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Zaragoza, Aragón, Spain
Sindicalista de UGT Zaragoza entre 1977 a 2006. Periodo en el que fue uno de los refundadores de UGT Zaragoza, Sº de Acción Reivindicativa de UGT Zaragoza, Sº General de UGT en General Motors España, Presidente del Comité de Empresa de GM España, Sº General de UGT Metal Zaragoza, miembro del Comité Confederal de UGT y formó parte del Comité Europeo y Mundial de General Motors .

domingo, 27 de octubre de 2013

Industria, automóvil y mentiras del Gobierno


España o es industrial o económicamente será poco. Sin un sector secundario fuerte, la presente economía terciaria de servicios: bar, sol y playa con precarización laboral y salarios propina; seguirá siendo, un bien escaso de temporada. Con el peso de un comercio, sin consumo por la crisis y grandes superficies comerciales inactivas; regido por un sistema laboral de inestabilidad y sufrimiento, por la constante eventualidad contractual. En el sector primario, una agricultura con heridas de abandono, corta rentabilidad, necesidad de modernización, escasamente ocupacional, bajos sueldos, sin suficiente iniciativa e interés agroindustrial; no aporta a la colectividad la riqueza que se le espera.

De modo que, el país tiene que serenarse e ir pensando como se puede conseguir una mayor industrialización, asegurando la que ahora existe con candados unitarios, para no ir a peor. En mi opinión, es la única expectativa que queda para remontar la crisis y por ende, el empleo y el bienestar. Sin suficiente industria, no subirán debidamente los salarios y, sin estos crecer más, no saldremos de la crisis al necesitar el moribundo consumo, el brote verde de esa reactivación. Para la presidenta de Siemens España, Rosa García: “Hablar de industria es hablar de calidad de vida, riqueza, desarrollo económico”. Para la Comisión de Estrategias Industriales en Aragón: “Hay que situar la industria en el primer plano de las preocupaciones ciudadanas”, pero el proceso de desindustrialización de España se esta acelerando. La industria acumula una caída del 6,5% anual. 

La visión y objetivo ha de ser, aumentar la participación de la industria un 10% en el PIB, con otro paso en favor de la excelencia de un 5% añadido. De los 10 países más competitivos del mundo, en cinco de ellos el peso del PIB industrial supera el 20%. A nivel mundial, la industria representa un 16% del PIB. En España el 15%. En la Unión Europea la media es del 20%. En Alemania alcanza el 25%. Aragón se halla en la zona intermedia de la Unión Europea. De inicio, se debería tratar de recuperar los porcentajes de industrialización, que se llegaron a tener y que las diferentes crisis e incompetencias de todo tipo, han ido destruyendo. Cada vez que recuerdo, la cantidad de empresas medias y pequeñas conocidas -mayormente industriales-, que en la comunidad aragonesa se han cerrado en los últimos 36 años, me doy cuenta de que algo fundamental para todos ha dejado de existir, para no volver, si no se pone empeño y afán colectivo en recuperarlo. Yendo juntos, gobiernos, agentes sociales, empresas, trabajadores, banca, universidad, colegios profesionales, medios de comunicación.

En esta idea, me parece orientador y necesario conocer experiencias que a modo de brújula ayuden a recorrer el camino, antes de que la dejadez continua y la maleza tapen la senda impidiendo caminar. En los últimos años, la industria sin nadie que políticamente la defendiera, ha estado tan desatendida que urge, como iniciativa de consenso, dar algún ejemplo de la capacidad empresarial y laboral disponible; tanto como del alto nivel profesional que se posee, porque no partimos de cero. Todo lo contrario, en relaciones laborales, el sector de automoción español es posiblemente el más avanzado del mundo, tal como la realidad de GM España demuestra. El 5 de octubre, en el Pregón de las Fiestas de El Pilar, su Comisión Negociadora (Dirección-Comité de Empresa), “por el clima de entendimiento y diálogo demostrado a lo largo de muchos años”, ha sido reconocida por el Ayuntamiento de Zaragoza, con el galardón de Hijos Adoptivos de la ciudad. Siendo pedagógico e interesante el discurso que pronunció en el acto oficial, el Teniente de Alcalde socialista, CarlosPérez Anadón. Yo pienso que un sindicalista no negociador no lo es y si solo es negociador sin la mayoría de los trabajadores detrás tampoco. 

La magia de GM España consiste, en considerar a las personas como el factor más importante, junto al entendimiento laboral, la participación, con relaciones laborales de cierto consenso y confianza entre las partes, en un sistema Gana-Gana, teniendo flexibilidad productiva, con estabilidad contractual total a modo de compensación. Sin duda, la experiencia sociolaboral vivida y la transformación experimentada en esta compañía, es esencial y lo inicial a descubrir en los procesos de cambios socioindustriales en estudio. Parte de lo que allí y en el sector de automoción ocurre, esta comentado en mis artículos de este blog: “Patronales con ideas de papelera”, sistemas de confrontación o de participación. Y en el titulado: “Y los empresarios reales... ¿Dónde están?”, dos modelos de sindicalismo.

En estos años de decadencia económica, recesión, caída de inversión general; lo mismo GM España, que la mayoría de las marcas de automóviles instaladas en el país, han anunciando fuertes inversiones y la fabricación de nuevos modelos (en Zaragoza dos más, el Opel Mokka y el C3 Picasso; junto con nuevas generaciones del Corsa y el Meriva). Los cuáles, garantizarán el empleo a muchos miles de personas, durante varios años; asegurando, la continuidad de las plantas de montaje y de numerosas empresas proveedoras; junto, con infinidad de empleos indirectos en las zonas de influencia. En el sector, todos sabemos que este fenómeno inversor se debe, al sistema industrial y laboral implantado, con la alta profesionalidad existente a todos los niveles. Así como, por la confianza -sin miedos- que a los ejecutivos les da saber que, sus decisiones inversoras se van a desarrollar con seguridad y rentabilidad, por la calidad de fabricación y el compromiso existente. En GM España, nunca se ha dejado de fabricar un vehículo que se podía vender.

Sin embargo, el Gobierno Rajoy, que esta pudriendo la industria y el valor del trabajo con su destructiva política laboral, se quiere sumar a la fiesta inversora del motor sin haber sido invitado. Patéticamente se le oye decir, que las flores que resplandecen en el  auto, las hizo brotar su reforma laboral, cuando la misma en el sector ni tan siquiera se aplica. No se usa. Allí esta muerta, finiquitada, porque sus postulados son totalmente opuestos a los acuerdos de automoción. Su joya laboral, en vez de asentarse  en las personas las desprecia, desprotege, humilla; sin saber que, la colaboración de los trabajadores en la Mejora Continua, ninguna legislación laboral la puede imponer. Ni se da, si no es de manera voluntaria y recibiendo compensación a cambio de una aportación, que la ley no exige. El que no sepa esto... es, un cepo en las ruedas, un ceporro industrial, el espejo retrovisor al que el futuro no mira.

El ministro Cristóbal Montoro, dice hoy en El País (últimamente se les ve mucho por ese periódico): “Coja los grandes acuerdos que están llevando a las grandes multinacionales a invertir en España. En el sector del automóvil han hecho acuerdos de flexibilidad. Uno ve a CCOO y UGT maldiciendo la reforma laboral, pero luego ve a esos mismos sindicatos que llegan a unos acuerdos que son los mejores de Europa y que permiten que esas empresas no cierren, sino que vayan adelante y atraigan inversiones. Son los mismos sindicatos”.

Sí, son los mismos sindicatos, pero no los mismos acuerdos, ni el mismo tipo de flexibilidad a la que alude el señor Montoro. La de la reforma es, de inestabilidad laboral total de los trabajadores en las empresas. La flexibilidad pactada en el automóvil es, de estabilidad laboral total de los trabajadores en las empresas. Porque, una cosa es la negativa flexibilidad contractual y otra la positiva flexibilidad productiva. La flexibilidad laboral productiva -con bolsas compensadas de horas o días-, se implantó en el sector de automoción hace años (en GM España el 1 de febrero de 2002, sabe usted), amoldándose los calendarios de trabajo a las necesidades de producción; entre otras cosas, para evitar ir al desempleo en periodos de caída de ventas.

Sin embargo, ese tipo de flexibilidad no tiene nada que ver con la otra. Para los trabajadores, son como la noche al día. La diferencia consiste, en que garantizando la estabilidad de los trabajadores en sus puestos de trabajo, los sindicatos pactan otras medidas beneficiosas para las dos partes. Por hablar como este ministro, el de industria se quedó con la palabra en la boca en un reciente acto en la Fábrica de GM España, dado que el Comité de Empresa, ese que acaba de ser galardonado, se levantó de sus asientos y abandonaron la sala. Saben que mienten y no paran, queriendo aprovechándose de un éxito que es de los sindicatos españoles y no suyo.

Este Gobierno no quiere ver ni lo de bueno que tiene delante. Su misión es otra, saquear a los trabajadores para postrar sus cabezas ante el capital. Pero han de saber que, el movimiento obrero aún no esta vencido. Ni lo vencerán. Y, menos, en automoción.  


27.10.2013                                       Fernando Bolea Rubio
                                                            Sindicalista