La
derecha esta nerviosa. Cuando quería iniciar su bienio electoralmente triunfal,
traban sus ruedas, sus políticas antipopulares y de trazado económico negativo.
Una encuesta pronostica que el PSOE y PP empatarían en las europeas de mayo. En
el Ayuntamiento popular de Madrid creían que, con su reforma laboral, podrían
despedir sin trabas legales a más de 1.000 trabajadores de la limpieza,
reduciendo los salarios un 40% al resto del colectivo; pero, cosas de la vida,
la huelga de éstos con sus sindicatos al frente lo ha impedido. Después,
tratando de tapar su fracaso, e implantar nuevas vallas antisindicales,
proponen una nueva ley de huelga y de servicios mínimos, que no se va a
permitir.
El
Gobierno ha anunciado una segunda ronda de la reforma laboral, según Bruselas
con un recorte de 2.500 millones; a cumplir posiblemente, reduciendo
prestaciones a los desempleados. La Comisión Europea (CE) entiende que, se
necesita un ajuste adicional de aproximadamente 35.000 millones de euros (3,5
puntos del PIB), para cumplir los objetivos del déficit público; cuya cantidad
se asemeja, al rescate bancario de 41.300 millones de euros que los españoles
vamos a pagar. España esta siendo vigilada por la CE, ya que suspende en seis
de los once indicadores que mide Bruselas, sobre todo en los referidos al paro
y la deuda pública; alineándose, según Joaquín Estefanía, con el pelotón de los
torpes en el que figuran los países con graves desequilibrios.
Las
exportaciones están bajando. La banca sigue sin conceder los créditos
necesarios y a intereses accesibles y competitivos. El coste de la energía,
beneficia a los grandes del sector y hunde la estabilidad de las familias y las
empresas. Vamos camino de la deflación y de un estancamiento prolongado de la
economía. Con una deuda pública que crecerá pronto al 100% del PIB, una privada
de más del 200% del PIB; ambas con duda, de si se podrán pagar sin efectuar
quitas. Con este Gobierno hay un millón de parados más y sigue cayendo el empleo.
El 50% de los desempleados no cobran ninguna prestación. Hay 650.000 hogares en
España donde no entra ningún ingreso. Crece gravemente la pobreza. El consumo
sigue desaparecido. La corrupción mina al Partido Popular.
España
va mal e irá peor, sin un cambio político y económico. José Miguel Monzón, El
Gran Wyoming, expresa el estado actual de la nación, con sabias afirmaciones:
“Creer que en plena crisis el PP iba a hacer una gestión en favor de la
ciudadanía ha sido un suicidio social”. “Lo que están haciendo en este país es
desmontar el sistema democratico”. Sí, el PP lleva a España paulatinamente
hacia una especie de dictamocracia, para que aparente ser una cosa siendo otra.
Con
tantas losas encima y sin solución para ninguna de ellas, el Partido Popular y
su “Gobierno propagandístico” como lo llama Ernesto Ekaizer, esta repitiendo la
estrategia de la campaña electoral de 2.011, de cara a las elecciones de 2015.
En el sentido, de que cuando llegaran al Gobierno con un soplo iban a
solucionar la crisis. Engañaron a la población con cantos de sirena increíbles,
aplicado a continuación su plan oculto neoconservador que castiga sin
escrúpulos a las clases media y baja trabajadoras. Pues bien, ahora repiten la
faena. Han empezado a decir con trompetas al viento que, la crisis terminará
pronto, ya que se ven lagartos verdes y luz en el túnel. Debe ser del puro del
Presidente que se habrá escondido allí. Sus campañas son embusteras y su ejército
de tertulianos patéticos. Sin embargo, a la gente no la engañan tanto ya y
buscan nuevas artimañas para volver a ganar.
En
este sentido, es sabido que el principal problema electoral del PP lo tiene en
Andalucía. Así, cuando con toda la caída electoral de los socialistas en 2011;
el PSOE-A en 2012, volvió a formar Gobierno en esa comunidad, después de 30
años ininterrumpidos gobernando en ella; supuestamente se pudo pensar en hacer
caer a la socialdemocracia andaluza por todos los medios, éticos o no, para que
no gobernara 30 años más como el PP teme. ¿Esta afirmación extraña? No debe
asombrar, porque ya se hizo una trama así, de acoso y derribo, para acabar con
Felipe González. Un grupo de periodistas se organizó para elevar la critica
contra él, e impedir su reelección en 1.996. Participando: ABC (con Luis María Anson),
El Mundo (Pedro J. Ramírez ¡que casualidad!), El Independiente, Diario 16,
Antena-3, Antena-3 radio. Junto a otros sujetos de novela negra.
En
una entrevista de Santiago Belloch al susodicho Ansón, en la revista Tiempo, el
23.02.1998; este personaje declaró: “Eso fue una coartada periodística para
atizar el fuego. No había manera de vencer a Felipe González con otras armas.
González ganó tres elecciones por mayoría absoluta y volvió a ganar la cuarta
cuando todo indicaba que iba a perder. Hubo que elevar la critica hasta
extremos que a veces afectaban al propio Estado. Si González llega a ganar las
elecciones del 96, con la bonanza económica no hubiera habido quien lo echase
del poder hasta 2004”. Esta trama y la crispación que se generó, provocó el fin
de la etapa socialista al ganar Jose María Aznar en marzo de 1.996, por tan
solo un punto y medio de diferencia. Al PP, aun le tiemblan las piernas.
Aparte
de los errores y anormalidades que se han podido cometer. Yo soy de la opinión,
de que no son tales la mayor parte de los escándalos financieros publicados,
relacionados con los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) andaluces y, con
la Formación en el Empleo, que imparten los agentes sociales. De ello, se
descubre mucho más, si se tira del hilo político, jurídico, del conocimiento
interno de los sindicatos, de la legislación laboral, de lo que es la
tramitación y negociación de un ERE, del sistema administrativo y legal de la
formación. En consecuencia, digo alzando la voz: ¡Que existe una nueva trama de
acoso y derribo al sindicalismo! Una clarísima maraña, orquestada contra el
PSOE, la Junta de Andalucía, UGT, CCOO, el sindicalismo como tal. En una
encarnizada batalla política y mediática del PP, la ultraderecha, el azote de
la izquierda y sindicato de pega Manos Limpias, El Mundo, ABC, La Razón, más
los satélites de la misma ralea de radio y TV.
Debiendo
quedar muy claro, en los juzgados y en general que, si un sindicato realiza las
gestiones que le son propias en un ERE, tiene que cobrar de la financiación pública que se dispuso el servicio prestado a
los trabajadores, lo mismo que lo hacen los gabinetes jurídicos y técnicos que
asesoran a los empresarios. No faltaría más. ¿O es que a los abogados sociales
no les pagan los sindicatos sus salarios o minutas? ¿Pero que se cree que es
una organización obrera? ¿Acaso se piensa que en los sindicatos aún se va con
alpargatas? Son gente mala con deseo de hacer mal, inculta porque desconocen lo
que tratan, enemiga del movimiento sindical y de sus organizaciones obreras. En
todo caso han de saber que no van a lograr el derribo que se proponen, ni la
cabeza del líder de UGT, Cándido Méndez, que también buscan. El Partido
Socialista va a continuar ganando en Andalucía, todo el tiempo que los
andaluces quieran. Los sindicatos van a seguir fuertes y activos, al servicio
de la clase obrera que es su fin, salvando puestos de trabajo y reivindicando
mejores sueldos para las familias trabajadoras del país, con la oposición de
patronales y periodistas sin conciencia social.
Hay
que entender que sin el PSOE la izquierda es muy poco, lo mismo que sin UGT y
CCOO los trabajadores serían los grandes olvidados, porque individualmente nada
se puede hacer. Sin sindicatos solo quedan las barricadas y el radicalismo
obrero como alternativa. ¿A la derecha económica, política y mediática actual,
le gustaría que ocurriera eso en sus empresas? Que los trabajadores pidan
limpieza y pudor en sus organizaciones, reservándose fuerza e ilusión para como
yo hago desviar con la palabra las maniobras enemigas, que a sus sindicatos
quieren herir. Con la conciencia sindical existente, los valedores del capital
errarán. Los militantes sindicales atizan el fuego de la sabiduría y la verdad.
¡Que los "trameros" lo sepan!
Ayer
en la SER, en una estupenda entrevista sobre este asunto de Pepa Bueno a los
secretarios generales de UGT, Cándido Méndez y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo.
Méndez afirmó: “Estar dispuesto a defender la honorabilidad de su organización
contra viento y marea”, porque cree que “intentan tapar el caso Bárcenas
(extesorero del PP en prisión) con un supuesto caso UGT. En UGT-Andalucía aún
no hay ningún tipo de imputación y espero que no la haya”. Toxo indicó: “Los
cursos de formación son la partida de dinero que está más sujeta a revisión de
los poderes públicos”. A los sindicatos no les importaría “en absoluto”
renunciar a los cursos de formación, porque para Toxo: “El coste-beneficio en
términos de reputación de los sindicatos tiene un saldo negativo y el sindicato
vive de su reputación”.
Cándido
además dijo: “Es momento de aclarar todo y de depurar responsabilidades”. Y eso
se va a hacer. UGT-Andalucía acaba de convocar un comité regional
extraordinario (órgano máximo entre congresos) el 9 de enero próximo, en el que
según la SER de Sevilla “podría presentar su dimisión el secretario general del
sindicato, Francisco Fernández Sevilla, muy cuestionado por las presuntas
irregularidades que pesan sobre su gestión”. Me parece muy bien. En UGT se
actúa así. Para eso están establecidos los sistemas democráticos internos. Que
se aclare la situación, separándose el trigo de la paja. La de la confabulación
político-mediática, fundamentalmente contra UGT, por la ascendencia y su
vinculación histórica con el PSOE. Todo lo que huele a socialismo les repele,
en su triste camino triunfal al fracaso continuo. El vicepresidente de la Junta
de Andalucía de Izquierda Unida, Diego Valderas, ha asegurado: “Si el PP
pudiera cargarse a martillazos a UGT y CCOO, lo haría porque así lo demuestra
con sus políticas y las declaraciones de sus dirigentes”.
Rafael
Simancas, en la Fundación Sistema escribe: “Resulta evidente la existencia de
una estrategia que tiene como objetivo socavar el prestigio y la capacidad de
acción de las organizaciones que representan los intereses de los trabajadores.
Y en tal estrategia participan actores mediáticos, económicos y políticos. El
reciente protagonismo de los sindicatos en las portadas de los medios de
comunicación más derechistas no es casual ni baladí. Que se investiguen, se
denuncien, se condenen y se corrijan cuantas irregularidades existan en el
funcionamiento de los sindicatos, y de los partidos, y de las organizaciones
empresariales, y de las empresas propietarias de los medios de comunicación.
Con plena transparencia y responsabilidad. Ahora bien, cruzadas antisindicales
no, por favor. No convienen a nadie”.
Tanto
Méndez como Toxo insistieron en la importancia de tener unos sindicatos más
fuertes que nunca, justo en este momento porque para Méndez: “ No estemos
saliendo de la recesión para adentrarnos en el empleo, sino en una zona muerta
que, sino cambian las políticas, llevará a una situación de estancamiento, con
un paro muy alto y el empobrecimiento de varios sectores de la población”.
Animan a que la gente se afilie, “a
que cambien desde dentro las organizaciones” porque cuando vivimos la pesadilla
de la precariedad, “es cuando más se necesitan a los sindicatos”. Han dado una
magnifica muestra de su valía personal y de lo bien que va la “unidad de
acción” entre los dos principales sindicatos. A mi me parece que, si la familia
llega a enfermar, nos preocupa y se le cura... no se le apedrea con saña, como
hacen la derecha y los desclasados e ignorantes.
Ante
la pregunta: ¿Qué es un obrero hoy? Toxo ha contestado: “Un obrero es una
persona que vive fatal en nuestro país, porque tener un empleo ya no garantiza
salir de la pobreza”. Para Méndez: “Un obrero es un asalariado y ahora la
inmensa mayoría de los trabajadores, incluso los titulados superiores, son
asalariados. Algunos ni siquiera son asalariados, son autónomos”. Las personas
que digan, que estos compañeros no tienen sentido de clase y que no defienden a
las trabajadoras y a los trabajadores, no saben lo que dicen. Que se afilien y
aprenderán.
Y,
volviendo a Wyoming: “Un obrero de derechas es un hombre que esta fuera de
lugar”. Y, en las redes sociales, maldiciendo el hecho sindical haciéndole el
juego a la patronal. Que humildemente se den cuenta y vengan a apoyar.
27.11.2013 Fernando
Bolea Rubio
Sindicalista