En la canción Aragón, el recordado José Antonio
Labordeta decía: “Desde tiempos a esta parte, vamos camino de nada”. Eso
ocurría en los años setenta, al final de la dictadura, y hoy en la izquierda
vuelve a pasar lo mismo. Debido a las oscuras intenciones, deterioro ideológico
y mal estilo de Podemos (PO), al no apoyar al socialista, Pedro Sánchez, para
formar un gobierno de cambio en España. Se cantaba “vamos camino de nada”, pero
ahora yo diría mejor “camino de nada bueno”, porque de malo habrá mucho, para
castigo de la clase trabajadora, los jóvenes, jubilados, de la población baja
en general.
Queda menos de dos semanas para poder pactar ese
gobierno, si bien todo hace pensar que no se hará; dado que en mi opinión, al
líder de esa formación, Pablo Manuel Iglesias, le ciega su ego personal y la
antipatía socialista. Hasta el extremo de no facilitar que Pedro gobierne,
permitiendo con esta hazaña, que el gobierno del Partido Popular (PP), continúe
en funciones un año, si las elecciones se repiten. Hasta han despertado de su
letargo, al presidente Mariano Rajoy, al verse salvado de la quema por Podemos;
lo cual, al autor Iglesias, la izquierda de verdad no se lo debe perdonar. En
PO están muy divididos, pero para castigar a los socialistas se unirán.
Podemos sigue insistiendo en un pacto a dos,
PSOE-PO, sin Ciudadanos (C´s); demostrando poca táctica política. Lo mejor que
ha hecho Pedro Sánchez es, arrebatar al PP el C´s, dividiendo el voto de la
derecha. Al final se pueden unir, pero hoy no lo hace, por el pacto de
gobernabilidad firmado entre PSOE y C´s. Esto a los populares les ha debido
doler más de lo que demuestran, sobre todo cuando saben que C´s se opone a la
continuidad de Rajoy, por el lodo de corrupción que en su partido ha permitido o
no ha sabido atajar. El acuerdo rojo-naranja hay que situarlo en el
centroizquierda. Así, ni al propio Podemos le interesa separarse mucho de él,
al ser esa la línea ideológica que en Europa se impone cada día más.
Los populares se hacen pesados al querer jugar esa
baza de la centralidad con los socialistas, como en Alemania ocurre. Sin
embargo, es imposible porque el CDU no es el PP; lo puede ser C´s, si continúa
como va. Ahí radica su importancia. Además, de que son necesarios los votos
naranjas para obtener mayoría sin separatistas, aunque PO esta realidad la
oculta.
También se ha de saber, que en la Unión Europea hay
dos izquierdas, la socialdemócrata en representación de los todos los partidos
socialistas que son muchos y, la radical griega de Syriza, en la que se alinea Podemos y casi nadie más.
Por lo cual, el Partido Socialista está con la socialdemocracia y Podemos con
los postulados griegos de Alexis Tsipras, que llevan al “corralito”. Que cada
cual cargue con sus aciertos y culpas. Por eso, en este contexto cabe preguntar
como método pedagógico: ¿Hay algún partido socialdemócrata o socialista
europeo, que este más a la izquierda que el PSOE? En mi opinión ninguno
-recordad el programa electoral-; por lo tanto, los socialistas españoles saben
muy bien lo que hacen. E, incluso, si PO aspira a ser algo en el futuro, se
debería acercar a esa centroizquierda, que el Partido Socialista representa.
De todas formas, lo que PO está haciendo los
españoles no se lo merecen. ¿Cómo es posible que cuando a Rajoy se le puede
sacar del gobierno, por culpa de ese partido no se le pueda quitar? Yo he
tratando mucho, con fundamentalistas como éstos de la izquierda sindical y
política y los conozco bien. Por supuesto no culpo a los votantes podemistas, pero
sí a sus jerarcas que los dirigen. Desde el primer día he venido escribiendo,
del mal comportamiento que estos tipos suelen tener, porque me imaginaba a
donde nos iban a llevar.
Al movimiento del 15-M, se sumaron los jóvenes sin
futuro, los que han tenido que emigrar, las personas indignadas del sistema y
eso a mí me parece fantástico; porque ante las injusticias del PP, estaban muy
parados y se tenían que mover.
El grave problema ha venido después, con el grupo
dirigente que se situó al mando de la corriente. La mayoría de ellos salidos de
Izquierda Unida -donde Iglesias se sintió marginado-, que al contar con
profesores leninistas, populistas y demagogos, impresionaron a los jóvenes y a
mucha gente dispar, y se situaron en el poder. Acaparando votos socialistas y
de izquierdas, al iluminarles la fantasía y creer de buena fe, que serían la
solución para superar la realidad política y social que se vivía.
Pero no ha sido así, ya que están demostrando que
buscan desesperadamente su bien propio. Su fin es llegar a lo mas alto, a
conquistar el cielo como dijeron, sin importarles las adversidades y los
destrozos que dejan detrás. Solo así se puede entender lo que acaban de hacer,
permitiendo que Mariano Rajoy y el PP continúen gobernando. Siendo este hombre
el culpable de la reforma laboral que eliminó derechos y protecciones, de los
recortes, de la pérdida de protección social que se tenía, de la política de
austeridad que ha llenado las calles de parados y necesitados, de la revolución
conservadora que ha hecho, que ha dejado la sociedad maltrecha y sin futuro
para sus hijos y nietos.
Pablo Manuel Iglesias sabe que lo que no consiga en
este momento, nunca más lo podrá obtener, porque llegarán los desengaños, las
divisiones internas, la puesta en escena de las lenguaraces baronesas y barones
críticos, con un mayor conocimiento de los votantes al saber verdaderamente
quienes son. A él, ya se le ha visto mucho, como proclamarse futuro
vicepresidente del Gobierno sin Sánchez saberlo, o prometerle cosas que luego
no ha cumplido, demostrando que no es de fiar.
Al mencionado Pablo Manuel yo no lo querría... ni de
alcalde en mi pueblo. Es verdad: ¡Vamos camino de nada!
15.04.2016
Fernando Bolea Rubio
Sindicalista