El domingo 26 de marzo, Susana
Díaz ha optado, al fin, por presentarse a las primarias del PSOE, con el
propósito de llegar a ser secretaria general del partido y candidata a la
presidencia del Gobierno. Con el inconveniente, de que la fruta esta tan madura
en su contra que, con toda seguridad, se caerá del árbol. Será así, porque como
se puede apreciar en encuestas, con compañeros, en la calle; la militancia
socialista ya ha decidido su voto, para que sea Pedro Sánchez el que ocupe las
altas designaciones que ella pretende. De modo que pienso, que todo lo que esta
señora haga con ese fin, será tiempo perdido y restado de su dedicación a la
comunidad andaluza que preside, creándole una factura electoral que puede pagar
cara.
Su presentación en Madrid fue, en
mi opinión, un gran acto de manipulación e hipocresía. Para dar sensación de
que ella unía y aglutinaba, su jugada consintió -como se ha publicado-, en
reunir a siete mil cargos públicos y de personas que en una u otra medida
sobreviven del entorno y que a toque de pito fueron instadas a acudir. Siendo
muy significativa la foto de la primera fila, con los personajes que se dejaron
perder el Partido Socialista, con grandes culpables como Felipe, Zapatero,
Rubalcaba. Algunos invitados no se podían ver entre ellos, González y Guerra
que ni se miraban, no se dijeron ni hola ni adiós. A Matilde Fernández -que en
su momento fue una brillante sindicalista de UGT y que en el acto hizo de
telonera- no creo que le guste la populista y rancia política de Díaz. Pero así
es la vida y así está el partido.
Por supuesto, TVE se volcó dando
pábulo a esta presentación, ocultando las magníficas imágenes del encuentro que
Pedro Sánchez tenía en Valencia (Burjassot) con más de tres mil afiliados a la
misma hora.
Sin embargo, la prueba de que la
demostración madrileña no había calado en la gente, llegó al día siguiente, con
titulares como: “Telecinco pincha con Susana Díaz”. En la noche del lunes, en
una entrevista que le hicieron y que fue precedida de grandes expectativas por
los susanistas y por la cadena, el programa sólo obtuvo el 12,2% de “share”,
tan solo una décima mejor que su rival Antena 3”. Considerándose por los profesionales
del medio, como un auténtico fracaso. Lo que les hizo ver con claridad, la
realidad de los sueños susanistas.
Esas fantasías son más reales
para Jordi Évole, dado que en octubre de 2016 en una TV dijo: “Susana Díaz
gobierna en Andalucía gracias a Ciudadanos, quiere abstenerse para que gobierne
Rajoy y hasta Esperanza Aguirre habla bien de ella. ¡Que currículum para ser
una líder de la izquierda española, eh! Es fabuloso”. En El Independiente, el
periodista Casimiro Garcia-Abadillo se pregunta: “¿Es Susana Díaz una líder
auténtica o es simplemente una habilidosa demagoga? Yo me inclino por lo
segundo.
A mí me parece que esta mujer
solo tiene un discurso y a todos los sitios que va, siempre repite el mismo,
como hizo el domingo en Madrid: El PSOE por los poros de su piel, el que es de
la casta de los fontaneros, patriotismo local y nacional, con cuatro cosas más;
lo que demuestra la limitación política e intelectual de esta dirigente.
Susana se presenta como la
garantía de que muchísimos cargos del partido continúen como tal. Y eso, es un
grave y pesado compromiso político que en algún momento se le volverá en contra. Puede ocurrir hasta el que
hayan sido esas presiones la que la hayan obligado a dar el paso a Madrid, si
detectan que en Andalucía se les acabará pronto la fiesta. Si fuera cierto,
sería una candidata hipotecada e inservible.
Yo a esta señora no la puedo
votar, ni le votaré nunca. Sus procedimientos son tan contrarios a mis
principios, que mi honestidad me impide hacerlo. Influyen en ello, lo
maniobrera que es, la demagogia y el populismo que practica y, sobre todo, su
inclinación continua a la derecha que repudio en todo dirigente de izquierdas.
A la mayor parte del aparato del
partido, Susana tampoco les gusta. Pero tienen tanto miedo a con Sánchez perder
sus prebendas, que les vale todo. Por tanto, ¿el PSOE esta enfermo? Sí, mucho.
Y, solo una socialdemocracia de verdad, lo puede curar.
Los barones han perdido la
simpatía y la mayoría del apoyo de sus afiliados locales. Así, en las próximas
elecciones autonómicas y municipales verán lo que ahora su ceguera con Sánchez
no les deja ver.
La alcaldesa de Paris, la
gaditana y socialista, Anne Hidalgo, mira a Pedro Sánchez con mucha más
admiración y mejores sentimientos, al decirle recientemente: “Necesitamos
líderes como tú”. Susana dijo: “Quiero el voto del que no tenga odio, del que
no tenga rencor”. Señora, aquí nadie tiene odio ni rencor, se defienden
posiciones orgánicas y políticas nada más.
En su acto, Pedro Sánchez propuso
configurar una gran alianza progresista. Y que “hay que elegir entre un
partido del siglo XX y uno del siglo XXI”, dada la antigualla de lo visto y oído en el show... susanista. Que así sea.
31.03.2017
Fernando Bolea Rubio
Sindicalista