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Zaragoza, Aragón, Spain
Sindicalista de UGT Zaragoza entre 1977 a 2006. Periodo en el que fue uno de los refundadores de UGT Zaragoza, Sº de Acción Reivindicativa de UGT Zaragoza, Sº General de UGT en General Motors España, Presidente del Comité de Empresa de GM España, Sº General de UGT Metal Zaragoza, miembro del Comité Confederal de UGT y formó parte del Comité Europeo y Mundial de General Motors .

viernes, 22 de enero de 2016

Saber y dejar negociar



La negociación es un arte, debiéndose cumplir algunos criterios para que se desarrolle bien. Como el de saber, lo que se quiere conseguir y lo que no se debe admitir; requiriendo firmeza y valentía y, sobre todo, seriedad y tranquilidad. No guirigáis como el que Podemos montó el día 13, en la constitución del Congreso de los Diputados, con comportamientos partidistas y postureos de notoriedad. Cuando se negocia se negocia y cuando se presiona o se hacen campañas electorales se hacen, pero aparte y sin influir en la negociación. 

En una mesa de negociación se ha de pensar únicamente en negociar, en sacar la negociación adelante evitando que fracase, en beneficio de los representados. Yo siempre he negociado así, por convencimiento y satisfacción propia. Hay que querer y además saber negociar. Los políticos han de ser por naturaleza buenos negociadores; facultad esta que en el PP parecen desconocer, por su política impositiva continua. Digo esto, porque se esta hablando mucho de que los partidos tienen que negociar; pero no veo que haya suficiente seriedad ni la tranquilidad política y mediática necesaria, para poderlo hacer. El periodista Fernando Garea indica, que Rajoy no sabe negociar ni pactar. 

En todo caso, ya se puede descartar totalmente, la negociación de la llamada “gran coalición” de gobierno, entre el PP, PSOE, Ciudadanos (C´s). Porque Pedro Sánchez sabe muy bien que no debe admitir de ninguna manera, que Mariano Rajoy y el Partido Popular -por sus recortes sociales, laborales, educativos, de todo tipo- sigan gobernando por más tiempo. Y debido también, a que Rajoy no quiere negociar, sino que el Partido Socialista se adhiera sin más, a su aislada y equivocada política, no queriendo derogar la reforma laboral, la ley de educación, la ley mordaza u otras del mismo tenor. 

Con una corrupción que los corroe y con un desfase ideológico y político impropio en la Unión Europea de hoy, el PP no está en condiciones de seguir gobernando. En mi opinión, lo mejor que el Partido Popular podría hacer es, utilizar los próximos cuatro años en los que pienso que no gobernará, para reinventarse modernizando su ideología y las estructuras propias, hoy anquilosadas después de tantos años de pensamiento único sin debate interno. Con la idea inicial, de que deberían llegar a ser un partido de centroderecha de verdad, dejando de ser la derecha más extremada de la Unión; situándose así, más en el centro del tablero con políticas más racionales y asumibles. Con ese giro ideológico, podría ser posible alcanzar acuerdos de gobernabilidad con el Partido Socialista, como ocurre en Alemania y que tanto se demandan aquí. 

Cuando en 2011 el PSOE perdió las elecciones, se dedico a modificar sus estatutos convocando elecciones primarias para que los afiliados eligieran al secretario general; dando éste después, un giro ideológico necesario también, hasta el centroizquierda. El resultado de todo aquello es, que el partido tiene ahora el mejor líder, Pedro Sánchez, con muchas posibilidades de que sea el próximo Presidente del Gobierno. Los cuatro años en la oposición, los socialistas los han aprovechado bien.

Bien es verdad, que a la dirección socialista la tienen que dejar negociar con libertad, confiando en su responsabilidad y buen criterio. Pero en este sentido, los barones críticos empezaron muy mal, poniendo obstáculos en el camino para que la negociación no pudiera ni empezar; al poner líneas rojas en el Comité Federal, que la Comisión Ejecutiva en ningún momento pensó ni tan siquiera pisar. Con esa algarada, sus promotores tuvieron días de propaganda personal al salir en los medios; sin pensar que, cuando al partido se le hiere, éste sufre en el corazón de sus afiliados. Al poner en entredicho al candidato, ¿acaso el PP esperaba que los barones le hicieran el trabajo? 

De todas formas, se está demostrando que Pedro Sánchez es un político seguro y valiente -No es NO- al no hacer mella en él, la ofensiva mediática del PP y de sus acólitos tertulianos, para obligarle a salvar al gobierno popular, si el PSOE se abstuviera en la investidura de Rajoy. A Sánchez se le dice de todo, pero si la derecha reniega, la posibilidad de un gobierno progresista y reformista puede estar cerca. El flamante nuevo Presidente del Congreso, el socialista Patxi López (de lo que me alegro por él y en recuerdo de su padre el histórico militante vasco de UGT, Eduardo López Albizu “Lalo”), ha declarado: “Esta es la hora de los políticos con mano izquierda”. 

Mariano Rajoy quiere que se repitan las elecciones, porque sabe que de no haberlas en cualquier pacto él se tendría que ir. De llegar allí, en un buen articulo titulado ¿Quién teme unas nuevas elecciones? Soledad Gallego-Díaz decía: “Pedro Sánchez parece dispuesto a resistir, incluso si el acuerdo de izquierda fuera imposible, el PSOE podría batallar en una nueva campaña, demostrando que los socialistas no cedieron ante la derecha y que si no existe gobierno de izquierdas es responsabilidad de Podemos”. 

Se aclararía que el PSOE y el PP no son lo mismo, anulando por los hechos parte del discurso populista que se utilizaba. Dando pie, a que los socialistas recuperaran confianza perdida. Así... resistir es vencer.

          22.01.2016                                                          Fernando Bolea Rubio
                                                                                          Sindicalista

viernes, 8 de enero de 2016

Capricho o propósito del sur

En el Partido Socialista está pasando, lo que nunca debió ocurrir. En las elecciones generales del 20-D, después de las malas perspectivas electorales que se le daban y de Pedro Sánchez obtener  un resultado “bastante digno”. De pronto en el PSOE, se han desatado las más bajas ambiciones e instintos, queriendo relevar a Sánchez como secretario general y de candidato al gobierno de España. Todo ello, ocultando a la persona que se piensa para sustituirlo, aunque se intuye que sería la presidenta de la Junta, Susana Díaz; o el manejable barón, que ella estime. Puede resultar, que lo hecho sea solo un nuevo capricho del sur; o dada su fuerza orgánica, una simple tarjeta amarilla para que Pedro recuerde que es mortal. Pero de todas maneras, lo que está  sucediendo no es serio ni propio de socialistas, amén de demostrar una incoherencia total con los principios de la socialdemocracia y del partido.

Sí Susana Díaz quiere dar el salto a Madrid, para ocupar las más altas jerarquías políticas, que no se esconda y que lo diga. Que en las elecciones primarias, que obligatoriamente tendría que haber, los militantes del partido ya decidiríamos si nuevamente preferimos a Pedro Sánchez o a ella. Él fue elegido por los afiliados en voto secreto y hasta que ellos no lo digan... ¡no se toca! Desde luego, Susana o su hipotético candidato con mi voto que no cuenten, porque como dice el lema: #YoconPedro. La ofensiva que se ha iniciado es tan sumamente grave, que si Pedro Sánchez y los afiliados no lo evitamos, el PSOE irá por el camino de la desaparición, como al Pasok le ocurrió en Grecia. Debido a que los ciudadanos asisten atónitos y los afiliados hondamente molestos a esta guerra interna que nadie comprende, propia de juventudes socialistas, o de críos y crías en la pubertad. Al Partido Socialista lo quieren suicidar, mas muchos lo impediremos y no lo conseguirán.  

Recién acabadas las elecciones con la dificultad de formar el Gobierno, y con fundadas razones de que las mismas se tengan que volver a repetir, es inaudito, de poca cabeza y de muy mala intención, que Susana Díaz y las federaciones más críticas -Andalucía, Asturias, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha-; tengan como fin, cambiar al secretario general y candidato, Pedro Sánchez, dejando al Partido Socialista sin cabeza orgánica y electoral. La  presión del sur y de los barones de las comunidades mencionadas, en una primera estrategia pudieron pretender que Pedro se asustaran y dimitiera voluntariamente; pero han dado en hueso y en vez de eso les hace frente, sin variar en nada su posición. Para la comentarista de cadena SER, Mariola Urrea, “lo mejor de Pedro es que no se ha sometido a los caprichos andaluces”.

¿Y todo para que? ¿Sólo por el afán de decir, quítate tú que me pongo yo? Pedro ha demostrado que  es el mejor líder y candidato que el PSOE puede tener ahora y en mucho tiempo. ¿Acaso Susana piensa que, solo por el hecho de ser ella, obtendría de los electores más votos que Sánchez? En Andalucía quizá sí, pero fuera de allí lo dudo. El cambio que se pretende, a nivel estatal podría ser un auténtico fracaso. El dejar de envolverse en la bandera andaluza como ella hace y hacerlo con la española, tiene un recorrido muy corto y en mi opinión daría poco de sí. Los discursos de Andalucía, Andalucía, Andalucía; o los que haría, de España, España, España, a mí no me gustan y a la mayoría de los españoles tampoco. Miguel Ángel Aguilar dice: “Susana suma ambición e impaciencia”.

Pero claro, la barbaridad que se esta haciendo ¿es solo un capricho más del sur o se trata de un propósito con intenciones inconfesables? Según Ernesto Ekaizer: “Susana quiere pasar a Pedro por la derecha”. Tal como comenta, Federico Castaño, en Vozpópuli: “La operación Susana consistiría en liquidar a Pedro Sánchez, investir un candidato del PP y superar el desafío soberanista”. Soledad Gallego-Díaz afirma: “El primer objetivo es desalojar a Pedro Sánchez del partido, del gobierno, de la oposición y de donde haga falta”. Asegurando: “La recién elegida secretaria general, Susana Díaz, daría su apoyo condicionado a Rajoy durante dos años”.  Soledad dice también, que “algunos barones han enfriado su posición a la vista de la furia y del encono personal con el que Díaz plantea ese relevo”. Cuanto empeño, verdad. ¿Qué y quien habrá detrás?  

Que cada cual haga su propia deducción, sin olvidar en ningún momento que los grandes capitales están en movimiento continuo. Acaso una vez vista la inutilidad de Ciudadanos y de Albert Rivera para recuperar los votos perdidos por el PP, ¿se está utilizando a Susana Díaz para que complete la operación permitiéndoles gobernar? Con esa baronesa que después del lío que armó, salió del Comité Federal riéndose y del brazo del barón asturiano... yo no descarto nada.

     
8.01.2016                                                                        Fernando Bolea Rubio
                                                                                      Sindicalista