Valorando la irrupción del movimiento Podemos en las
europeas del 25-M (1,2 millones de votos); sorprende su rápido ascenso, tanto
como la simpleza de su mensaje. Su programa político es más bien una plataforma
reivindicativa. Un cajón de sastre donde
cabe todo. Las agujas, el hilo, la nacionalización de la banca, no pagar
la deuda, jubilaciones tempranas, el que los fines de semana haga buen tiempo,
que los niños no lloren. Todo. Total, no se comprometen a nada y la culpa de no
conseguirlo la tendrán los demás. Y si para sacar tres votos más, hay que
añadir tres piruletas, ahí están. Se insulta a los socialistas, a cada uno de
ellos, con artimañas y mentiras como: “El PP y el PSOE la misma m... o casta
es”. ¿Será posible? ¿Estos de que van?
Pero claro, un buen socialista cuando lo ofenden responde.
Así diré, que su cabeza visible, Pablo Iglesias (le he oído llamar Pablito), ha
sido elegido pero no hace nada. Se pasa el día en los medios. Yo tengo la
impresión, de que es un líder de cartón piedra, con un ego subido y muchas
horas de TV privada. Lástima de país, tan lejos de la racionalidad política y
tan cerca de la demagogia más atroz, reflejada en los funestos populismos que
han surgido en la Unión Europea. Tenemos el mal ejemplo de Beppe Grillo en
Italia, pero no se aprende. En el sindicalismo se conocen personas así. A mi no
me sorprenden. Cuando los veo en un programa, cambio de canal.
He oído comentar a un profesor que, el tal Podemos dio una
charla en su facultad y que algunos profesores habían asistido entusiasmados.
Lo cual me llenó de honda preocupación. Pero vamos a ver, ¿ese es el nivel de
cultura política que tiene el profesorado español? ¿No ven más allá de la
pantalla de plasma? Pobre juventud con estos educadores. ¿No saben que el
asambleísmo que practican es un cáncer de la política y del sindicalismo? Un
paso atrás. El asambleísmo solo sirve para “calentar” la cabeza de la gente, no
para decidir ni solucionar nada. Siendo yo presidente del Comité de Empresa de
GM España, llegamos a estar en la fábrica más de 9.500 trabajadores directos. Y
así, ¿alguien puede llegar a pensar que se hubiera podido firmar algún convenio
colectivo, por medio de asambleas generales decisorias? Solo lo proponía el
sindicato CGT y nunca se hizo. Como el profesor Gonzalo Bernardos, yo no quiero
que este país se convierta en una Venezuela II.
La misma alucinación, la han tenido algunos socialistas
que han optado por esa candidatura. Se les oye decir: “Cuando el PSOE lo haga
bien le volveré a votar”. ¿Pero es que no saben lo que es ser un militante
socialista? Yo he ido a votar cumpliendo mis deberes como ciudadano y, por
descontado, he votado al PSOE como le corresponde hacer a un socialista.
Algunos compañeros tienen poca fortaleza ideológica. En eso debería incidir el
partido, formando adecuadamente a su gente. Se pretende impartir conocimientos
y abrir debates sobre economía, de otras cuestiones, en debates internos. Sin
embargo, quizá lo más necesario sea llegar a saber que es ser hoy un buen
socialista democratico o socialdemócrata que es lo mismo, para que los traspiés
electorales no vuelvan a ocurrir.
El diario El País ha publicado una encuesta, según la cual
más de la mitad de las personas que han votado a Podemos, no descartan apoyar
al PSOE en el futuro. Eso sería recuperar
600.000 votos que no irían mal. Mas para eso, ¿el PSOE tiene que ir por
detrás o por delante de Podemos? En mi opinión, ni en un lado ni en otro. El
partido tiene que ser él mismo. Ideológicamente, de centroizquierda, porque si
no fuera así, en España nunca ganaría las elecciones y siempre gobernaría la
derecha con sus recortes y retrocesos. Esta es la primera lección que ha de ser
compartida. Así, es hasta aconsejable que haya gobiernos de coalición con la
izquierda, con Izquierda Unida (IU). No tanto con la ultraizquierda de Podemos,
dado que eso desvirtuaría el programa electoral socialista, causando rechazo en
capas medias de votantes necesarias para ganar.
Además, los Pablos se pusieron tan fantásticos con su buen
resultado, que enseñaron la patita y se les vio la enagua. Ellos no buscan
pactar con el PSOE, su objetivo es destruirlo para ocupar su espacio y a ello
van. Para eso, cuentan con la visión del califa del sorpasso (adelantamiento en
español), Julio Anguita, autor de la histórica pinza IU-PP, para acabar con los
gobiernos socialistas de Felipe González. Pretendía y pretenden arrebatarle al
Partido Socialista el bastón de la izquierda, lo que nunca se consiguió, ni se
conseguirá. Estos chicos ya dicen como aquel, programa, programa, programa.
¡Cuanta sabiduría! La verdad. En realidad, todos proceden de IU. Parece como si
se hubieran dividido en dos, para atacar desde la izquierda y la ultraizquierda
la cumbre del socialismo.
Aunque el Coordinador Federal de IU, Cayo Lara, ha
declarado: “No vamos a hacer parte del discurso de Podemos porque no creemos en
él”. Al final, IU tendrá que elegir entre el PSOE y Podemos. Con los socialistas
tendrían posibilidades de gobernar, en muchas instituciones y hasta en el
propio Estado; como ocurre en Andalucía, con el gobierno de coalición PSOE-IU.
Con Podemos nunca gobernará ni dejara de ser minoría. Estos le puede estar
haciendo bastante mal a IU, dado que le esta quitando votos y le podría impedir
formar parte de muchos gobiernos. Ellos verán.
Con gente como la de Podemos, nunca se ha podido ir a
ningún sitio ni se podrá. Por lo tanto, el Partido Socialista ha de plantarles
cara, haciéndoles frente dialécticamente, cuando sea menester. En ese
movimiento no quieren a los socialistas y estos a ellos no los necesitan para
nada. No son raíles para ir a la par, sino un obstáculo en la vía socialista de
fácil superación, si se deja de pensar en que todo el mundo es de clase media,
sin una clase trabajadora a la que atender.
Así que, atémonos bien los zapatos y a caminar, con la
bandera socialista por delante. Han dividido más a la izquierda, con el aplauso
de la derecha; pero todo se superará... si el PSOE quiere.
13.06.2014
Fernando Bolea Rubio
Sindicalista