La segunda huelga general en menos de un año contra el
Gobierno, ha sido como la anterior, un nuevo éxito de movilización para los
sindicatos. La decadencia laboral y social que el Partido Popular ha generado y
se prevé que originará, fue masivamente contestada por la clase trabajadora,
rebelándose a las políticas a favor de los ricos y de los poderosos que esta
fiera derecha impone. Como siempre, no faltan los detractores mediáticos pos huelgas
que para servir a sus señoritos, hablan de fracaso y de mil rarezas, lo que a
las trabajadoras y a los trabajadores les puede dar risa, porque saben mejor
que nadie el alcance real de su digna, solidaria y eternamente respetable
acción.
Si tal como queda demostrado en el artículo de este blog
“29-M: Llama y voz de consenso”, la madre de todas las huelgas generales fue la
del 14-D de 1988 y la de 29-M de hace nueve meses la siguió en importancia,
ocupando merecidamente el segundo nivel del podium. A la de 14-N, hay que
situarla a la misma altura de la última, dejándole ésta espacio para tanto
honor. Evidentemente, las dos medallas de plata juntas adelantan en incidencia
a la mejor, debiéndose considerar el año 2012, como el campeón de la lucha
sindical y política contra un Gobierno. Si 1988, por el esplendor de su huelga,
fue un año histórico para el movimiento obrero; 2012, por sus dos espléndidas
huelgas generales, será otro hito de referencia sindical, al quedar marcado
como el año más combativo en democracia hasta hoy. A Mariano Rajoy, siempre le
acompañara esta mancha en su gestión. Por donde quiera que vaya, este lamparón
deslucirá su corbata.
Yendo a los datos, de nuevo ha sido el indicador del
consumo de energía del 14-N, de “Economistas Frente a la Crisis” (EFC), el que
ha rebatido las cifras antisindicales oficiales, aclarando la incidencia de la
huelga más realmente; aun no siendo la referencia de este consumo, un
procedimiento exacto al depender según el momento de muchas variables. De acuerdo
con el informe de EFC que, ha medido la evolución de la demanda eléctrica
imputable a la actividad productiva en términos desestacionalizados, la
adhesión al paro el 14-N se situó hasta las 24.00 en el 66,8%. En las
anteriores convocatorias, el seguimiento al cierre de la jornada fue del 87,6%
en el caso del 29-M y del 68% en la huelga de hace dos años. Así, se mostraría
que el paro fue similar al de 2010 que se le hizo al Ejecutivo de José Luis
Rodríguez Zapatero, un 1,2% mayor ese;
distanciándose más del 29-M, al haber sido teóricamente un 18,8%
superior.
Las causas del descenso en el consumo de energía radican,
de forma determinante, en las grandes fábricas e industrias. Según los
sindicatos, estos sectores han parado de forma significativa, salvo el País
Vasco, donde la convocatoria no ha sido apoyada por los sindicatos
nacionalistas ELA -mayoritario- y LAB. El secretario general de UGT, Cándido
Méndez, ha aludido a este factor para poner en cuarentena que el menor descenso
en el consumo de energía, se pueda traducir en una participación inferior a la
huelga general de marzo. Méndez también ha señalado, que en esta ocasión hubo
un millón más de trabajadores movilizados en servicios mínimos que en la
anterior. EFC explican, a titulo de ejemplo, que “una caída del 20% de la
demanda de electricidad podría suponer una caída del 100% de la demanda de
electricidad que puede ser afectada por una huelga e indicaría que estábamos
ante una huelga absoluta y no ante una huelga de sólo un alcance del 20%”.
En mi opinión, es casi imposible que las huelgas generales
puedan tener mayor seguimiento. Si observamos los porcentajes de los paros,
estos oscilan entre el 68% y el 87% de consumo de energía, con una corta
diferencia de un 19%, en función -como hemos observado- de factores variables
que se dan en unos casos y en otros no. El 14-D fue un éxito total; pero,
“porque estaba de acuerdo la patronal”, ha dicho estos días el expresidente,
Felipe González, que ahora hasta presume de que se le hiciera la huelga más trascendental.
Evidentemente, no fue por eso. Sin embargo, hay que reconocer que alguna mínima
influencia si debió tener, el que la derecha y sus coros de fan mediáticos, con
un algún beneplácito empresarial, hostigaran la huelga intentando hacer dimitir
al gobierno socialista, después de seis años en el poder.
Por eso y otros motivos, es ilógico que una huelga tan
completa como esa se vuelva a dar. En los paros los trabajadores han estado y
estarán siempre frente a la patronal (cuyo fin es que fracasen las huelgas) sin
dejar que se inmiscuyan en sus acciones. Pero claro, el 14-D tampoco puede
servir para desprestigiar las huelgas posteriores, al poderse alegar que las
nuevas huelgas no han sido totales, porque no se ha parado el país, como en
aquel caso; aunque las movilizaciones sean espectaculares y mayores a las que
se realizan en otros países grandes como España. De todas formas, el 14-N fue
una gran huelga, magnífica, como lo fueron las demás. ¿Que abrieron algunas
tiendas? Sí, es cierto; pero me temo, que no sabían bien para que, porque si
los minoristas no apoyan a sus clientes un día que lo necesitan, después estos
pueden no defender el comercio de proximidad y salir perjudicados. Vi por TV a
un comerciante con un palo en la puerta, que me dio la sensación de que se
desafiaba a sí mismo.
Las manifestaciones de la tarde, fueron el mejor colofón
conocido a un día de huelga. La calle se puso en pie, con ciudadanos de toda
condición, familias enteras y sobre todo yendo mucha juventud... como llama de
esperanza. Este Gobierno no puede atender las demandas del 14-N de los
trabajadores y de la sociedad civil. Pero le voy a contar una historia. Ha
ganado las elecciones por mayoría absoluta, hundiéndose por la abstención el
Partido Socialista lo que le facilita gobernar. Sin embargo, ha de tener
presente, que toda la tendencia progresista española continúa intacta, como lo
demostraron las 200.000 personas que se manifestaron en Zaragoza. Antes, estas
aglomeraciones tan espectaculares eran contra el terrorismo. Ahora en cambio,
son contra el Partido Popular. No diré más.
Sí me parece destacable, el grado de desorientación
ideológica que se va notando, dado que el 14-D lo hizo sin ninguna duda la
clase trabajadora y el 14-N parece haberlo hecho la clase media, como a muchas
personas equivocadamente les gusta definirse ahora. Mal iremos, si empezamos
así. Quizá por eso, procede recordar al histórico dirigente socialista y
ugetista aragonés, Isidoro Achón, cuando escribió: “El descanso dominical, el
descanso de un día cada siete, no se implantará, mientras la clase trabajadora
no lo imponga por la fuerza de su organización”. “En las fábricas y talleres
mueren la flor de la juventud; la mujer es explotada vilmente”. No perdamos las
esencias de la cultura obrera. Con ella hemos llegado hasta aquí.
22.11.2012 Fernando Bolea Rubio
Sindicalista