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Zaragoza, Aragón, Spain
Sindicalista de UGT Zaragoza entre 1977 a 2006. Periodo en el que fue uno de los refundadores de UGT Zaragoza, Sº de Acción Reivindicativa de UGT Zaragoza, Sº General de UGT en General Motors España, Presidente del Comité de Empresa de GM España, Sº General de UGT Metal Zaragoza, miembro del Comité Confederal de UGT y formó parte del Comité Europeo y Mundial de General Motors .

jueves, 19 de julio de 2018

Candidatos sin brillo



Sin una derecha instalada, la democracia no puede implantarse en un país. Así, esta es tan necesaria como la izquierda en un sistema de libertades. En consecuencia, es de agradecer que hayan dado un paso tan importante los candidatos del Partido Popular (PP), Soraya Sáenz de Santamaria y Pablo Casado -enfrentados ahora en unas elecciones primarias internas-, para ocupar la presidencia de ese partido y, posteriormente, si procede, optar a la presidencia del Gobierno si en alguna ocasión ganan las elecciones generales. El día 21 se sabrá quién es el ganador, en el congreso que han convocado.

De ellos ninguno de los dos me gusta y yo nunca les votaré. Hallándome en la tesitura de que no hay un candidato que me guste más que el otro. Yo soy socialista y para mí los dos lo harán mal. Sin embargo, aspiro a que en España haya partidos de derechas democráticos y respetables, como en la nión Europea los hay. ¿Llegará el PP a ocupar ese nivel? Me temo que no, porque para eso se necesita disponer de candidatos y líderes de mucho más brillo, talla y dimensión, careciendo los actuales de esas cualidades.

Soraya, la que en su día se presentó aparentando ser la Angela Merkel española, si repasamos su gestión veremos que no se le parece en nada. Analizando su actuación en la crisis catalana, de la que era la responsable del Gobierno; concluiremos, que su gestión ha sido un rotundo fracaso. Ella allí, ha obviado la política y judicializado la solución, llevando el proceso a un callejón sin salida. La magistrada, Carmen Lamela, la encargada de investigar al ex president y su Govern por presuntos delitos de rebelión y malversación; junto al magistrado, Pablo Llarena, instructor de la investigación contra la presidenta del Parlament y otros cinco miembros de la mesa de la cámara catalana por los mismos delitos. Han centrado sus acusaciones en una supuesta “rebelión” cuando para los tribunales belgas y alemanes no la hay. Ni tampoco para 120 juristas españoles que firmaron un documento a tal efecto.

Los hechos sucedieron el 9 de noviembre de 2015, con la aprobación por una parte del Parlament de la resolución que “declaraba el inicio de la creación del Estado catalán independiente en forma de república” . Incluso, con acusaciones de movilizar a la ciudadanía, el pasado 1 de octubre, en la realización del ilegal referéndum que pretendieron hacer. Las manifestaciones fueron muy fuertes, pero no alcanzaron la gravedad de utilizarse armas de fuego. Una rebelión es como una guerra y allí, solo se utilizaron los palos de las banderas, para defenderse de la policía que se empleó a fondo para dispersar a los manifestantes, tal como las televisiones captaron. El problema catalán no lo pueden resolver los jueces, ha de ser la política y eso la vicepresidenta Soraya lo tenía que haber sabido. Debo añadir que quedó clara la incompetencia de ella; mas él -que era el portavoz del PP-, también asumió este errático procedimiento, dado que no dijo públicamente que ese camino era equivocado. Por ello, en incompetencia... los dos igual. No deben saber que rectificar es de sabios, porque siguieron picando la piedra y perdiendo una tras otra, las resoluciones jurídicas internacionales. En política, Soraya cree ser más de lo que es y a mí, su inteligencia no me entusiasma.

Pablo Casado está en contra de la Eutanasia que en esta legislatura el gobierno socialista quiere implantar, para que la gente pueda morir sin sufrir. Él ha dicho: “Yo no gastaría ni un euro en desenterrar a Franco, ni gastaría un euro en volver a enterrarlo”. A las fosas del franquismo las llama “monotema” de la izquierda (tema único y repetitivo). Sobre el 15-M afirmó: “Protestaban porque no iban a tener esa segunda residencia que tenían sus padres, ni podrían comprar el modelo de coche que se compro su hermano mayor”. A este caballero lo apoya el expresidente, José María Aznar, la Fundación FAES, Esperanza Aguirre. ¿Se puede pedir más? Da la sensación de que es derecha, derecha, lo cual podría suponer un retroceso abismal, si se llegara a juntar para gobernar, con el campeón del conservadurismo, Albert Rivera de Ciudadanos. Mas hay que entender que, solo se trata de una encarnizada lucha por el poder, tanto en un aspirante como en el otro. Que elijan al mejor candidato y que les vaya bien.

El Gobierno de Pedro Sánchez está haciendo mucho y bien. Están revalorizando las pensiones con el IPC y cubriendo cuberturas antes desiertas. No obstante, aún tiene que enmendar el histórico retroceso que supone el hecho de que al fallecer el esposo, a la viuda le reduzcan la pensión prácticamente a la mitad, cuando si ella es la que muere el marido tiene derecho de la pensión entera. ¿Qué justicia es esta y como la hemos aguantado tantos años? Con este procedimiento, queda claro, que una mujer no tiene como persona los mismos derechos que un hombre. ¿Acaso ella no tiene las mismas necesidades que él? ¿Porque se les obliga a esta lamentable bajeza? En infinidad de casos, estas personas no han podido tener un trabajo ajeno y cotizar a la Seguridad Social para la pensión, porque han tenido que ocuparse de la crianza de los hijos e hijas, atender a los enfermos de la familia y a los padres y madres, haciendo de enfermeras, cuidadoras, limpiadoras. Trabajando incluso en los negocios autónomos familiares, sin salario ni cotización. Esto no puede seguir así, si no han cotizado la pensión no existe; pero lo que es totalmente injusto y patético es, que a las viudas se les castigue quitándoles media pensión... cuando más la necesitan. Es injusto.



20.07.2018                                                                       Fernando Bolea Rubio

                                                                                                Sindicalista