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Zaragoza, Aragón, Spain
Sindicalista de UGT Zaragoza entre 1977 a 2006. Periodo en el que fue uno de los refundadores de UGT Zaragoza, Sº de Acción Reivindicativa de UGT Zaragoza, Sº General de UGT en General Motors España, Presidente del Comité de Empresa de GM España, Sº General de UGT Metal Zaragoza, miembro del Comité Confederal de UGT y formó parte del Comité Europeo y Mundial de General Motors .

domingo, 7 de julio de 2013

Un nuevo PSOE, para un tiempo nuevo

El Gobierno popular es malo para la inmensa mayoría de los españoles. Porque como  ellos saben, les van quitando cada día más descaradamente, los pocos bienes públicos que tienen, cediéndolos a una minoría de privilegiados para sus negocios privados. Cargan hasta arriba los furgones del dinero, llevando a cajas de caudales especulativas las pensiones, la sanidad, la educación. Se fijó en los derechos laborales y no quedan ni migajas. Derechos civiles suben al cielo. El tándem cardenales-banqueros hacen su agosto ideológico financiero, mientras más gente sufre penurias, por perder salarios, ayudas sociales, renta familiar. “Llevo el carro lleno de latas de legumbres, pero solo puedo donar una, porque mis tres hijos están en paro y son para que mis nietos coman”. Se lamentaba una buena mujer. 

El país es ahora como un desagüe al revés. Con una gran manguera que se lleva lo bueno y deja lo malo, lo sucio, lo peor de la política, de la economía, del trabajo, especulación, inhumanidad, miedo. Todo ello aderezado por ejércitos de tertulianos del poder, con casi todas las cadenas de TV o radio al servicio de esta desviación. Han convertido los platos, los estudios, en auténticos rings donde se suceden los sopapos, contra la izquierda, los sindicatos, el Partido Socialista. Al Partido Popular no. Con él, defensa numantina. Los intereses han vencido la neutralidad. Se llega al extremo de trasmitir tertulias espectáculo, juntando a mayorías de ultraderecha y derecha con minorías opositoras débiles, con un resultado escandaloso que aborrece a la gente de buena fe, alejando la audiencia. Hay periodistas personificados en políticos que mandan, que más bien parecen marionetas serviles gruñonas que degradan esa admirable profesión. A mi me producen lástima. Pero esta degradación general me duele. ¿Cómo es posible que España haya caído tan bajo, en solo 18 meses de mandato del Gobierno?

Todo esto al menos ha servido para algo. Para saber, que el Partido Popular no defiende ni lo hará nunca el Estado del bienestar. El capital de los pobres. Su misión neoliberal en la vida es acabar con él, anulando el papel del Estado. Continuando así, su callada pero eficaz revolución conservadora o de la desigualdad, cuyo líder es Mariano Rajoy. Apocado él, aunque aprovechando la crisis, sigue el rail del capital al pie de la letra. Debe pensar que, con alguna limosna, basta. Él ya escribió, que “hay diferencias de cuna” y, que por tanto, las personas no pueden ser iguales. Este hombre debe ser un castigo de los dioses, a sus votantes sin caballo. ¡Que cambien de señorito, para no sufrir tanto todos!  

En el PSOE, mi partido, sus electores tampoco irradiamos felicidad. Nunca la sociedad ha estado tan alejada de él. Su estado es insostenible. Se viene diciendo que, primero el proyecto, después el candidato. Mas, de ese programa: ¿Qué partido va a salir?  ¿Socialdemócrata, medio neoliberal, liberal del todo, una cosa amorfa o disforme a la que nadie haría caso, como ahora? ¿Tendrá, la bendición de la iglesia y la banca? ¿Al nuevo candidato, se le va a dejar todo hecho, para que no se pueda mover en la mordaza? ¿Dejando todo atado por los restos del felipismo y el zapaterismo? Si Rubalcaba se va, no debe ser él quien lidere el fondo y la forma del nuevo programa. Tendría que ser la nueva dirección la que influya en la ruta a seguir, eligiendo los aparejos útiles. Cada cura celebra su misa. ¿Y si al nuevo cardenal no le gusta el vino elegido? ¿Beberá otro o no dará la comunión, quedando los fieles en pecado de nuevo?

Para empezar, el partido se debería presentar a la sociedad como: El nuevo PSOE. Sin embargo, es imposible hablar de algo nuevo con componentes viejos. El viejo PSOE de los últimos cinco años, está hundido electoralmente, sin tener capacidad de reactivación, debiéndose orillar del debate político y mantenerse como agrio recuerdo. Por consiguiente, todo lo significativo de esa época sobra, su líder actual, el equipo de dirección, la mayoría de los miembros de los comités de apoyo, secretarios regionales quemados, corruptos, vividores, los que no presenten gestión acorde con su responsabilidad. Con políticas derechistas fuera. Dando participación interna. Eliminando de raíz, familias de poder y desviaciones orgánicas. La candidata a las primarias andaluzas, Susana Díez, habla de “un tiempo nuevo”. Ahora bien, con él y “un nuevo PSOE” sería mejor. Hilar esta tela  requiere tiempo, pero los afiliados tienen que empezar a tejer. Según una encuesta, hoy el PP perdería 66 escaños y el PSOE 5. Éste, en vez de subir baja. Esto es un cataclismo. 

El nuevo Partido Socialista tiene que ser un partido de gobierno y, sobre todo, una formación de carácter social. Socialista democrático o socialdemócrata, porque como es lo mismo me da igual. Un nuevo PSOE, que esté junto a los trabajadores, las clases medias trabajadoras, los jóvenes, los parados, las personas dependientes, la discapacidad, los mayores y sus pensiones, con todos los seres humanos que tengan necesidades. Siendo una máquina social de recuperación, de la sanidad y de la educación perdidas. Devolviendo a los trabajadores los derechos laborales estafados, con estima y consideración. Tres millones de exvotantes socialistas, podrían esperar un cambio así, para empezar a confiar en él de nuevo. Saben que el Estado del Bienestar sólo lo garantiza la izquierda. Que la derecha supone sufrir, dejando los bolsillos con calderilla.


                 7.07.2013                                     Fernando Bolea Rubio
                                                                           Sindicalista