El panorama electoral es singular y desconocido hasta hoy.
Para el observatorio de la cadena SER de marzo, elaborado por My Word: Podemos
(PO), obtendría un 23,4% de votos (un 4,1% menos que en enero). Partido Popular
(PP), 22% (2,6% menos que en enero). Partido Socialista Obrero Español (PSOE),
19% (lo mismo que en enero). Ciudadanos (C´s), 19% (un 14% más que en enero).
Izquierda Unida (IU), 2,9% (0,8 menos que en enero). Unión Progreso y
Democracia (UPyD), 2,3% (3,2% menos que en enero). Resultando la novedad de que
la encuesta le otorga un empate en el entorno del 20%, a PO, PP, PSOE, C´s. El
8 de marzo, Metroscopia (El País) pronosticó una situación muy similar,
reflejando también un empate entre las cuatro formaciones mencionadas. Así,
¿Quién gobernará?
No lo sé. Solo Satanás y los Grandes Espíritus lo deben
saber. Puesto que, si lo que predicen estas dos encuestas se hiciera realidad
en las urnas, la formación del nuevo Gobierno de la nación a final de año será
tan compleja e irrealizable, que cabría hasta pronosticar que no se podrá
constituir. Posiblemente, nadie querrá ni podrá ostentar la presidencia del
Ejecutivo teniendo pocos votos propios detrás; ni quizá se pretenderá, hacer
coaliciones de gobierno con partidos muy diferentes o inexpertos. Y, por así
decir, nadie deseará viajar en un tren que no se sabe si irá por la vía de la
izquierda o de la derecha, hacia Barcelona, Caracas o Madrid, aunque el billete
lo regalen con una flor.
De la tan comentada posible alianza futura PSOE-PP, los
socialistas de base la rechazan mayormente con cierto enojo. Ante la pregunta
de ¿quién gobernará? que le hice a un compañero del partido, éste me dijo: “No
tengo ni idea; pero si sé, que si se
hace un gobierno de coalición con el PP, después de más de 35 años de
militancia, me daré de baja del PSOE”. De manera que, esa opción hay que
retirarla del lenguaje político socialista y de la izquierda, para no volver a
pensar en ella. Por si queda alguna duda, ¿alguien piensa que sería posible un
gobierno de coalición en el Ayuntamiento de Madrid, entre el candidato
progresista del PSOE, Antonio Carmona, con la liante y ultraliberal
conservadora del PP, Esperanza Aguirre?
Como ya dije, las coaliciones entre los socialdemócratas y
los democristianos son viables y necesarias en países como Alemania, porque la
derecha de allí no es igual ni tan bruta como la de aquí. De todas formas,
otros partidos con menos escrúpulos ideológicos y honestidad que los
socialistas, a lo mejor se ofrecerán al Partido Popular por si los quisieran
utilizar. La derecha siempre encuentra aliados entre los que deberían ser sus
contrarios de clase. “Votaremos a los nuestros, no a quienes nos explotan”,
decían antiguamente los socialistas. Teoría que con los recortes sociales del
PP aún vale ahora, para diferenciar genéricamente a unos de otros; así como,
para saber con quien no se pueden hacer alianzas aún a día de hoy. Por lo
tanto, un gobierno de coalición PSOE-PP hay que descartarlo totalmente, lo
mismo si uno le gana al otro como al revés.
Otra opción que se baraja es, que la alianza se haga entre
el PSOE y Podemos. Resultando según las encuestas una representación amplia del
42,4%. Sin embargo, yo pienso que éste sería otro gran error que el Partido
Socialista cometería, porque PO no quiere confluir con los socialistas en nada;
lo único que desea es, ocupar su espacio electoral relegándolos a la mínima
influencia, lo mismo que esta haciendo con IU. En todo caso, se darían dos
situaciones a valorar.
Una, que PO obtuviera más escaños que el PSOE, lo que
supondría que el presidente del Gobierno tendría que ser del primer partido,
con el apoyo del segundo. Y, en esas circunstancias, un partido serio, de
Gobierno y de Estado como es el que encabeza Pedro Sánchez, no podría sostener
una política basada en el asambleísmo con su consulta a todo, hasta si llueve
para decidir coger el paraguas o no; y, desde luego, sin fines ni razonamientos
claros. Dado que PO es un partido en elaboración, sin terminar de formarse y
por eso desconocido para todos. Dos, que al haberles ganado por un estrecho
margen el presidente tuviera que ser socialista, con lo que se produciría una
situación de inestabilidad similar al caso anterior, lo que haría un Gobierno
totalmente inoperante.
En Ciudadanos demuestran ser tan neoliberales y carcas
como los populares. Dicen que son de centroizquierda cuando son derecha,
derecha, criada bajo las faldas del PP. De momento, para la izquierda es bueno
que, por fin, el espacio electoral conservador se haya dividido con este nuevo
partido. Tengámoslos en observación.
En este contexto, el objetivo del PSOE tendría que ser
superar ampliamente el porcentaje de apoyo electoral al menos en un 15%,
llegando al contorno del 35%, que permitiría formar gobiernos con cierta
autoridad. Por consiguiente, lo mejor sería seguir en la oposición, a la
ofensiva, y que gobierne PO, PP-PO, PP-C´s, PO-C´s, o quienes quieran. El
Partido Socialista que ya ha demostrado en infinidad de ocasiones su
responsabilidad en la gobernabilidad del país, en esa coyuntura no podría hacer
nada más, porque los ciudadanos lo habrían querido así.
La socialdemocracia española tiene que remontar el 20%
electoral que se le supone, porque continuar en una perspectiva tan baja es
malo para garantizar el Estado del bienestar de las clases media, trabajadora y
baja, tanto como para la estabilidad económica y política. Primero robustecer
el PSOE y el que tenga prisa por
llegar... que corra.
20.03.2015
Fernando Bolea Rubio
Sindicalista