Vamos hacia el desbarajuste
financiero en pleno agosto. A un verano ardiente, por el posible calor del
rescate general bancario que se adivina. La banca española con su principal
pudrimiento, la losa del ladrillo, nos puede llevar desenfrenadamente al estado
griego-irlandés. Es infinitamente grave que, después de cuatro años de crisis,
se diga ahora que hay cajas y bancos en quiebra técnica y que el Estado los
tienen que intervenir. ¿Por qué no se ha dicho antes? ¿Qué hay detrás de todo
esto? ¿Nos hallamos ante un engaño bancario o en un saneamiento planeado?
Sin embargo, en ciertas esferas y
estamentos se sabía la verdad, como lo demuestran los llamados mercados
financieros, con la elevada prima de riesgo por la deuda pública que al Estado
español le obligan a pagar (hoy, a 540 puntos básicos). Todo el mundo sabe
también, que ese alto coste no es debido a que España esté excesivamente
endeudada -menos que Alemania, Francia, Italia, en función del PIB-; sino a que
-aparte de sus vergüenzas especulativas-, los mercados prestamistas suben el
interés porque piensan que quizá no podrán cobrar lo prestado, al no saber si
el Estado tendrá capacidad suficiente para pagar su deuda, y además, la que ha
generado la banca. Al sospechar, que algunas entidades carecen de la solvencia
necesaria para poderla devolver, por lo
que se tendría que hacer con dinero público. Como esta ocurriendo esta semana, con el grupo BFA-Bankia, al rescatarse de
momento con 23.500 millones de euros, comprometidos por el Tesoro.
Asimismo, se intuía esta salida.
Ya se dijo en este blog: “Los jóvenes seguirán sin poder comprar su piso, los
bancos y cajas continuarán con sus pisos nuevos vacíos, el sector permanecerá
inactivo y marchito, en espera de un milagro de reactivación que no se
producirá; o de que el Ejecutivo del momento se rinda (con el PP a punto de
llegar), y asuma las pérdidas de la banca por el ladrillo, mientras ellos se
hinchan de repartir beneficios, siendo los sufridos españoles los que
finalmente paguemos la factura..., como cabe imaginar y podría suceder”. Y de
hecho ha sucedido.
Siendo totalmente desconcertante,
la propuesta del líder de la oposición, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba,
al despacharse solicitando básicamente que los gestores comparezcan en el
Congreso de los Diputados, para según dice: “Saber que ha ocurrido en Bankia”.
Lo cual está muy bien, pero no es suficiente. Ya que cabe pensar: ¿Acaso él no
sabe lo que pasaba, si hasta hace cuatro días, ha sido el vicepresidente del
gobierno? ¿Para ir empezando, por qué Alfredo no explica lo que sabe, aunque
este fracasado grupo bancario proceda de las comunidades (valenciana y
madrileña) gobernadas por el PP? Esa simpleza tan lasa, perjudica su figura y
al PSOE más que les beneficia. ¿Habrá algo también, por lo que callar, o dejar
de hacer? ¿A que se está jugando? El PSOE no debe quedarse solo en esa
comparecencia parlamentaría; sino que, como Carme Chacón ha propuesto, debe
luchar porque se cree una comisión de investigación de verdad. Caiga quien
caiga, por ello. Los españoles tienen
que conocer hasta el último detalle lo que ha pasado, dado que es gravísimo y posiblemente
delictivo.
A partir de aquí, la opinión es
libre. En la mía, me inclino por pensar, que todo se debe al afloramiento
repentino, de una operación de rescate bancario, hace tiempo planificada, al
objeto de que las perdidas ladrilleras recaigan sobre los españoles. En la que más
o menos directamente, están participando banqueros, instituciones, partidos,
con infinidad de elementos de apoyo. Por consiguiente, yo me sitúo más cerca de
un posible plan de “saneamiento planeado”, sacado a su hora, que del comentado
“engaño bancario”, que se ha podido dar. Puesto que, por mucho que lo hayan
engañado los banqueros tramposos, que seguro que lo han hecho, el Banco de
España, con sus cientos de técnicos y posibilidades, si no conocía al 100% el
desaguisado de cada entidad, como mínimo lo sabría en un 80%. Lo mismo que
Zapatero, Rajoy, más toda la oposición y los medios de comunicación en general.
Así, todos se han dejado llevar
sin más, por mentes cuatreras de financieros locales, junto con exdirigentes
políticos situados de ante mano en alto, para hacerse después, con las riendas
financieras del país. ¿Les suena algún nombre? ¿Y el de algún foro de la
derecha de directrices ideológicas? Seguro que sí. Del PSOE, no conozco
ninguno. La cruz de la izquierda, siempre es, como máximo, algunos euros para
las campañas y poco más. Esos ladronzuelos de guante blanco, agazapados al lado
del camino, esperaban el mejor momento para asaltar el tren correo, para tomar
las sacas públicas como botín. Ellos sabían que con el PP habría menos
vigilancia, aunque con el PSOE ya habían efectuado varios asaltos y le habían
robado hasta la honra. El único fallo que han tenido ha sido, que el deterioro
de Bankia era de tal magnitud que, el BCE y el FMI, les han obligado a saltar a
la vía en medio de la tempestad, ahogándose uno de los cabecillas.
Imbuido en estas reflexiones, hoy
he tenido la satisfacción de participar en una tertulia de Aragón TV, en la que
ha sido invitado el magnificado analista y periodista económico, Ernesto
Ekaizer, debido a que acaba de publicar un libro titulado: “Indecentes, crónica
de un atraco perfecto” -que en las próximas horas leeré-, en el que explica su
visión de la trayectoria de la crisis y de lo que ha ocurrido. Yo le he
preguntado: ¿Es que los banqueros han engañado al Gobernador del Banco de
España, ocultándole la verdad de su situación financiera? El me ha contestado
que Miguel Ángel Fernández Ordóñez -que ayer presento su dimisión-, sabía muy
bien lo que ocurría, tal como había escrito antes de acceder al cargo. Y que su
defecto ha sido, “que en lugar de ser el director de orquesta se puso a bailar
la música expansiva de los bancos y de las cajas”.
Lo cierto es, que hasta ahora han
explotado las burbujas del ladrillo y la bancaria. Pero el Gobierno debe saber
y tener muy presente, que esta a punto de estallar, una más y mucho más grave: La burbuja social. Porque la
población esta harta y cualquier día espontáneamente se tirará a la calle, en
busca de la justicia social y el reconocimiento que le arrebata la derecha,
desde la indeferencia ideológica más absurda y extrema. Les sugiero de buena fe
a los gobernantes, que lo remedien pronto. Ekaizer ha dicho también que “sólo
salvaremos el euro si vencemos a Alemania”. De nuevo, he estado de acuerdo con
él. ¿Pero, sabe esto el Presidente, Mariano Rajoy? Claramente puedo decir que
no, porque se ha situado del lado de Angela Merkel... y así nos va.