Ser trabajador hoy en España es aterrador, como no ser
nada. Una hoja que maneja el viento. Un mimbre que se dobla y no se alza. Nunca
en democracia los asalariados han caído tan bajo, ni han estado tan mal. Ni el
movimiento obrero ha permanecido tan dormido. Decir trabajador es decir
esclavo, o sirviente mileurista de verano. El neoliberalismo no para, es como
la peste que arrasa con todo. El estado laboral es inaguantable y, será todavía
más, si no se apagan con acción sindical... las llamas de este infierno.
Quieren comprar a los trabajadores como si fueran un kilo
de peras, baratos y de consumo inmediato, tirando después los corazones a la
basura. La ministra del cataclismo, Fátima Báñez, cargando en si con 600.000
ocupados menos que antes de su reforma
estafa laboral; ha vuelto a coger la palanqueta, para hacer un nuevo atraco a
los derechos de los trabajadores, al anular de hecho la facultad de los
magistrados para declarar nulos, por defecto de forma, los Expedientes de Regulación
de Empleo. El 50% de los ERE, son señalados como tales. Ella debe pensar, que
con los jueces le ha salido un grano en el trasero. Y en parte es así. Sin
embargo, se olvida de la principal causa de su mal, de las asesorias jurídicas
de los sindicatos que, aún a su pesar, siguen vivas y muy activas. Posiblemente
ahora, al cerrarles puertas jurídicas de defensa, hagan más uso de los
juzgados, exigiendo responsabilidades empresariales penales. ¿Acabará con algún
sujeto en la sombra? Su furúnculo, puede llegar a tener pus y traer cola.
Pero la desfachatez de la ministra no acaba aquí. En el
verano de la corrupción del Partido Popular por el Bárcenasgate. Con ficticias
“cortinas de humo” gubernamentales –creando un serio conflicto diplomático con
Gibraltar-, para desviar de la atención mediática la corruptela y la presión
política sobre Mariano Rajoy. La torera Báñez, siempre al quite también, ha
invitado a delatar a los que cobren el paro fraudulentamente, recurriendo al
chivatazo ciudadano. Yo no sabía, que los presuntos ladrones fueran gente tan honrada. La respuesta ha sido
magnífica. Infinidad de personas se han dirigido a la web del ministerio,
denunciando las andanzas de los PP-Gürtel-Barcenas, dejando a la autora de la
chirigota en un escenario risible. Los fraudes no son tolerables. Sin embargo,
esta señora no tiene autoridad política, ni moral, para pedir al pueblo algo
así.
Eso sí, igual que los ríos, el ultraliberalismo
-organizado en instituciones y centros de poder-, siempre vuelve a su cauce.
Desde el principio de la crisis vienen diciendo que, como el euro no se puede
(no se quiere) devaluar, los salarios de los trabajadores españoles se tenía
que reducir un 20-30%, para que el país ganara competitividad. Deben pensar que
en una empresa, el coste laboral es el único existente, cuando es posible bajar
gastos en otras partidas significativas -logística, publicidad, compras-, sin
coste social, ni diferencias sindicales.
Así, primero fue el Fondo Monetario Internacional (suelen
decir lo que los gobiernos de cada país quieren oír) recomendando, el segundo
día de agosto, “bajar los sueldos españoles hasta el 10%, en dos años, para
crear empleo”. A continuación, cuatro días después, como una orquesta bien
dirigida, el comisario europeo de Economía, Olli Rehn, apoyó el plan del FMI,
“por el bien de los jóvenes parados españoles” dijo, con total
desvergüenza. Como si él no fuera uno
de los principales culpables del desempleo español, por sus escandalosas políticas
de austeridad y simpatías por los capitales alemanes. ¿Acaso, quiere eludir su
responsabilidad en el desastre económico-social, que sufre España? Asimismo,
Cándido Méndez (Secretario General de UGT), califica al FMI y al comisario de
“ilustres ignorantes”, acusándoles “de sacudirse las moscas de cualquier
responsabilidad, al atribuir a la inacción de los demás los graves problemas que padece Europa”.
Según Méndez: “La correlación entre rebajas de salarios y
recuperación del empleo no encaja con lo acontecido en nuestro país. Desde el
año 2010, los salarios (en términos reales) han caído un 7,6%, y los empleos
destruidos han sido 1.610.400”. Él recomienda, “aumentar el tamaño medio de las
empresas españolas (como desde hace mucho se viene diciendo en este blog), para
abordar el cambio organizativo y cultural que necesitan nuestras empresas para
mejorar su capacidad financiera, tecnológica y exportadora”. En mi opinión, en
los trabajadores no hay que ahorrar, sino invertir, para buscar su
participación impulsora.¡Cuanta fuerza efectiva pierde inútilmente, la
incultura empresarial y política!
Existe además, el pacto salarial del II Acuerdo para el
Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), para el periodo 2012-2014, firmado
por los agentes sociales para proteger el empleo, con sustanciales reducciones
de poder de compra. Con el mismo, en 2012, la infracción real fue del 2,9% y
los salarios pactados del 0,5% para ese año. En consecuencia, un 2,4% menos que
la inflación que, por cuatro años, resultaría un 10% de caída salarial. La
misma, en dos años más, que la pretendida por el lobi FMI-Rehn. Por
consiguiente, estos ilustres ignorantes: ¿Son solo unos metepatas, o sus
mensajes tienen mayor alcance político?
Yo pienso, que han buscado dos efectos. Uno local,
ayudando al Gobierno, a engrasar la tijera de los recortes al Estado del
bienestar, que pronto materializará. Y otro alemán, en apoyo de Angela Merkel,
en sus elecciones del 22 de septiembre. Haciendo ver a los alemanes que, no van
a perder dinero, porque los problemas españoles se pueden solucionar por ellos
mismos. Sin hacer, por ejemplo, “una devaluación del euro del 10%, en vez de
reducir los salarios en ese porcentaje”, como el economista José Carlos Díez
sugiere. Otro procedimiento sería, hacer una “quita” de la deuda general. Si fuera
una maniobra así, sería intolerable que a España se le utilice en campañas
propagandísticas, sin que el Gobierno español la defienda y valore.
No obstante, la verdadera serpiente de verano, con el
veneno laboral más letal, la propone la CEOE, por pedir al Gobierno: “La
posibilidad de imponer, en ciertos casos, contratos a tiempo parcial a
trabajadores contratados a jornada completa”. “Ampliando el numero de horas
complementarias que pueden realizarse del 15% al 30% de las horas ordinarias”.
En concreto, menos compromiso contractual, con indemnizaciones inferiores de
despido, llegado el caso. Pero, asegurándose la empresa para el día que le
interese y sin pagar por ello, la disposición del asalariado durante la jornada
completa, con el 30% de las horas extra. Lo que impediría al trabajador,
adquirir compromisos para hacer otro trabajo parcial adicional en otra firma,
para completar el sueldo diario, dado que un día podría ir a hacerlo y otro no.
Todo esto, aunque los afectados no puedan consumir, ni vivir, o sufran sus
familias situaciones extremas de necesidad. Para el economista, Antonio Baños:
“Aquí lo único importante es el empresario, volviendo a las relaciones
laborales de los años treinta”.
La derecha siempre ha llevado el país a la regresión y ahora
está haciendo lo mismo. El socialista, Enrique Múgica, en 1992, dijo: “España
era un país de tercera, lo hemos hecho de segunda, pero no podremos hacerlo de
primera”. Que Lucifer apague el fuego.
12.08.2013 Fernando Bolea Rubio
Sindicalista