Sobre las nuevas elecciones del 26-J. El barómetro
del CIS de abril -publicado el 6 de mayo-, con su anhelada encuesta realizada
entre el 1 y el 10 de abril, refleja el resultado siguiente: PP 27,4% (el 20-D
obtuvo 28,7%, ahora sería un 1,3%
menos); PSOE 21,6% (en diciembre 22%, 0,4 % menos); Podemos 17,7% (viniendo del
20,7%, 3 puntos por debajo); Ciudadanos 15,6% (13,9% el 1,7% más); IU-UP 5,4%
(3,7%, un 1,7% superior). De ser así, se puede decir que prácticamente se
volverían a repetir los porcentajes sacados en las generales, dado que el PP no
crece y cae algo; el PSOE mantiene sus expectativas, pero no se supera; la
caída de Podemos es sustancial, lo que no es de extrañar; Ciudadanos e IU-UP
suben un poco.
Así, todo queda más o menos como estaba, aunque el
resultado puede llegar a ser catastrófico y muy diferente, si finalmente la
derecha de PP-Ciudadanos consigue gobernar.
Sobre el Partido Socialista, cabe indicar que
aguanta bien su posición sin que nada ni nadie lo baje de ella. Sus enemigos de
la izquierda y de todo tipo, se han cansado de decir que, acabaría abrasado en
el fuego del infierno, como le ocurrió
al partido socialista griego “Pasok”, pero ese abismal deterioro no se ha producido y no ha sido
verdad. Todo lo contrario, Pedro Sánchez ha estado estos días a punto de formar gobierno, por mandato del Rey. Dándose
la singularidad, de que todos los demás partidos quieren gobernar con el PSOE.
Lo pretende el PP, Ciudadanos, y hasta Podemos lo pide ahora; porque por fin
parecen entender que, sin los socialistas, la izquierda en España no podrá
gobernar jamás.
Sin embargo, es conveniente analizar por qué el
partido se sostiene así. Indudablemente, influyen sus afiliados y cuadros que
con su militancia continua, realizan eficazmente su labor de proselitismo. ¿Y
alguien más? Naturalmente que sí, Pedro Sánchez, que desde que se presentó a la
secretaría general, hace dos años, ha llevado una actividad descomunal,
recorriendo el país y estando en todo. Si el PSOE se mantiene, es
fundamentalmente porque Pedro lo sustenta. Para mí, la persona que no lo
considere así, carece de objetividad o persigue otro fin.
Pedro ha tenido que hacer su gestión, esquivando
enemigos internos para evitar que las ramas le saquen un ojo. No le han dejado
ni un solo día en paz, pero sigue entero. Ha tenido que luchar contra medios,
partidos, escaramuzas internas, haciendo frente con ahínco y determinación a
continuos golpes de mano. Como el del ultimátum que Susana Díaz y sus barones
críticos le acaban de hacer, al plantear, que el 26-J el PSOE tiene que ganar
las elecciones o le podrían obligar a dimitir. Confirmando, que los críticos se
preparan para destronar a Sánchez la misma noche del 26-J si no mejora sus
resultados. La baronesa del Sur, ya parece tener hecho su plan de acoso y
derribo; sí bien a mi juicio, no lo podrá conseguir.
Esta semana, la revista Tiempo dedica toda la
portada: en negro, con una foto de Pedro y un espléndido titular que dice “Solo
ante el peligro”, demostrando claramente la gravedad de la situación interna
socialista. En el interior dedica ocho paginas, dando detalles de la vergonzosa
operación en la que dice se conspira para eliminarle. Entre sus detractores se
cuentan (más o menos abiertamente) personajes tan dispares como Susana Díaz,
Ximo Puig, José Luis Rodríguez Zapatero, Eduardo Madina, Carme Chacón, Alfredo
Pérez Rubalcaba, José Bono. En fin, los de siempre. Así todo, lo primero que
esta tropa golpista tiene que saber es, que “Pedro Sánchez no esta solo”, como en
el reportaje se dice. No lo ha estado nunca, ni lo estará, porque la inmensa
mayoría de los afiliados y simpatizantes socialistas estamos con él, e
impediremos que se cometa tal atrocidad.
Pedro ya es el candidato socialista para el 26-J, pero el periodo de gracia
quieren que acabe la misma noche electoral.
El plan previsto sería, dimisión y nombrar una
gestora que dirija el partido. La idea es no dejar tiempo siquiera a que
comiencen las negociaciones poselectorales. La gestora llevaría el partido hasta
un congreso donde, Susana Díaz, asumiría el liderazgo socialista. Según Tiempo
y como se intuía: “El resultado de las encuestas internas no puede ser más
revelador. Sí la presidenta andaluza fuera la candidata, ganaría en su
comunidad, pero poco más. Fuera de Andalucía el tirón electoral de Díaz se
deshace”, Añadiendo: “Hoy casi todo el mundo da por muerto el liderazgo del
secretario general, pero no es la primera vez que resucita”. En definitiva, que
cambiando a Pedro por Susana, electoralmente el partido bajaría en vez de
subir, lo cual es lógico, porque Pedro es mucho mejor candidato estatal que
ella sería.
La noticia política de la semana ha sido, la alianza
electoral entre Podemos e IU-UP al objeto de arrebatarle al PSOE el liderazgo
de la izquierda. ¿Lo conseguirán? Es posible. Pero para mí más que un
“sorpasso” (adelantamiento) a los socialistas, será un tremendo traspiés de la
izquierda que quizá lamentemos durante mucho tiempo. Porque sabemos que el
Partido Socialista haría una política socialdemócrata de centroizquierda,
acorde con lo que en Europa se hace; ahora bien, esa izquierda emergente ¿qué
tipo de política aplicaría, si hasta ahora ha defendido la radical política
griega de Alexis Tsipras y las políticas más extremistas en el Parlamento Europeo?
Sí fuera esta última la opción elegida, más que un “sorpasso” sería un
“tropiezo” de la izquierda española, que toda España y Europa lamentaría.
Podemos que, de momento solo hace política para los
platos de TV, le ofrece a Pedro Sánchez ser el vicepresidente de su Gobierno.
Todo es mentira. Pablo Manuel Iglesias no le dará nunca nada a los socialistas,
como ya ha demostrado al impedirle el acceso a la Presidencia del Gobierno. Con
estos amigos tan amables con Sánchez... Rajoy ríe feliz.
13.05.2016
Fernando Bolea Rubio
Sindicalista