Felicitando
al emergente partido Podemos, por su rápido ascenso (0-5 eurodiputados) en las
elecciones del 25-M; afirmo categóricamente, imitando el sí nosotros podemos de
Barack Obama que, en el PSOE "Yes We Can”, es el único “podemos” en el que
yo confío. Mucho más, después de saber, que Alfredo Pérez Rubalcaba va a dejar
el liderazgo del Partido Socialista, en el Congreso Extraordinario que se ha
convocado para el 19 y 20 de julio. Así lo debe hacer, después de su segundo
estrepitoso fracaso electoral (de 23 a 14 asientos), al objeto de que una nueva
dirección asuma la responsabilidad, recuperando la confianza del
centroizquierda.
¿Hay
personas para hacerlo? Por supuesto que sí. ¿Quiénes serán las más indicadas?
Para la secretaria general, la designación es muy sencilla. En el estado actual
del partido, todos los afiliados, militantes y simpatizantes saben, que el peso
orgánico de la organización está en Sevilla y no en Madrid. Dado que Andalucía
-con casi tantos habitantes como Portugal (8,45 millones por 10,53-, esta
presidida por una socialista, una loable dirigente, que en las europeas ha
superado a los populares en 9,2 puntos
en su comunidad. ¿Hay que fabricar deprisa y corriendo un nuevo líder?
No por favor. Ya lo tenemos. Y tiene nombre de mujer, Susana Díaz, sevillana,
de 39 años. Una inmejorable edad. No hay que buscar más, acaso expresarle la
simpatía y el reconocimiento de los socialistas para que acepte tan alta
designación.
En
el PSOE se sabe, que el nuevo secretario general será el que los socialistas
andaluces estimen. Así será, por su peso político y orgánico (30% de los
afiliados). Por consiguiente, que ellos dirijan directamente el partido en aras
de la efectividad. Sí, supone mucho sacrificio personal; pero, el PSOE esta tan
hundido como cuando Joaquín Almunia -entonces secretario general y candidato-
abandonó la dirección en el año 2000. Se
necesita esta salvación. Para mí no hay otra mejor. Andalucía ha sido siempre
cuna de grandes dirigentes socialistas. Allí el socialismo se vive, se
defiende, es patrimonio del pueblo, de las clases medias y bajas, sin señoritos
con caballo de por medio. Esta cultura ideológica hay que extenderla más al
resto del país. Y eso, Díaz lo haría bien.
Poner
a Susana al frente del partido significaría, recomponer automáticamente la
unidad interna del mismo, bastante deteriorada desde el Congreso fallido de
Sevilla en 2012, cuando Rubalcaba le gano a Carme Chacón la secretaria general
por apenas 22 votos. El PSOE se dividió en dos y las secuelas aún perduran,
cuando tan importante es manifestar unidad y firmeza interna. Siendo ante todo
lo mejor, el que resurgiría la ilusión socialista tanto dentro como de modo
general, al tener la seguridad de que se dispone de una líder de verdad. Una
dirigente que gozaría de la confianza de los españoles, con posibilidades
reales de ganar y experiencia para gobernar. Ella dice: “No, al día de hoy”.
Pero,
además de ostentar la secretaria general federal, ¿sería ella la candidata a la
presidencia del Gobierno español en el 2015, tras haberse presentado a las
elecciones primarias previstas? Se darían dos posibilidades. Una, que lo fuera
teniendo que dejar en ese caso la presidencia de la Junta de Andalucía. La cual
sería la que más posibilidades tendría de ganar, dada la colosal caída
electoral del PP y, por el hecho, de ser ella la que encabezaba la candidatura
socialista. Otra, ser la secretaria general federal del PSOE, siguiendo de
Presidenta de Andalucía; por lo que habría que elegir otra persona como
candidata a las generales. A mi me gustaría más la segunda opción, porque sería
conveniente que afianzara durante más tiempo su liderazgo andaluz. Apenas lleva
ocho meses como presidenta de la Junta. Debido a su juventud, tiene tiempo para
todo. Podría ser candidata en 2019, en 2023 y hasta después.
En
ese caso, se necesitaría una total connivencia entre la secretaria general y el
candidato o candidata. En el Congreso de 2012, la sintonía entre Susana y Carme
Chacón fue total. Andalucía mayormente votó por ella. Yo que en mis comentarios
también aposté decididamente por Chacón, de momento sigo pensando lo mismo. No
sé si sus viejos apoyos continúan o no. Durante los próximos meses se sabrá.
Al
que no veo como secretario general, ni de candidato a la Moncloa es a Patxi
López. Me parecería el heredero de lo viejo, viniendo de fracasos electorales
ocupando la secretaria general socialista en el País Vasco, a la que también ha
renunciado. Evidentemente puede
desempeñar altas responsabilidades orgánicas y gubernamentales, pero nunca
desde la primera línea. Como le pasaba a Rubalcaba, no tiene gancho electoral,
ni las facultades apropiadas para tan altas funciones. Para ir clarificándose
el panorama interno, debería decir que no será candidato a nada. Me parece
mucho mejor, Eduardo Madina, el cual debería forman un tánden con Carme, tanto
monta monta tanto, contando con su amigo Patxi López y yendo todos juntos hacia
un futuro socialista mejor.
Con
todo, de las elecciones del 25-M cabe la importantísima lectura de que el
Partido Popular ha perdido las mayorías absolutas que lo afianzaban en el poder
(PP: 26,05%, PSOE: 23%, muy diferente a los resultados de 2009, con un 42,12% y
el 38,78% respectivamente). Con este resultado, la gran preocupación de la
derecha es que no ganaría las generales
de final de 2015, abriéndose todas las posibilidades a la izquierda. Mariano
Rajoy sería caballo de una sola carrera, no repitiendo en la segunda. Por eso,
urge que el Partido Socialista esté preparado para gobernar a la mayor
urgencia.
Sí,
entre Susana y Carme, dos mujeres que me gustan, podría estar la solución. Que
los afiliados y las afiliadas piensen; sin embargo, Felipe González que
descanse un poco. Ahora dice: “La
revolución bolivariana se está poniendo de moda en España”. En todas las casas
hace falta un viejo. Pero ostras, no tan bailón.
30.05.2014
Fernando Bolea Rubio
Sindicalista