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Zaragoza, Aragón, Spain
Sindicalista de UGT Zaragoza entre 1977 a 2006. Periodo en el que fue uno de los refundadores de UGT Zaragoza, Sº de Acción Reivindicativa de UGT Zaragoza, Sº General de UGT en General Motors España, Presidente del Comité de Empresa de GM España, Sº General de UGT Metal Zaragoza, miembro del Comité Confederal de UGT y formó parte del Comité Europeo y Mundial de General Motors .

viernes, 2 de mayo de 2014

Promesas y agallas para cumplirlas

Ante tantas pérdidas sociales y calamidades laborales, el PSOE tiene que empezar a comprometerse seriamente con los españoles, adquiriendo compromisos gubernamentales de verdad, si quiere ganar las elecciones a partir de ahora. Así lo hizo en su día y le fue bien, el expresidente socialista José Luis Zapatero, al prometer retirar las tropas españolas desplegadas en Irak, si ganaba las legislativas de 2004. Como base de partida, lo que se ha de asegurar es, que se repondrá lo perdido en sanidad, educación, derechos, mandando a la chatarra las tijeras recortistas de bienes sociales; a la vez que se anula la reforma laboral, ministra Báñez, para que los trabajadores vuelvan a respirar y sentirse vivos.

El Partido Socialista tiene que levantar el ánimo de la gente, llevando el sentimiento  socialista entre las máquinas de las fábricas, de los campos cultivados, de los negocios de toda índole, sobre las mesas de los autónomos, si quiere llegar al corazón de los españoles y ganar. El PSOE es la única ilusión que aún queda, porque con el PP todo es miseria. Y, en verdad, con una advertencia. Si lo que llegara a proponer después no lo cumpliera, sería además de un infame engaño, una nueva decepción tan mayúscula para muchos votantes socialistas y progresistas, que seguramente perdería su simpatía definitivamente. Se trata de recuperar confianza, no de perderla inútilmente si el socialismo no es fiable. Por tanto, hay que hacer promesas, pero teniendo firmeza y agallas para cumplirlas.

Precisamente, si el desempleo es la principal desdicha de los españoles, esta desgracia social debería ser la que más atención política requiere, yendo los primeros compromisos socialistas en esa dirección. No se trataría de volver a prometer 800.000 puestos de trabajo como los socialistas hicieron en 1982, ni los 2.500.000 que los populares anunciaron en 2008. Cifras que se incumplieron. La promesa ha de ser más real para que sea efectiva.

Así, la Confederación Europea de Sindicatos (CES), con UGT y CCOO al frente, piden un “plan Marshall” para crear empleo en la Unión Europea (UE), que en mi opinión esta muy bien hilvanado. Consiste en que se destine el 2% del PIB europeo anual (250.000 millones de euros), para dinamizar el tejido productivo y el mercado laboral. En diez años supondría crear once millones de empleos en Europa, dos millones en España y entre 70.000 y 80.000 en Aragón.

¿El dinero? No es problema. Si para el rescate bancario español ha habido hasta un 4% del PIB, para esto que es más necesario también lo tiene que haber. Y no forzosamente de dinero público. ¿Dónde se puede pescar? Donde hay pesca. Solo del que tiene se puede sacar. Que se habrán con una reforma fiscal justa y de verdad las grandes compuertas del dinero, hoy bloqueadas con el hormigón armado de la sinvergüencería del fraude y del miedo político existente, para que fluyan los canales de inversión y progreso. Únicamente con empleo y dinero para poder comprar, se superará esta mal enfocada crisis financiera, con efectos devastadores en muchas personas y empresas. Sí el dinero lo generan los grandes negocios, que sean los primeros en cebar el anzuelo para que luego se pueda comprar lo obtenido.

Algunos pasos ya se están dando. El PSOE propone la creación de una “troika social” para que mida los efectos de los recortes en la UE, que estaría formada por miembros del Parlamento Europeo, la Comisión Europea y los agentes sociales patronales y sindicatos. Esta de acuerdo con el plan Marshall sindical, con 80.000 millones para políticas de crecimiento. Más inversión en I+D+i (parte del plan Marshall). Mayores fondos para el banco de inversiones (plan Marshall). Un impuesto sobre transacciones financieras. Mutualización de la deuda: repartida y asumida por los Estados. Lucha contra los paraísos fiscales en la UE. Política industrial para alcanzar el 20% del PIB (en Aragón ya se supera). Triplicar el fondo para el empleo juvenil, hasta los 21.000 millones de euros. Cuadruplicar el fondo europeo contra la pobreza. Modificación de los estatutos del Banco Central Europeo (BCE) para que la creación de empleo sea una de sus directrices. Junto a otras medidas.

La candidata socialista, Elena Valenciano, presentó estas propuestas en la conferencia: “El futuro social de Europa organizada por UGT. Ella pidió asimismo un “pacto de progreso social”, considerando que no hay que ceder ante quienes quieren instalar el dogma neoliberal del fin del Estado social. “Hay que poner el mercado al servicio de la sociedad y no al revés”. Si la socialdemocracia no gana las elecciones europeas (el 25 de mayo), “luego será tarde”, afirmó.

¿Hay programa? Por supuesto que sí. Solo faltan votos. Y, una respuesta participativa, que debería ser alta y en dirección socialista, para que se produzca el cambio político que la actual Europa neoliberal y conservadora necesita. Teniendo presente, que para lograr ese fin, el socialismo tiene que ser fuerte y claro en todos los países de la Unión, sin florituras desorientadoras innecesarias que no benefician al proyecto. Se dice que el socialismo no ha encontrado su camino. A veces pienso que puede ser así, porque da la sensación de que no se sabe salir de las terceras vías, con sus intentos de unir liberalismo con socialismo, yendo directos a la desorientación y al aislamiento. “La única diferencia actual entre liberales y conservadores, es que los liberales van a misa de cinco y los conservadores van a misa de ocho”, dice el coronel Aureliano Buendía en el libro: Cien años de soledad, del querido y admirado Gabriel García Márquez que  acaba de fallecer.

Sobre su libro: “Ser hoy de izquierdas”, por una izquierda moderna y eficaz, el diputado y secretario ejecutivo de la Comisión Federal del PSOE, Juan Moscoso, declara: “La izquierda debe olvidar el discurso de clases”. Pero, ¿por qué?. ¿Por qué quieren echar a votantes del partido? En medio de una campaña electoral y en la situación de debilidad en que se encuentra el partido, no procede introducir esta polémica. Todo el mundo sabe que el Partido Socialista ya no es marxista, por ello el discurso de clases ya está olvidado y no figura como programa máximo de nadie. Sin embargo, amigo, el sentido de clase es un sentimiento intocable y a ningún socialista viejo o joven, se le puede quitar. Ser de la clase trabajadora es un orgullo, al que no se renuncia nunca. Yo no lo haré jamás.  

Al no hablar de clases, tendríamos que hablar de “capas”. La capa alta, la capa media, la capa baja. La verdad es, que no me imagino a los lideres de los sindicatos, dirigiéndose ayer a miles de trabajadores al final de la manifestaciones del 1º de Mayo, diciéndoles: La capa obrera, la capa trabajadora, la capa empresarial. Anda... ¡torea ya! les dirían. Hay culturas que no se pueden cambiar, ni procede tocarlas, porque se han hecho eternas. ¿Acaso se puede borrar de las mentes portuguesas, la canción “Grândola, Vila Morena” de la Revolución de los Claveles del 25 de abril, de ahora hace 40 años?

En el epílogo del libro de Moscoso, Felipe González dice: “Hay que repensar el camino de la izquierda democrática en un mundo que ya cambió”. Pero no con mi consenso, ni el de mucha más gente, lo que nos permite admitirlo o no. La socialdemocracia es justicia y cambio para bien. Todo lo puede cuestionar y hay que hacerlo. Tal como oído en la SER: “El capitalismo está desmadrado”, y con  paños calientes no se revertirá su avaricia. Por lo demás, el libro no esta mal, es ilustrativo. Aunque en general, no estoy de acuerdo del todo con él, debido a la flojedad ideológica que trasmite.

Hace dos días, El País titulaba: “España toca fondo con la destrucción de 2.000 puestos de trabajo al día”. Según la encuesta de población activa (EPA) del primer trimestre, en España hay 5.933.300 desempleados, la tasa de paro es del 25,9%; con 148.400 en Aragón y un porcentaje del 22,85%. Pero nada, para el Gobierno “la recuperación va sobre ruedas”. En el PP cuanto peor les van los datos económicos y más caen en las encuestas electorales, más mienten. Para la portavoz parlamentaria socialista, Soraya Rodríguez: “Este es un Gobierno de mentirosos”. Todos los días lo podemos constatar.  Llegó al Gobierno con mentiras y se irá mintiendo.          

“Sin empleo de calidad no hay recuperación”, fue ayer el lema de UGT en la Fiesta del Trabajo. Precioso, ¿verdad? Esto es pasión sindical que, me gustaría que fuera también,  sentimiento y corazón socialista.

 
2.04.2014                    Fernando Bolea Rubio
                                Sindicalista