Cuando leemos un buen libro disfrutamos de él, sin pensar
en la cantidad de páginas que el autor habrá desechado y vuelto a escribir,
hasta finalizar su obra. Lo bien hecho requiere determinación e interés en
cambiar lo malo por bueno, para ofrecer lo mejor. En política ocurre lo mismo.
Y, si se trata del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el empeño ha de
ser máximo, por la honra que supone salvaguardar la ideología socialdemócrata y
al Partido Socialista que la representa. Ese tesoro ideológico y político que
los mayores con su sabiduría y esfuerzo nos han dejado, para ser soporte y
punta de lanza social de las generaciones de hoy y de siempre. En mi opinión,
esta es la máxima responsabilidad que el secretario general Pedro Sánchez
tiene: Poner al mejor PSOE a punto, para ofrecerlo a los ciudadanos y ganar las
próximas elecciones. Lo que requiere recibir el apoyo sin zarandajas de los
afiliados y simpatizantes, siempre que las acciones a realizar sean
bienintencionadas, reales y necesarias.
Con Pedro, el PSOE se dotó de un buen líder en julio del
año pasado; pero todo lo negativo que el partido venía arrastrando, como es
natural, no se solucionó de inmediato sólo con cambiar el vértice de la
pirámide. A la Comisión Ejecutiva federal había que darle tiempo para que
pudiera ordenar la casa, dado que los defectos eran muchos y los procesos de
saneamiento requieren la cocción precisa. Sin embargo, esta espera anti
reparadora ha generado inquietud en algunos socialistas, porque he oído decir,
que la nueva dirección tendría que hacer más para imponerse en ciertas baronías
y algunos territorios.
Por tal motivo, en muchos círculos socialistas se esperaba
que el nuevo secretario general diera un golpe de timón, para mejorar el orden
interno. Tal como ahora ha hecho en el Partido Socialista de Madrid (PSM), al
suspender las funciones del exsecretario general de allí, Tomas Gómez, y con
él, las de su Ejecutiva y las del comité regional. Así pues, este gesto de
autoridad era esperado por la base y esta siendo muy bien valorado. Los
madrileños pedían a gritos que el Partido Socialista retirará a Gómez y por fin
se ha hecho. Algún día habrá que analizar seriamente, si las Elecciones
Primarias son a veces manipulables por los aparatos, como al parecer ocurría en
el PSM.
La resolución dice lo siguiente: “La Comisión Ejecutiva
Federal acuerda la suspensión de actividad del PSM-PSOE al constatar el
deterioro de la imagen del partido ante la ciudadanía y al entender que el PSM
carece de la estabilidad orgánica necesaria para afrontar con garantías los comicios
de mayo. Sin que haya vacío de poder, ya que una comisión gestora, con Rafael
Simancas como presidente tendrá todo el poder durante seis meses”. La
resolución no indica nada más, ni nada menos.
A partir de aquí se puso en marcha la que llamaremos: “La alianza
de los perdedores”. Angélica Rubio (zapaterismo), como tertuliana en laSexta
TV, critica desmedidamente a Pedro Sánchez. Gómez -también en esa televisión
privada, enemiga acérrima del PSOE- hizo acusaciones tan graves contra la
dirección federal socialista, que podrían ser duramente sancionables. Carme
Chacón, como no, por sí misma o por mandato de (...), en vez de defender la
decisión de Pedro como integrante de su equipo, parece ejercer de submarino
andaluz. Susana Díaz no se quiso pronunciar. Una encuesta en Andalucía valora a
Susana (de 1-10) con un 5 que es mucho y a Pedro con otro 5. Sánchez dice: “El
PSOE es un partido de ganadores”. Por lo que todas estas personas perdedoras,
debían reflexionar y cambiar de bando. Cesando en su estrategia de “acoso y
derribo” al líder del partido, con la simple intención de poder entrar en liza
a cara descubierta los que mueven los hilos, diciendo: “Apártate tú para
ponerme yo”. En la SER, se ha oído a un ciudadano desear: “Yo mandaría a Marte
a Tomas Gómez y a todos sus acólitos para que dejen en paz a la federación
socialista madrileña”.
Es más, como no hay uno sin dos, ni cuatro sin cinco. Un
nuevo perdedor se ha sumado a la fiesta. Un tal, José Luis Rodríguez Zapatero
(ZP). Ese brillante político, que estuvo a punto de hundir al PSOE para
siempre, sufriéndose aún las consecuencias de las equivocaciones de su marcado
presidencialismo, en su día criticado aquí; junto con su política socioliberal,
que no socialdemócrata, como hoy se practica y desea. Este buen señor, empezó
su nueva y segura fracasada andadura, junto a José Bono -los dos son fruta
pasada-, reuniéndose ambos con el líder de Podemos, Iglesias Turrión, a
espaldas de Pedro Sánchez. Lo cual fue feo e imperdonable. Ha continuado
inmiscuyéndose en el asunto Tomas Gómez, en contra de Pedro Sánchez, para no ir
muriendo solo e intentar influir en esa alianza de perdedores.
Sin embargo, esto no es lo peor. Según se sabe, Zapatero
se esta planteando volver a la política activa. Tal como acaba de informar el
semanario Interviú: “ZP valora el recorrido que le queda en el PSOE. Y no es
como asesor como se ve así mismo, sino más bien como uno de los principales
líderes del partido, dadas las duras circunstancias que atraviesa”. El diario
El País detalla: “El expresidente se ha situado en la órbita de quienes plantan
cara al secretario general Pedro Sánchez, del que se ha distanciado abismalmente.
No puede haber en esta crítica coyuntura del PSOE una peor labor que la de
colocar palos en las ruedas a la primera oportunidad”. ¡El que faltaba! Otro
más al servicio del entramado andaluz y de sí mismo. Las ambiciones personales
en política me repugnan. Si Susana Díaz, se ampara en estos perdedores para
poder ser la candidata socialista en la elecciones generales de final de año,
en vez de Pedro Sánchez, no le garantizo buen futuro. ¡Ella verá! Eduardo
Madina se ha quedado en la recámara... a punto de salir disparado.
Esta semana se va a dilucidar entre los 15.000 afiliados
del PSM, quien será el candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid.
Había tres aspirantes. La vicepresidenta de la Asamblea de Madrid, Amparo
Valcarce, impulsada por Gómez y ZP, que ante la disminución de afines se retiró
voluntariamente. Quedando dos. Pedro Zerolo, bastante cercano a Sánchez. Y el
promovido por el secretario general y la comisión gestora, Ángel Gabilondo,
exministro de Educación y un gran candidato. Si finalmente Ángel es el elegido
-como seguramente va a ser-, la operación habrá salido bien, redonda. Espero
que sea así.
Históricamente, el PSM ha estado dividido entre guerristas
y renovadores (felipistas) y el PSOE ganaba elecciones. Uno de los lemas, dice:
“Ser socialista es hacer”. Dentro de todo, la política socialista ha de ser
ideas y pasión. ¡Fuerza y ánimo! compañero secretario general.
20.02.2015
Fernando Bolea Rubio
Sindicalista