Se
debería saber que sí la política es el arte de lo posible, la informalidad en
ella la lleva a su degeneración. Por lo que, si la política formal nos ha de
causar admiración, la informal e insensata como el populismo, hay que
erradicarla con decisión y valentía, para perseverar la pureza y el buen nombre
de esta noble acción.
Por
tanto, vaya por delante, mi máximo respeto y consideración al hecho político
como tal y, por supuesto, hacia todas y todos los políticos honestos que con su
sabiduría y esfuerzo la hacen posible. Lo cual, incluye a la inmensa mayoría de
las personas que se dedican a esa preciosa labor, desde las diferentes
ideologías y partidos. Por la política formal y pura, merece la pena vivir,
como lo hacen muchísimos de los ciudadanos que se dedican a ella,
sacrificándose por los demás. A veces, teniendo que soportar sinsabores sin
merecerlos, o por ser víctimas de otros seres impuros que buscan su
desprestigio sin razón; con la intención mayormente de desplazarlos de donde
están, para ellos ocupar los espacios políticos perdidos. Yo critico lo que de
ella me parece mal, pero siempre defiendo la política.
Sin
embargo, hoy la política formal española esta recibiendo por parte de la opción
Podemos, los ataques más mortíferos desde que acabo la dictadura. Su lema
estrella viene a ser “la casta” es el mal. Un oportunista conglomerado, en el
que incluyen a la socialdemocracia, cuando el PSOE es el partido con más
trabajadores afiliados y votantes de España. ¡Vaya contradicción! Esto es
grotesco, la verdad. Siendo insólito, que a los socialistas los traten de casta
y que haya asalariados que lo crean, cuando en realidad es a compañeros suyos
de trabajo a los que insultan. De los provocadores, no se sabe bien quienes son
ni lo que serán. Aunque con ellos, yo no vaticino ni mejoras ni adelantos
aunque si perdidas y retrocesos.
Es
indudable que hay una trama de enredo con fines electorales, en contra de la
política formal. En su tratamiento, a los demócratas y a la izquierda nos ha de
guiar la conciencia política, el instinto, la experiencia vivida, para hacer
frente a las anormalidades e injurias que se dicen, yendo directamente a lo
contradictorio e irreal. Denunciando a viva voz, siempre desde la moderación,
los ataques de acoso y derribo a la política formal sin motivo ni razón. Se
quiere demoler la buena política y yo al menos, ya me he situado retóricamente
enfrente para evitarlo. Debiéndose saber, que si la política verdadera y la
democracia se pusieran en riesgo, la inmensa mayoría de los ciudadanos se
rebelaría.
Y
así, lo primero ha desmentir es el criterio tertuliano de que la crítica a
Podemos le fortalece. Yo no estoy de acuerdo ni muchísimo menos con esta
apreciación. Si esa teoría fuera así, cuando el Partido Popular censura al
Partido Socialista, o al revés, se beneficiaria el damnificado correspondiente
y ocurre lo contrario. En todo caso, la denuncia cierta clarifica la política y
la crítica sana vigoriza la gestión pública. Además, lo que esta mal hay que
decirlo alto y claro siempre, para que la opinión publica lo sepa y valore.
Sobre
las dudas, para el jurista y escritor, Gustavo Vidal Manzanares: “Podemos es un
movimiento populista puro y duro. Y como tal populismo se extiende de modo
transversal. El populismo no es de izquierdas ni de derechas, aunque exhiba
elementos comunes con ambas tendencias”. Así es también el peronismo y los
argentinos llevan muchos años pagando las consecuencias.
Si
esa nueva formación fuese así en realidad, sería evidente que realizaba una
política informal, demagógica, solo para sí. Lo que nos llevaría a la
conclusión, de que la política formal no puede gobernar con la informal,
debiéndose descartar alianzas y gobiernos entre el PSOE y Podemos. Siendo esto
tan indudable que, por su informalidad a día de hoy, si los últimos llamarán a
las puertas socialistas, me temo que se irían sin que los invitarán a café. El
Partido Socialista se tendría que encarar a la derecha y al populismo, pero no
gobernar con los populistas.
En
todo caso, el problema de verdad con esa formación lo tiene Izquierda Unida.
Según la encuesta (las carga el Diablo) de Metroscopia, publicada el 10 de
agosto, aparte de dar un empate técnico entre los dos principales partidos,
porque el socialista sube 10 puntos respeto a las europeas por la buena acogida
de Pedro Sánchez: “PP 32,3%, PSOE 31,7%. Podemos esta irrumpiendo como tercera
fuerza, con un 10% de los votos, seguido de IU en el 4,9%”. Pudiéndose decir,
que Podemos esta superando claramente a IU. Pero, ante este ocaso, sorprende
que el responsable de acción política de ella, Alberto Garzón, diga: “Las
siglas son prescindibles frente a las ideas”. Dando a entender, que quieren
“confluir” con los causantes de su caída; estando dispuestos, a quitar el
cartel de su partido e integrarse en el de Podemos. Mientras que estos, se
muestran distantes ante el horizonte de confluencia que él propone.
De
modo que si se unieran a ellos y a sus populismos, ¿el Partido Comunista e
Izquierda Unida se harían populistas también? ¿Qué dirían La Pasionaria y
Santiago Carrillo si lo pudieran ver? Pasar de comunistas a populistas sería
una bajeza para la izquierda. Yo sentiría una gran decepción. Entre ellos dos,
serían así, menos de la mitad que los socialistas. En mi opinión, IU ha de ir
con el PSOE haciendo política de izquierdas formal, teniendo enfrente a la
informal. Su objetivo no debe ser vencer a los socialistas, sino a la derecha
con ideología y decoro.
En
sus muchísimos años de historia, los socialistas españoles siempre han hecho
política formal tanto a nivel político como sindical. En su día la informal la
solía hacer el anarquismo, causando por ello insalvables diferencias y
enfrentamientos entre unos y otros. Posteriormente, el populismo fascista fue
trágico, causando una masacre en el país. El socialismo vivió, las demagogias
de algunos al inicio de la transición y en los primeros años de la democracia.
Y ahora, defiende la coherencia y la formalidad de la política, ante las
desviaciones que se observan. Los socialistas saben hacerlo, lo hacen y
seguirán limpiando dialécticamente lo anormal. Forma parte de su cultura.
Referente
al Podemos-chavismo. Aquí existen “Círculos Podemos” y en Venezuela “Círculos
Bolivarianos”. Acá “La Casta”, allí “La Cúpula”. Así, ¿los líderes de Podemos
fueron a asesorar como dicen a Hugo Chávez, o a ser asesorados? Ya se sabe, la
tercermundista “Revolución Bolivariana” y la extensión del chavista “Socialismo
del siglo XXI”, y el trino del pajarito con la voz del más allá, que solo Nicolás
Maduro oye. En los movimientos políticos de Universidad, yo confío poco.
He
visto una especie de charla de Podemos, donde los jefes para hablar en vez de
sentarse en la mesa lo hacían en el suelo. ¿Si llegan a los Ayuntamientos harán
lo mismo? Siendo asombroso, lo que refleja el ultimo barómetro del CIS, Podemos
es la primera fuerza en intención directa -no en estimación- de voto, en el
grupo de “empresarios”, altos funcionarios y ejecutivos y entre las personas de
“clase media-alta”. ¡La casta! ¡La casta vota Podemos! Yo creía que la casta
les tenia miedo... pero no. Mejor así.
22.08.2014 Fernando Bolea Rubio
Sindicalista