El primer engaño político ha sido el de Mariano
Rajoy, dado que por un error y una treta, ha venido ganando las elecciones
durante los últimos años. El error fue del expresidente socialista, José Luis
Rodriguez Zapatero, que cometió la desfachatez de congelar las pensiones en el
2011; aún teniendo el Fondo de Reserva de la Seguridad Social con 66.815
millones -o sea la llamada hucha de las pensiones llena-, para poder coger,
repartir y mejorar los resultados electorales. Algo inaudito. El truco ha sido
hacer creer a infinidad de pensionistas, que el Partido Popular no iba a
congelar las pensiones como los socialistas habían hecho; para lo cual las ha
venido subiendo anualmente el miserable porcentaje de un 0,25%, sin
incrementarlas tan siquiera en función del Índice del Coste de la Vida,
perdiéndose continuamente poder adquisitivo.
Rivera es el Podemos de de derechas -que el presidente
del banco Sabadell reclamó en 2014- y por tanto
el segundo engaño a la vista para los trabajadores y las clases baja y media
españolas. Defienden el contrato único, como solución a la precariedad
existente, cuando supondría lo contrario y sería la mayor aberración conocida
en el mundo del trabajo, al convertir toda la contratación en eventual para
siempre, como los sindicalistas sabemos bien. Queriendo adornar esa píldora con
el lazo de la "mochila austríaca" para las pensiones, librándose el
Estado de la responsabilidad de las mismas, lo que sería garrafal. Todo eso lo
califican de flexiseguridad, cuando sería despido libre y caprichoso total. En
definitiva mal, muy mal.
Sin embargo, lo más sorprendente es, que la sociedad sospecha que Ciudadanos (C's) y sus
dirigentes son más de derechas que el Partido Popular y sus señores, pero ahí
siguen triunfantes creciendo en las encuestas, sin que los votantes detecten de
verdad lo que se les viene encima. Y, lo que es peor, habiendo trasvase de
votos socialistas a esa derecha que se camufla y que cada día a menos gente
engañará.
La derecha que conocemos es mala, mas la de C's que viene
será igual o peor. Con unos
dirigentes que ganaron las últimas elecciones en Cataluña y no han hecho nada,
excepto hablar. Palabrería no les falta. Ese es el partido que más se
vanagloria, con los ojos puestos en defender a los grandes, para lo cual nacieron
-se sospecha que del huevo del Ibex-35- y viven. Éste es su sacrilegio: Para el
sociólogo, Rubén Juste (autor del libro: "Ibex-35"), "C's es más
partidario de los grandes negocios, y el gran negocio hoy en día está cada vez
más en manos de los grandes fondos".
Fondos de inversión globales y buitres, que de manera acelerada desplazan el capital autóctono,
para buscar la máxima rentabilidad en el mínimo tiempo posible; y por tanto,
son más agresivos en la gestión. Estos son los fondos que expulsan a los pobres
de las grandes ciudades, encareciéndoles los alquileres de los pisos, como en
Madrid y Barcelona ocurre. ¿Algún día aprenderemos a votar?
Asimismo, es muy interesante el artículo titulado: "Los
Lobbies políticos que apoyan a Ciudadanos", de Marc Font. Juan Luis Valenzuela, en su artículo: "No es
todo oro naranja lo que reluce en Ciudadanos", va
poniendo en su sitio a C's al informar sobre su falta de implantación en 7000
municipios, debido a las dificultades que está encontrando no solo para formar
futuras listas electorales a los ayuntamientos en pequeños e incluso medianos
municipios, sino que ni tan siquiera tiene militantes y organizaciones locales.
En el acto de "España Ciudadana" celebrado el día
20, Albert Rivera dijo: Recorriendo España yo no veo "rojos y
azules", veo españoles, no veo "jóvenes y mayores", veo
españoles, no veo ni "urbanitas y gente rural", veo españoles. Y
usted, ¿no ve ricos y pobres? Y lo mal que se aplican las políticas de
igualdad, porque no lo menciona. Quizá no sepa que los españoles hemos
trabajado mucho para que la democracia se implantara y estamos hartos de volver
a escuchar mensajes asemejados a los franquistas. Este buen hombre hizo allí un
alarde de fuerza y patriotismo, con el exsocialista francés, Manuel Valls (que
sigue haciendo el ridículo por la política española), junto a la cantante Marta
Sánchez que, canto su insulsa letra del himno de España, con algún lloro y la
satisfacción visible del jefe naranja de la formación.
José María Aznar, el hombre capital y gran santón de la
derecha, mantiene una excelente relación con Albert Rivera. Éste recibe
también, elogios muy significativos de Felipe González. Intenta escenificar una
conexión con el francés, Emmanuel Macron, con quien comparte ideario
neoliberal. Siendo muy característicos los editoriales favorables que recibe de
El País y las elogiosas tribunas de Pedro J. Ramírez en El Español. Acaso... ¿todos
son lo mismo?
23.05.2018. Fernando Bolea Rubio
Sindicalista