hegemonía para combatir las políticas neoliberales que aplican partidos conservadores y socialdemócratas. Esa búsqueda de la “hegemonía” de la izquierda no tiene plazo y no tiene punto final, porque es un proceso de acumulación de fuerzas y voluntades”. Dijo que IU se muestra dispuesta al dialogo con cualquier fuerza, pero avanzando que con el PP será casi imposible y con el PSOE también. En concreto, los socialistas para la otra orilla junto a la derecha, para que dejen libre para ellos su espacio electoral de izquierdas. Ahora este hombre se declara representante legítimo del socialismo, cuando tanto lo han desacreditado. Lo que hay que oír.

Con la estrategia del sorpasso, la pinza con la derecha, más las dos orillas, Julio Anguita en 1.996 (año del triunfo de José Maria Aznar) superó los 2 millones de votos, más de un 10%, logrando  21 diputados; cayendo con Gerardo Iglesias como candidato a 8 en el 2.000. Santiago Carrillo con el PC en las generales de 1979 llego a 23 diputados; desplomándose drásticamente a 4 en 1982. Gaspar Llamazares en 2.004 saco 4; por 2 en 2.008. Por consiguiente, subidas y bajadas las hay para todos los gustos y ríos. En las carreteras hay baches y algunos tan fuertes, que al que circula mal hasta se sale de la orilla. 

Por otro lado, ¿qué es eso de que IU se atribuya la condición de izquierda “real”? Pero estos colegas ¡de que van! ¿Acaso quieren comparar su historia de lucha y sacrificio en la izquierda con el PSOE? Ellos que han sido siempre muy pocos se formaron en 1.986, hace tan solo 25 años; cuando el PSOE se fundó en 1.879, hace 132 años. En 1.921 nació el PC, 42 años después que los socialistas. De momento, hasta que no cumplan 107 años más de lucha política y sindical que se abstengan de bravatas ideológicas, dado que el partido socialista ha sido, es y será el guía real de la izquierda, porque nadie le puede arrebatar sus años de lucha y de Gobierno en beneficio de la sociedad.

Lo que se ha hecho mal en los últimos tiempos, ha sido por culpa de un equipo de  dirigentes que ya están  pagando electoralmente sus errores y abandonado sus cargos, a la vez que se va a corregir la trayectoria del partido para que esta desviación política-orgánica no se vuelva a repetir. Sin embargo, una equivocación puntual del zapaterismo, no puede poner en entredicho la trayectoria centenaria del PSOE, que merece el máximo respeto y consideración de la izquierda española, europea y mundial. Así que menos demagogia, frivolidad e intereses propios en IU y que fijen más la vista en el PP, que es el adversario real y común. Como socialista y persona de izquierdas, tengo en gran estima a Santiago Carrillo (he hablado varias veces con él, leo y guardo sus libros) y a Gaspar Llamazares, al que sigo su trayectoria y considero el mejor político de izquierda unida. Como candidato por Asturias, ha conseguido un buen porcentaje, un 13,27%, el más alto de toda España.

Volviendo al interior socialista, hace mucho que pienso que llegaría un momento en que José Luis Rodríguez Zapatero, ni ganaría las elecciones ni se iría. Pues nada, ya estamos en esa incongruencia. Este hombre ha hundido al partido socialista. Y, cuando tenía que haber dado la cara y dimitir la misma noche electoral, no lo hizo y además demuestra que es incapaz de darse cuenta del destrozo que ha causado, al decir en el reciente Comité Federal del partido: “Los españoles han querido cambiar la realidad cambiando el Gobierno”. Como si él no tuviera nada que ver y los votantes fueran lerdos. Es deplorable oírle defender su gestión, una vez que las urnas han dado su veredicto censurándola. Que lo deje ya que, empieza a ser un estorbo, ante el nuevo rumbo que  tiene que tomar el socialismo español.

Sobre Alfredo Pérez Rubalcaba, ha sido inimaginable que durante la campaña electoral no haya recuperado prácticamente ningún voto. Empezó con 15 puntos de diferencia negativa en las encuestas y acabó con casi 16. Es encomiable el esfuerzo que ha hecho, pero no ha servido de nada, porque el mal ya estaba hecho por el Gobierno desde mayo de 2.010. De modo que, por su corresponsabilidad gubernamental y en vista del desastroso resultado electoral obtenido, es necesario ir preparando otro candidato o candidata sin vinculación ministerial (Carme Chacón la tiene), para las elecciones legislativas de 2.015. Es duro decir esto, pero por el bien de la izquierda y del PSOE, Rubalcaba no debe repetir como candidato. Entre los sustitutos, debería figurar el cabeza de lista de las europeas: Juan Fernando López Aguilar. En Aragón, no veo ni bebés. 

En el partido socialista hay que cambiar muchas cosas y recuperar otras que jamás se debieron dejar, como la rosa del anagrama y los colores alusivos que lo distinguen claramente de la derecha. Sin buena cimentación ningún edificio se mantiene. Modernización si, pero sin perder  esencias gratas de siempre.  


30.11.2011                                                                      Fernando Bolea Rubio
                                                                           Sindicalista                            

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Angela Merkel... ¡La principal culpable!

Sin crecimiento económico el desastre se incrementa. Las soluciones políticas duran dos días. La salida de la crisis se retrasa y sin un revulsivo, no verá la luz en la próxima década. Mientras, millones de europeos sufren: el desempleo, las carencias de vida, los límites salariales, la estrechez más absoluta. ¿Dónde esta la Europa social que conquistamos? ¿Por qué los europeístas toleramos tanta desfachatez política? 

Sin embargo, el padecimiento no es igual en todos los países. Alemania, como la caja fuerte y la gran inquisidora política del euro, de la mano de Angela Merkel, aplica los dictados en recaudación como en política económica del Deutsche Bank y el de los mercados financieros, imponiéndolos en el Banco Central Europeo y en el resto de la eurozona; con una virulencia misteriosa en los países periféricos como España. A cambio, los mercados especulativos devuelven el favor a la Canciller, pagándole magníficamente su servicio de cobradora bancaria de la deuda soberana de los países del sur que, en mi opinión, es a lo que principalmente se dedica.

En consecuencia, en estos días los alemanes han pagado los intereses de su deuda a diez años al 1’77%, los italianos con un 7,4% (5,63% más), los españoles a 5,84% (un 4,04% más caros). Para el catedrático Santiago Carbó: “La especulación afecta tanto al bono español al alza como el alemán a la baja. Los intereses alemanes deberían estar en el entorno del 2% y los españoles en un 4%-4,5%” (un 2% más, no un 4% como ahora). Para quien la prima de riesgo española debería estar en los 200-250 puntos básicos, no rondando los 400 puntos (hasta 479, con una rentabilidad del 6,60, el día 15) sobre el bono alemán.

¿La señora Merkel puede explicar las razones de este diferencial que castiga injustamente a nuestro país, cuando aquí se paga la deuda y no hay motivos económicos para ello? ¿Puede aclarar a la vez, por qué esos mismos mercados no especulan con la bastante mayor deuda pública alemana, por mucho que sea el potencial económico que esta nación disponga? Si tal como demuestran el fin de los mercados es especular, ¿por que lo hacen con todos los países menos con ellos? Pasados temporalmente los focos griegos e italianos de la posible intervención, la especulación financiera y bancaria se está cebando con España. Así, ¿la Canciller utilizara su influencia, para atajar la sangría a la que se nos somete?

De todo esto, Angela Merkel no puede dar ninguna contestación razonable, dado que ella contribuye con su oscura política de no enfrentarse a los mercados, a generar este dislate que hunde al sur y florece al norte. ¿No hay aquí gato encerrado? ¿No estamos ante otra descomunal estafa económica, que al igual que con las hipotecas basura, los economistas neoliberales proclives a la banca, no detectan o no quieren desvelar? Se ha de tener presente, que con los altos intereses de la deuda soberana, las entidades prestamistas obtienen suculentas ganancias. En nuestro caso, en gran medida la banca alemana y la propia de lo que les paga España. Así pues, con lo que nos roban con los altísimos intereses, los españoles trabajamos para hacer asombrosamente ricos a los bancos de medio mundo.      

Aunque lo peor no es el castigo en la prima y por ende en los intereses a pagar. Lo totalmente irracional es, la exigencia de inspiración angelical y azote sureña, de alcanzar en la eurozona el objetivo de un déficit público del 3% en 2.013, de 2,1% en 2014. En España es ya un clamor, el que se deben renegociar los plazos de devolución de la deuda pública. Cándido Méndez ha declarado: “Rubalcaba ha dicho algo de una gran importancia, al manifestar que se comprometía a plantear el retraso en el déficit público del 3% del 2013 al 2015, porque es un tema fundamental para conciliar la lucha contra el déficit y la reactivación económica”. A pesar de lo cual, esta propuesta no ha sido suficientemente valorada por los analistas políticos, cuando es fundamental.

Evidentemente, esa tiene que ser una de las principales vías de superación de la crisis, si bien el plazo debería ser mayor. El 6 de octubre yo ya había escrito, que se tendría que haber pactado un plazo mínimo de corrección del déficit de quince años, renegociándose ahora otras condiciones de pago. Si por ejemplo se adquiere una hipoteca a pagar en 20 años, el banco no puede cambiar de criterio unilateralmente y obligar a amortizarla en tres. Este abuso es el que están perpetrando vergonzosamente los mercados del mal, con el beneplácito político denunciado.  

Según el ministro Ramón Jáuregui: “En el mundo casi nadie ha hecho una reducción de gasto publico de seis puntos del PIB en dos años, ¡60.000 millones de euros!” Desorbitante cantidad que a España se le ha obligado a reajustar, para ir alcanzando el porcentaje de déficit público establecido. Dándose la circunstancia, de que por la alta carga del  pago de la deuda: el dinero público está agotado, las arcas del Estado vacías, con la actividad económica y el consumo en baja incidencia. En la actualidad, la deuda pública española es de 680.000 millones de euros, una de las más bajas de la Unión Europea. La cual no justifica, que por ella se este llevando al país a las puertas de la recesión.

Felipe González dice: “Lo primero que hay que pensar es en gobernar a los mercados, no que los mercados gobiernen la política”. Así ocurre hoy. ¿Pero Angela Merkel piensa lo mismo? Puede ser que no, e incluso puede ocurrir, que ella se este sirviendo de los mercados, para al alimón generar en determinados estados una depreciación económica calculada, como justificación para en su día catalogarlos como de segunda clase; en una Europa a dos velocidades, que sin duda las finanzas gobernantes y el eje Franco-Alemán pretenden implantar. ¿Y si esto ya se estuviera haciendo con España? Sin un buen motor económico, se tiene menos influencia política. Si se va ahogando expresamente el capital público de una nación, se llega a manejarla  con suma facilidad, como ya nos sucede.

La ya casi canciller europea ha dicho, que España seguiría en la primera velocidad. Pero, ¿En que España está pensando? ¿En la que desde tiempos remotos, tiene dibujada con un 20% de reducción de los salarios, con incrementos salariales basados en la productividad perdiendo poder adquisitivo, con convenios sin cláusulas de revisión salarial, un Estado del bienestar cochambroso, dedicados en hacer la cama a los alemanes, cuando vienen jubilados o de vacaciones? Esta mujer no sabe que en España hay poco dinero pero mucho talento, o quizá lo sabe y le teme.  

Con todo, ¿acaso estamos ante la aspiración de un incipiente plan de sometimiento económico alemán, del norte hacia el sur, con Alemania como nación guía y estados satélites dominados a su voluntad? ¿De la idea de una Alemania europeizada..., se esta forzando llegar a una Europa económica alemanizada? Podría suceder. Por mi actividad sindical en Opel, conozco bastante el carácter alemán y puedo asegurar, que sintiéndose los más fuertes como en realidad lo son,  no se van a conformar con jugar un papel más en una Unión Europea igual. Esto es evidente. Su falta de carismáticos líderes políticos europeístas y su signo de opulencia, de cabezas cuadradas, les puede hacer revivir ligeras aspiraciones de superioridad. A este país lo admiro, por otras muchas cosas.

Si no se realiza definitivamente, una política económica y fiscal coherente; la Unión Europea puede derivar en anomalías indeseables y llegar a desaparecer. Felipe González, que en este sentido es una autoridad, sigue insistiendo: “Parece inútil recordar que hace 20 años negociamos un Tratado de Unión Económica y Monetaria, no una Unión Monetaria y 17 políticas económicas y fiscales diferentes y divergentes”. Si se va cada vez peor, urge tomar decisiones políticas coherentes y valientes para invertir radicalmente la tendencia.

Principalmente por culpa de la señora Merkel, Alemania esta llevando a la penuria al resto de sus socios comunitarios. Ya no solo del sur, porque con el encarecimiento reciente de sus primas de riesgo, ni Francia, Bélgica, Austria, se salvan ya de las garras de los especuladores. Para el diario El País: “La crisis de la deuda soberana golpea ya a 12 de los 17 países del euro”. ¿Hasta donde se piensa llegar, para buscar el remedio? Los países de la eurozona, no pueden seguir viviendo con el temor continuo de que en cualquier momento los pueden intervenir.

El presidente americano, Barack Obama, acaba de declarar que la crisis del euro es un problema político, no técnico. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha manifestado que la Unión Europea se plantea la creación de eurobonos, como receta para reforzar el gobierno económico. Lo que está bien, pero tiene escaso valor, porque el poder político real del euro lo ostenta Angela Merkel, con su fiel asistente Nicolas Sarkozy.            

Es muy grave todo lo que está pasando y los europeos necesitamos una explicación convincente. Los especuladores van llevando al viejo continente a la bancarrota más atroz y no se puede seguir pasivos por más tiempo. Así que, descubramos de una vez los juegos, enumeremos a los culpables y pasemos a la acción. Entre otras cosas, debido a que con los alemanes hay que negociar con fuerza y autoridad, con ellos los débiles lo pasan mal. Es necesario fortaleza argumental y dureza de criterios. El que se acerque a ellos suplicando, llorara su equivocación. ¿Sabe esto Mariano Rajoy?

Tenemos derecho a pensar mal. Ya han caído cinco gobiernos. Tal como actúan en este caso, yo no me fío de los alemanes. ¿Por qué no dan de una vez facultades al Banco Central Europeo, para que con los eurobonos anunciados, preste el dinero directamente a los gobiernos y no a través de los bancos, para que después estos hagan negocio comprando deuda pública a los Estados, con un diferencial favorable de al menos cuatro puntos, en nuestro caso? Si Merkel tiene problemas internos que se imponga o dimita, no necesitamos políticos dúctiles. Un catedrático interesado afirma, que el tiempo de los políticos ha pasado. Que osada es la desfachatez. La economía española esta estancada. La falta de consumo estrangula la economía local. La crisis europea se ha convertido en “sistémica” (que afecta a un organismo en su conjunto).

Se acerca el partido popular y la prima de riesgo no para de subir. Se nombran Presidentes de Gobierno sin elecciones. Tecnócratas sustituyen a  políticos. El canciller Gerhard Schröder (SPD), tenía en baja estima como política a Angela Merkel, quizá estuviera en lo cierto. Los alemanes quieren el mercado europeo para comerciar, si bien les cuesta integrarlo. El Ministro de economía será el que digan los mercados. Con la derecha la crisis durara cuatro años más. Hacen falta políticos valientes y firmes con el capital. Que no decaiga la moral.

La secretaria general popular, Dolores de Cospedal, acaba de decir: “Algunos, los que no se han quejado nunca hasta ahora, van a protestar mucho cuando Rajoy diga todo lo que hay que hacer”. Refiriéndose al “programa oculto del PP” y a los sindicatos. Como la doctrina de la derecha siempre ha sido, ocultar la verdad a los electores de la clase oponente; siendo de personas provocadoras insultar, las palabras de esta intrépida dirigente no merecen consideración. De todas formas mal empiezan, al demostrar que le tienen temor a las organizaciones sindicales, hecho que me gusta; aunque habrá que recordarles que los sindicatos son los trabajadores y las trabajadoras del país, precisamente organizados para defenderse de mentalidades como la suya.

A la mayoría de los afiliados a los sindicatos no les gusta el gobierno que el 20-N va a salir. No obstante, como consumados demócratas los sindicatos respetarán y defenderán la voluntad del pueblo, no cambiando desde la calle lo que los ciudadanos han decidido en las urnas. Que lo sepa esa mujer. Aun así, tendrán que preparar las trompetas, para tocar las mañanitas, en caso de necesidad. Con la crisis, la derecha ha logrado acobardar  a la gente, mas no lo conseguirán del todo. Quedamos muchos, ¿te sumas tú?           

   


16.11.2012                                                                                  Fernando Bolea Rubio
                                                                           Sindicalista

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Jefes con mando en plaza

Para los socialistas el resultado electoral del 20-N será malo, pero quizá no tanto como las encuestas predicen. Los 15 puntos que se dan al PP sobre el PSOE posiblemente se reducirán por debajo de 10, porque los votantes socialistas tendrán más sentido común del que los dirigentes han tenido en ciertos momentos, lo que puede permitir mantener el barco a flote a la espera del cambio de capitán.

Al parecer, para que un avión se estrelle se tienen que juntar por lo menos tres averías, no basta con una ni con dos. La misma teoría se puede aplicar para entender el derrumbe de los partidos. En el caso del socialista, el principal percance pudo ser el cambio drástico en la orientación ideológica y política del Gobierno (en mayo de 2010, hace un año y medio), cuando abandonó su trayectoria habitual, adentrándose en parcelas neoliberales.

La segunda causa fue sin duda la innecesaria reforma laboral y la falta de rigor para poner en cintura a la banca, al objeto de que desbloqueara los créditos a las empresas y a las familias. Además de su flaqueza por no haber negociado en la Unión Europea, unas condiciones menos duras para la devolución de la deuda soberana. Influyendo igualmente, su carente firmeza gubernamental en relación con la deficiente política fiscal existente: por falta de valor para hacer pagar lo justo a los que más tienen, no lo injusto a los que menos poseen; por la fallida gracia de suprimir impuestos sin fundamento; por no concebir lo necesario para que todos los españoles paguen los tributos legalmente establecidos. Con ese dinero habría para mucho. Según Funcas: “la economía sumergida supone un 21’5% del Producto Interior Bruto”, 70.000 millones de euros al año, 7 puntos del PIB, de los que por ellos nadie cotiza. 

Sin embargo, si los dos primeros fallos han sido de gestión el tercero es orgánico, relacionado con el mal funcionamiento interno del partido. Así es al menos en Aragón. Lo cual causa en infinidad de afiliados desánimo, cabreo, e incapacidad para cambiar el estado de las cosas, debido a la gravedad  de las desviaciones establecidas. Llegándose al extremo, de que socialistas de siempre, compañeros que se pasan la vida pensando en socialista, hablando de socialdemocracia; ellos, por lo que ven dentro, ya no pueden más y en esta ocasión no van a votar al PSOE. Posiblemente votarán en blanco y a Izquierda Unida. Su idea es fija. Lo quieren hacer y no le votarán. Tres de ellos son amigos míos y no los puedo convencer para que descarten esa idea. Este artículo es mi última oportunidad. Serían tres votos más a sumar a una causa hermosa que flaquea. 

No lo hacen por culpa de Zapatero ni de Rubalcaba, porque de ambos son defensores. Es como consecuencia, de que existen en las agrupaciones socialistas de las comunidades, jefes con mando en plaza, que hacen maravillas con las listas electorales. Es como si fueran líderes-bienhechores que desde la dirección federal nadie controla, ni por supuesto desde la base, debido a que en la práctica se han anulado los sistemas de participación y crítica. Por lo tanto, no todos los votos que se van a perder serán por demérito de los lideres principales, dado que también influirán los desatinos de algunos dirigentes locales. 

Como buen sprinter, Alfredo sabe que sin correr no se puede ganar la carrera, ni llegar a ser el primero, ni que te puedan considerar el mejor. Pero, si la abeja reina reniega de las obreras que más han destacado, como éstas han trabajado con más inteligencia y dedicación , se produce una injusticia difícil de justificar y de asumir porque a nadie convence. Con el agravante, de que se priva a los electores y al partido de contar con las cabezas más brillantes, trabajadoras y eficientes que producirían el mejor néctar, pudiendo llegar a dejar a la oposición con la miel del triunfo en los labios. En estos casos, no hace falta ni acudir a la pista, basta con quedarse sentado en el banquillo del entrenador y esperar. Y sin más mérito, irán pasando para no volver los mejores parlamentarios y candidatos, dejando en blanco las listas electorales para ser cubiertas por las ciudadanas y ciudadanos que más cerca estén de las familias que ostentan el poder. En este mundo interesado,  el competir y ganar no se tiene en consideración, porque no se está sólo para defender los intereses del partido, ni los propios; sino también, para dar alabanza y grandeza a los valedores, los cuales si lo tienen a bien lo compensarán. Por descontado, esto es solo una fábula, que nadie la intérprete mal.

No obstante, votar es una fiesta, en la vida todo se arregla y lo malo cuanto antes se corrija mejor. Así, para anular radicalmente los avatares del cuento, una de las mejores soluciones es cambiar el actual sistema de designación, por las que se denominan: “Listas no Bloqueadas”. Con este procedimiento, los partidos cubren los puestos de las listas, pero los electores al votar cambian el orden de los candidatos en la candidatura del partido preferido; eligiendo en los primeros puestos, a las personas que en mayor medida lo merezcan por su valía, ser más conocidos, debido a su compromiso político y social. El candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, apuesta por una reforma del sistema electoral y ha adquirido el compromiso del “Desbloqueo de Listas”. Si este método estuviera vigente el 20-N, alguno de mis tres indóciles compañeros posiblemente votaría al partido sin dificultad.

Por las llamadas: “Listas Abiertas”, se puede elegir a candidatos entre las diferentes listas de los partidos, lo que a mi no me entusiasma, porque cada cual debe escoger las siglas que le son propias por sus fines e ideología. Siempre estará la izquierda aquí y la derecha allá. Las mezclas son mejor para los carajillos de café con ron. 

Mas sé que con todo lo dicho no basta, para hacer que mis amigos pongan las manos a modo de freno, votando al PSOE para retener su descenso. Les voy a proponer un juego, que cierren los ojos durante tres minutos y que piensen en como el PP dejaría socialmente el país, después de cuatro años en el Gobierno central con mayoría absoluta. Nada menos que con la influencia de sus mayorías amplias, gobernando igualmente la práctica totalidad de las comunidades autónomas. ¿No es bastante? Rubalcaba dice: “Si Pablo Iglesias levantará la cabeza y leyera nuestro programa, no tendría dificultad en reconocer que es del PSOE”. ¿Qué no...? Los puedo castigar llamando a Felipe González, para que les cante algún fandanguillo de los tiempos de Suresnes. Ya no me queda más.

Las palabras no se escuchan, la razón no tiene peso, las ideas se devalúan. Napoleón dijo: “Es verdad que vengo de perder una batalla, pero antes de que caiga la noche puedo ganar otra”. Todo es pasajero. El gobierno popular también lo será.   


3.11.2011                                                                                   Fernando Bolea Rubio
                                                                           Sindicalista                               

jueves, 20 de octubre de 2011

Sindicatos un tesoro a conservar

Cuando la izquierda ha perdido su poder, cuando la política se hace para los mercados financieros expoliando a los ciudadanos, cuando la ideología progresista parece no interesar, cuando sin saber bien el porqué se pierden logros sociales conquistados. ¿Qué viga queda para sostener la equidad en la sociedad? ¿En qué palanca podemos presionar para mover el mundo y alzar la esperanza social de la humanidad?

Si la socialdemocracia es difícil de aplicar en un solo país de la Unión Europea, mal vamos. Con el agravante de que como un profesor amigo me ha dicho, infinidad de jóvenes españoles no se forman lo necesario dejando en esta crisis al país sin salida... Ante tanta adversidad, ¿Queda algo, o se ha perdido todo? Yo diría que lo fundamental se ha dejado en el camino, como consecuencia del fracaso estrepitoso del socialismo democrático en España y en el mundo. Éste, más preocupado en gobernar por gobernar que en defender la política que le caracterizaba, se desvió al centro político con una increíble vocación liberal con dosis neoliberales, siendo la causa de la derrota de valores y de intereses presente. Es evidente de ello, la derivación hacia la derecha del laborismo en el Reino Unido, de la socialdemocracia alemana, lo ocurrido con el zapaterismo español.

La política es defensa de intereses y correlación de fuerzas. Entendiéndose que los intereses de unas y otras personas no son los mismos, siendo los partidos socialdemócratas los que deben velar por los de la mayoría de la sociedad, compuesta por los trabajadores más las clases baja y media. Impulsando estos, de forma continúa, el bienestar de sus representados, a la par que corrigen los abusos de jerarquías financieras, empresariales, de clase y de todo tipo, si estos se produjesen. El admirable filosofo José Luis Sampedro acaba de afirmar: “Los economistas se dividen en dos, los que hacen más ricos a los ricos y los que hacen menos pobres a los pobres. Buena parte de lo que esta pasando hoy tienen la culpa los primeros”. Lo mismo se tendría que decir de los políticos, sin embargo sobre los socialistas ya no se sabe bien en que parte están, debido a su lamentable desideologización general.    

En todo caso, estos defectos de la izquierda y de la política progresista son rechazados por los ciudadanos y por los jóvenes indignados como lo demuestran las masivas y magnificas movilizaciones del 15-O (antes 15-M, 19-J). Entre mil razones, porque el Estado tendría que invertir al menos dos puntos del PIB (sobre 20.000 millones de euros en España), exclusivamente en un Plan de Empleo Juvenil serio, para atajar la pesadumbre del 45% del paro que sufren y sin expectativas de poder trabajar. Retomando en primer lugar, la formación profesional, universitaria, ocupacional, toda la existente, con el objetivo de insertar jóvenes al mundo laboral. Ayudando más a los emprendedores. Infundiendo la necesidad imperiosa de los idiomas. Inculcando el valor del esfuerzo en el estudio y en el trabajo como una auténtica necesidad nacional, para colaborar y acabar entre todos con tanta desdicha y miseria por la crisis y las malas políticas que se efectúan. Si cada español aporta su grano de arena, se acercará el final ganándose el futuro. 

Pero como decía, ¿Queda algo en la izquierda o todo el sueño de emancipación de las clases populares y medias ha tenido un amargo despertar? Parece duro decirlo, mas se ha de llegar a la conclusión de que sólo quedan los sindicatos. En esto coincidía conmigo el amigo profesor. Esta situación se tiene que superar volviendo a su cauce las aguas políticas de la izquierda. Pues bien, hasta que la fuerza del río no se lleve la maleza que lo afea, de momento no hay nada más. Ni lo habrá en mucho tiempo. Por consiguiente, cuidemos y conservemos a los sindicatos porque son el único tesoro que tenemos para hacer frente a los fines inmoderados de la derecha, de los banqueros, de los economistas que hacen más ricos a los ricos, de los especuladores ladrones, de las patronales salvajes, de los empresarios indignos. Por su parte, el sindicalismo no lo hace todo bien, necesita corregir algunos defectos e involucrarse más directamente en la sociedad, debería modernizar algunas costumbres, dando más dinamismo y realce a la actividad, se demanda más firmeza. Sin embargo, su deterioro ideológico es insignificante comparado al de los partidos socialdemócratas antes hermanos y ahora por lo general también frentes que embisten.

¿El movimiento español de indignados debe unirse a los sindicatos mayoritarios para luchar juntos, como ocurre en Estados Unidos con el llamado Occupy Wall Street? Si los objetivos son los mismos, aquí no debe sobrar nadie, la solución tendría que ser unir y sumar. No obstante, por la configuración y el desarrollo de ese movimiento algunas personas tenemos ciertas reservas sobre su viabilidad. Yo pienso incluso que es el momento de orientarlo mejor o fracasará, lo que sería una lástima para la causa social, porque ha tenido la virtud de destapar la olla del descontento y la rabia de la juventud, de los desempleados, de los ciudadanos a modo de solidaridad. Asimismo, surgen temores fundados en la historia de que por ambos extremos (ultraderecha y ultraizquierda), gente radical o sin escrúpulos llegue a manipular y aprovecharse de esta honesta expresión popular. De la que diré, que causa admiración en el movimiento sindical e inquieta a los gobernantes por su espontaneidad y capacidad de resistencia.

“Lo llaman democracia y no lo es”
“Recortad a los banqueros y al clero”
“No hay pan para tanto chorizo”
“Dictadura de los mercados no”

¿Qué cabe corregir? El que con todos sus defectos, en todo momento y circunstancia es necesario dar valor a la política y a la democracia que tanto costó conquistar. En este punto, no caben matizaciones ni excusas. Lo primero, consideración a las personas aun siendo de diferentes ideas y condición, así como, a los políticos, los partidos, los sindicatos, a las instituciones del Estado, a la democracia en sí. Esto no cabe discutirlo, se respeta y ya está. Por eso, en las manifestaciones sobran las consignas coreadas de PP y PSOE la misma M... es, o UGT y CC.OO la misma M... es. El haber ido a las sedes de los sindicatos para encresparlos como ocurrió en Zaragoza, es de mentes obtusas y propio de los ángeles caídos de negro que no saben ni valen para hacer más, los cuales están dañando la imagen de los indignados de buena fe. Así también y como siempre han hecho los sindicatos, a los cafres y a los violentos más pronto o más tarde hay que plantarles cara para apartarlos de las protestas pacíficas. Si no se hace a tiempo, acabaran agotando el movimiento porque la gente lo irá abandonando a causa de su radicalidad.

Hay sin duda miembros de diferentes organizaciones, aprovechando la marea para pescar en aguas revueltas. Cuando se grita desprestigiando a los dos partidos y sindicatos mayoritarios, paralelamente se benefician de la critica otros partidos y sindicatos minoritarios, al arañar algún voto o simpatía para su causa. Esto ha sido así siempre. En este sentido, habría que ver quien es el que lanza el primer cántico guerrero para saber de que tribu proviene. De cualquier manera, el 15-O ha de tener siempre presente que los sindicatos representan a los trabajadores por elección en las urnas, siendo por ello representantes democráticos legitimados con la masiva estimación y fuerza legal. Se llega a decir que los sindicatos ya están presentes en ese movimiento, hasta parece que existe una llamada Coordinadora del Movimiento Obrero del 15-M. En realidad, sindicalmente no son nada. Una campanilla más de los mismos y mismas camisetas negras para llamar la atención. ¿Quién los conoce? ¿En que empresas la gente los ha elegido? Se quieren arrogar en la calle una representación que los trabajadores nos les dan en los centros de trabajo. Este es otro flanco débil a subsanar, protegiendo el movimiento con el apoyo y la fuerza de los sindicatos mayoritarios, los verdaderos representantes del movimiento obrero y sindical.

De todas formas, los sindicatos no necesitan que nadie los invite para participar en este u otro movimiento reivindicativo, porque han llevado y llevarán siempre la bandera de la reivindicación con sumo orgullo. De hecho, infinidad de sus afiliados y delegados  sindicales vienen participando en las manifestaciones y en las concentraciones callejeras desde el primer momento. Lo que deben hacer es, ir e integrarse en el movimiento para impedir desde dentro desviaciones políticas peligrosas, ponerse delante de los que les insultan, tomar la palabra para sugerir ideas positivas y rebatir las negativas. El 15-O y los sindicatos se tienen que encontrar en la calle, con una pancarta delante.

Que no quieren jefes, pues sin jefes. Como un autobús sin dirección. Quizá no piensan que aún con pilotos los aviones se caen. A todo esto ¿La mayoría de los amigos indignados irán a votar el 20-N y a quien le votarán más al Partido Socialista, a Izquierda Unida o al Partido Popular? Por lo que observo, muchos no votarán y los que lo hagan me temo que en mayor proporción a la derecha. Que vamos hacer, otro problema más a cargar en las espaldas de los sindicatos. Sí, conservemos el tesoro sindical que nos hará buena falta a todos.  


20.10.2011                                                                                   Fernando Bolea Rubio
                                                                   Sindicalista    
      

jueves, 6 de octubre de 2011

Economía que llora e industria triste

Para los populares la grave crisis mundial se iba a superar eliminando lo que llaman despilfarros socialistas: con dos coches oficiales menos por aquí, sin fotocopias en color por allá, yendo los cargos públicos andando; cuando sus sueldos son para que hagan gestión, no para que pierdan el tiempo caminando. Menos aún, habiendo bicicletas, patines, pudiendo hacer auto stop y hasta utilizar la caballería de la policía municipal.

Pero si las demagógicas simplezas económicas del PP, empezaron produciendo cosquillas mentales en la sociedad progresista, los recortes sociales reales que la derecha ejecuta cuando llega al poder, son alarmantes y de total preocupación por su atrocidad e inhumanidad. Han empezado clavando las uñas en la sanidad y en la educación, en los dos pilares principales del Estado del bienestar. Y según concibo, continuarán rebajando la cuantía de las pensiones más las prestaciones de desempleo. La líder dos, Esperanza Aguirre, ha dejado en la calle a 3000 profesores públicos interinos en Madrid. La líder tres (o quizá dos), María Dolores de Cospedal, no paga los medicamentos que sirven las farmacias de Castilla la Mancha, ni el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de locales de la Seguridad Social, con el riesgo de que sean intervenidas las cuentas de las pensiones del Estado. El líder uno (mientras dé cargos), Mariano Rajoy, muestra señales inequívocas de que congelará, recortará, reformará, flexibilizará lo que tenga a mano. Y, hasta glorificará, a liberales equivocados como el catedrático Javier Andrés que sin rubor afirma: “Hay que dar la vuelta al mercado de trabajo como a un calcetín”. Así como al bruto vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, que declara: “Hay que entrar en una reforma laboral con las tijeras, pero no unas tijeras cualquiera, con unas tijeras de podar”. 

La derecha catalana de CIU, reduce gastos sanitarios cerrando plantas en los hospitales, un 40 % de quirófanos, quitando un 30 % de camas, turnos y el 50% de la paga extraordinaria de Navidad al personal sanitario. El Gobierno popular de Baleares insta 800 despidos. Navarra  recorta el gasto público en cerca de 300 millones. El barón popular gallego fue de los primeros en extender el mantel. El Gobierno de Aragón, de la impetuosa Luisa Fernanda Rudi, empezó debiéndole dinero al Ayuntamiento socialista zaragozano, poniendo en peligro más de cien empleos. Tantean el terreno. Anuncia un tijeretazo en el presupuesto por encima del 5 %, más de 300 millones de euros. Todo llegará. Una pintada advertía: “Un maestro menos hoy, cuatro policías más mañana”.  

El PP decía asimismo que, tan solo con ganar ellos las elecciones, la economía florecería al nivel de los tiempos del ladrillo siendo todo felicidad. Sin embargo, tal como se acercan las elecciones del 20-N y van sabiendo que las van a ganar, cambian sus mensajes aclarando que se requerirá más tiempo para alcanzar la gloria pretendida. Saliendo a la luz otra falsedad. La semana posterior al anuncio de las elecciones, aun creyéndose que Mariano Rajoy obtendrá   una holgada mayoría absoluta, el IBEX 35 cayó 10 puntos y la prima de riesgo de la deuda soberana supero por primera vez los 400 puntos básicos. Fue como consecuencia del curso de la crisis y de la economía especulativa; pero la influencia de que en España pronto gobernaría la derecha, no tuvo ningún efecto corrector. En agosto, The Economist considero que “Rajoy era poco creíble, destacando que es un político sin nada que decir”.

“Si tú no vas, ellos vuelven”, fue el lema del PSOE catalán en la campaña de las generales de 2008. “Jode acabar tu vida con los mismos franquistas que cuando naciste”, ha declarado la actriz Emma Cohen, de 65 años. ¿Cuántos años espera que gobiernen: quince, veinte? No menos. Yo soy de su misma edad y opinión. Si no hay una rápida y fuerte reacción de los abstencionistas exvotantes socialistas, habrá gobiernos del partido popular durante cuatro o cinco legislaturas. Ante lo cual, cabe hacernos la pregunta siguiente: ¿Que es mejor para las personas progresistas españolas, tener un gobierno de izquierdas en España en una Unión Europea con la inmensa mayoría de gobiernos conservadores como hoy en día; o tener un eje franco-alemán de izquierdas con un gobierno de derechas en España, cuando aquí se obedece más al Eje que se gobierna? Yo prefiero la segunda opción. Esta es la esperanza  ideológica que queda. Pronto gobernará la socialdemocracia tanto en Francia como en Alemania, rescatándose  en parte el sueño perdido, aunque la dicha no sea total. 

La economía española llora, por la incompetencia de la derecha europea con su política de recortes salvajes del déficit fiscal y del gasto público; en vez de aplicar una economía socialdemócrata de estímulos públicos, lo que conllevaría que el déficit se reduciría más lentamente, pero de forma coherente y segura dado que impulsaría el crecimiento. Obteniendo el Estado, mayores aportaciones del incremento de la actividad y del aumento de la recaudación fiscal que la política expansiva generaría. El Nóbel Joseph Stiglitz, avisa: “de que reforzar la austeridad sólo ralentizará el crecimiento de Europa y agravará sus problemas presupuestarios”. Otro Nóbel, Paul Krugman, ironizó diciendo: “si descubriésemos que criaturas del espacio exterior planean atacar la Tierra y decidiésemos lanzar un contraataque, dejando el déficit y la inflación en un segundo plano, saldríamos de esta recesión en menos de 18 meses. Sólo una invasión alienígena evitará la tan temida double dip” (doble descenso o caída, otra recesión).

El profesor José Carlos Díez piensa: “que en 2010, cuando el comercio mundial repuntó y sacó a Alemania de la recesión, Ángela Merkel forzó acelerar los tiempos para rebajar el déficit al 3 % del PIB. La crisis ha dejado en evidencia que 2010 no era el año de la recuperación fiscal. El pasado año debería haber sido un ejercicio de fuerte crecimiento”. El mismo error cometió el Presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, al aceptar la noche de 9 de mayo de ese año las draconianas condiciones impuestas por la canciller alemana. Bruselas estableció para todos los países que el déficit debía situarse en el 3% para el 2013. El Gobierno partía de un déficit público equivalente al 11,4 % del PIB español en el 2009. El primer objetivo era situar el déficit en el 9,3 % en el 2010; algo que se consiguió. El segundo paso es el 6 % para el 2011; cifra que parece se alcanzará. “Y si en vez de ser un 6 % es un 6,2 %, no pasa nada. No tanta rigidez”, apostilla Joaquín Estefanía. He oído decir muy acertadamente: “que el camino de la austeridad fiscal no beneficia a quienes más lo necesitan”.

El gobierno español nunca debió someterse a cumplir la reducción de en torno al 8 % del déficit en tan pocos años. Creo, que ese ha sido el gran error del mandato Zapatero. Como máximo debió adquirir el compromiso de una disminución de un 0,5 % por año, en un periodo de liquidación mínimo de quince años. Posiblemente, tendría que haber amenazado a los alemanes con no pagar la deuda, si las condiciones de devolución eran inasumibles, porque frenarían radicalmente el desarrollo económico español, como así ha sido. Aún se está a punto de exigirlo. Junto a otros países, España se tiene que plantar e imponer unas condiciones de pago en los términos aquí expuestos. El decrecimiento económico que origina esta discordante economía merkeliana en el conjunto de la Unión, pronto hará que otros estados análogos hagan lo propio. Así, no se puede seguir. Finalmente, la sensatez se impondrá por la fuerza del agotamiento del crecimiento. Obligando de una vez a plantear una política general de estímulos fiscales keynesianos; siendo su fundamento principal, la reserva de dinero público que proporcionaría el ahorro de un menor coste anual del déficit, junto al incremento de la recaudación fiscal por el aumento  de la actividad y el relanzamiento del consumo. Más una drástica reforma fiscal para que la familia de la criada no pague más que la de la señora. Con una política eficaz contra el fraude al fisco.

Es innegable que, con sus imposiciones en la política económica de la Unión Europea, Ángela Merkel, por encima de todo, defendió los intereses alemanes. No los de la zona euro como hubiera sido lo ideal. Cabe afirmar, que su fin era que los bancos alemanes cobrarán la deuda soberana fundamentalmente de los países periféricos, entre ellos España, sin importarle en exceso la débil situación financiera que quedarían estos. ¿Nadie se dio cuenta de su juego? ¿Por qué se aceptó? Con esta cruda economía, Alemania esta desplazando a España hacia la inoperancia más atroz, al haber bloqueado su desarrollo financiero, atándola de pies y manos para que de hecho no se pueda desarrollar. Soportándose el castigo alemán, con un alarmante silencio español, junto a una inquietante paralización política y mediática. La conclusión de esto es, que el país se encuentra con las empresas sobrellevando la crisis, la banca con los créditos semicerrados y las arcas del Estado recibiendo baja recaudación por el efecto de la recesión y totalmente debilitadas por el alto precio del déficit. Mas, ¿de dónde va a salir el capital para invertir en economía productiva y en el crecimiento económico? Urge abrir la puerta de la iniciativa pública, como la única flecha posible de lanzamiento.

Según el propio Zapatero, en mayo de 2010, la deuda pública española era un 20% menor a la de la media europea. Para él, la deuda pública era baja y la de las empresas también. Sin embargo, la deuda de los bancos era un 20% superior a la media de la deuda bancaria europea, por la caída de la vivienda y los terrenos que había adquirido. Por tanto, España tenía y tiene las cuentas públicas bastante saneadas en comparación a la mayoría de los países desarrollados, lo que todavía le permite exigir otro sistema de pago del déficit fiscal más pausado y eficaz para el incremento del crecimiento propio. En agosto, la deuda pública española era del 60,11% del PIB del año 2010; la más baja de los países grandes y la segunda mejor de la Zona Euro-17 cuya media se situaba en el 85,38%, siendo la más baja la de Suecia con un 39,76%, la superior la de Italia al suponer el 119,00%. La de Alemania alcanzaba el 83,23% de su PIB.

¿A que conduce esta lamentable política de neto interés alemán? En nuestro caso, el problema de España puede llegar a ser, el que sin haberse recuperado de la crisis actual, sufra las penalidades de una segunda crisis como consecuencia de la primera, como muy bien advierte Krugman. Todo ello con las graves carencias que sufre: 21% de desempleo, crisis de la vivienda con su subsector de la construcción paralizado, prima de riesgo en los mercados financieros rondando los 350 puntos básicos, con una banca sin capacidad crediticia, sin suficiente inversión en las empresas, con una industria de automoción a bajo rendimiento soportando una venta de automóviles en el nivel más bajo de los últimos quince años, una productividad mejorable, bajo consumo, la bolsa de mal en peor, con la debilidad interna de un crecimiento irrisorio de 0,2% en el ultimo trimestre.

Toda esta oleada de estancamiento financiero impide además la renovación necesaria de bienes de equipo y la adquisición de nuevas tecnologías en las empresas. En definitiva, se está envejeciendo el tejido empresarial y la industria al no recibir la inversión en innovación y desarrollo que necesitan, lo que debería ser motivo de mucha preocupación en las entidades económicas, en los gobiernos y en el país. Con la necesidad que hay de mejorar la productividad y la competitividad, ¿cómo hay tanta pasividad ante este fenómeno dañino para conquistar y ganar el futuro? De momento, se llevan más de tres años de crisis y los mismos perdidos en la  modernización que se precisaría. ¿Cuánto tiempo más se va a tolerar esta decadencia que puede resultar mortal para la economía y el desempleo? ¿Cuántos años costara recuperar lo que se pierde? ¿Nos damos cuenta de que se están cerrando infinidad de empresas y muriendo poco a poco las demás, sin que se ponga remedio?

La industria esta triste, pasiva, sufriendo, sin moral ni esperanza de recuperación a medio plazo, cuando es el principal barco que nos puede rescatar. ¿Cuándo volverá a funcionar a pleno rendimiento este potente motor económico, exportador y garantía de crecimiento económico, de profesionalidad y de mayor estabilidad laboral. Para el economista Rafael Doménech, la industria representa el 20 % del PIB español, habiéndose convertido en el mejor anclaje para permanecer a flote, pero este sector no puede tirar de la economía si el resto no le ayuda, si no mejora la competitividad, normalizándose la financiación.  

Si bien, ha brotado una pequeña esperanza. Por primera vez un dirigente socialista ha puesto en entredicho la dureza del ajuste Merkel-Zapatero. En la reciente conferencia política del partido, el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba, cuestionó la firmeza en el ahorro para cumplir el objetivo de reducción del déficit al 3 % en 2013. Siendo claro al decir: “Hay dudas razonables de que nos estamos pasando en la dosis de ahorro para enfrentar la crisis. Igual tenemos que medir los tiempos y los ritmos optando por la vuelta a los estímulos fiscales para que la política de austeridad no sofoque el crecimiento y la creación de empleo”. Sabio mensaje si se aplica, dado que al día siguiente por la mañana los periódicos destacaban la noticia. Pero por la tarde el candidato intervino en un mitin en Zaragoza, al que asistí; y, en él -con un escenario de fondo azul gaviota- no dijo ni media palabra sobre la cuestión. Sería por olvido. Para justificar su reflexión, si declaró a la prensa: “Digo lo mismo que Obama a Europa”. Es verdad.

Aparte de ello, para mí el partido socialista no podrá ganar las elecciones hablando únicamente de sanidad y de educación. Él afirmó que en España es necesario cambiar los horarios laborales, sin mencionar a los sindicatos en ningún momento. ¿Lo hará por decreto? Eso no me gustó, pero le votaré. A pesar del azul antirojos que vi en el estrado de color derecha recorte.




6.10.2011                                                                                                     Fernando Bolea Rubio
                                                                       Sindicalista