A los hijos se les quiere mucho y
a los padres también. Y a los hermanos, primos, a la familia en general. Así
diré, que el PSOE es una familia ideológica. Con sus amores puros y sus
desavenencias. Pero no una familia más. Ella es el socialismo español, o si se
prefiere la socialdemocracia europea, la mayor organización de izquierdas
existente. La que ha levantado los Estados del bienestar, para las clases
trabajadora y media baja. El socialismo y la socialdemocracia de siempre, en la
que han confiado millones de personas para conseguir una emancipación que las
alejara de la miseria y hasta del hambre. Con sus ansias de libertad y de
derechos, debido a la opresión que sufrían. Eliminando la explotación juvenil y
en el trabajo. Buscando la igualdad de oportunidades, el reparto de la riqueza,
la protección el Estado, las ganas de vivir.
Alguien ha llegado a pensar,
¿como sería la vida de los ciudadanos si el socialismo no existiera? Los
jóvenes que dudan, deberían ver con suma atención la película: “Las trece
rosas” o la de “Las maestras de la Republica” y mis artículos de este blog: “La
socialdemocracia que nunca llega” I y II (junio-2011, julio-2011) y entenderán
totalmente lo que quiero decir. El socialismo no se puede perder. La derecha
rancia estaría encantada con que eso pasara, si bien nunca ocurrirá; porque las
capas más desfavorecidas de la sociedad, los trabajadores, las personas libres
y justas con anhelos de justicia social, necesitan el socialismo y pelearán por
él.
Los abuelos, los padres, han
conservado el legado socialista y lo han traído hasta aquí. Serías un necio o
una necia, si permitieras que la cadena socialista se rompiera o se debilitara
contigo. En Grecia se van a dejar perder electoralmente el socialismo, y hasta
que no lo recuperen lo lamentarán. En España no puede ocurrir lo mismo; pero,
quizá sí suceda, si no se vota pensando en el socialismo tanto como en el
partido. Y, si sus dirigentes y aparatos, no piensan como socialistas buscando
solo su bien personal, alejado de los intereses de la sociedad y de las clases
que representan.
Hace un año, salió una opción
política que dice no ser de izquierdas ni de derechas, para atraerse los votos
de la ignorancia. Estos nada. Cuanto más suban, de más alto caerán. Ya han
empezado sus problemas entre ellos, según el digital El Plural, los críticos
internos de Podemos Sevilla cargan contra la dirección: “Son gente sin
escrúpulos, ambiciosos, sinvergüenzas”. Cobran por dar clases de dudosa
ejecución, reciben sustanciosas cantidades de dinero venezolano y de otros
países por asesoramientos que nadie cree. Según Pedro Sánchez: “Mienten más que
hablan”. Ya les llaman “trileros” y eso que aún no los conocen bien.
Los líderes son pasajeros y las
ideas eternas. Por eso, procede votar siempre en función de las ideas y nunca
por liderazgos sin ideas, aunque se expresen con mucha locuacidad. En el
Partido Socialista hay votantes, simpatizantes, afiliados y militantes. El voto
de los votantes y simpatizantes son inconstantes y no cabe exigirles más. Sí a
los afiliados y militantes, dado que comparten los vaivenes del partido y su
ideología socialista o socialdemócrata si gusta más. Si se es socialista
organizado en el partido, no caben las vacilaciones al votar. Hay que votar
socialismo que es lo mismo que votar PSOE. La mano ha de coger siempre la
papeleta afín, o de lo contrario se sería un socialista que ha olvidado el
socialismo y por tanto no sería digno de pertenecer a él.
Yo no confío nada en los llamados
“barones” socialistas (líderes autonómicos), ni por supuesto de sus cortes de
agradecidos que forman los aparatos dirigentes. De entre ellos, destaca mi
oposición a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, tal como
refleje en mi reciente articulo: “Piedras internas en el camino”. Hoy me
reafirmo en mi mala opinión sobre ella, porque claramente es una socialista que
ha olvidado el socialismo, prevaleciendo en su política su interés personal de
llegar a ser, por encima del bien necesario para el socialismo español y para
el Partido Socialista.
Esta montando una ficticia crisis
de gobierno en Andalucía, con su socio de coalición IU, como justificación para
adelantar las elecciones andaluzas. Quedando libre después, para presentarse
-por descontado sin elecciones primarias, porque las perdería- como candidata
del PSOE a la presidencia del Gobierno, en oposición al secretario general y
candidato natural, Pedro Sánchez. Lo de esta mujer es una locura, que espero le
salga muy mal. Sin embargo, ante esta desfachatez, ¿los barones territoriales
que posición van a tomar? ¿estarán con Pedro o con el hundimiento del
socialismo y del partido que, en mi opinión, se generará? Será muy gracioso
oírles decir, que ellos dan libertad a las bases para que decidan, sin tener
agallas para defender su servilismo por el cargo a mantener. ¡Vergüenza me
dará!
Dos que no solo han olvidado el
socialismo, sino que dudo de que hayan llegado a ser socialistas alguna vez,
son el exministro José Bono y el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez
Zapatero. Este último ha tenido poco con hundir electoralmente al PSOE, por su
neoliberalismo gobernante, que ahora se ha reunido en secreto con el líder de
Podemos, Iglesias Turrión, en casa de Bono, sin el conocimiento del secretario general,
Pedro Sánchez. Mientras éste, se enfrenta dialéctica y electoralmente a esa
formación; estos dos sujetos, la potencian deslealmente. Esto no se hace.
¡Que los echen a los dos! Desde
mi condición de afiliado del PSOE, solicito a la dirección federal que les
anulen la militancia, cuanto antes mejor. ¡Ya vale con esta gente! ¡Que se
vayan a Podemos!, porque las bases socialistas que no hemos olvidado el
socialismo... no los queremos aquí.
23.01.2015 Fernando Bolea Rubio
Sindicalista