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Zaragoza, Aragón, Spain
Sindicalista de UGT Zaragoza entre 1977 a 2006. Periodo en el que fue uno de los refundadores de UGT Zaragoza, Sº de Acción Reivindicativa de UGT Zaragoza, Sº General de UGT en General Motors España, Presidente del Comité de Empresa de GM España, Sº General de UGT Metal Zaragoza, miembro del Comité Confederal de UGT y formó parte del Comité Europeo y Mundial de General Motors .

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Trama de acoso y derribo al sindicalismo

La derecha esta nerviosa. Cuando quería iniciar su bienio electoralmente triunfal, traban sus ruedas, sus políticas antipopulares y de trazado económico negativo. Una encuesta pronostica que el PSOE y PP empatarían en las europeas de mayo. En el Ayuntamiento popular de Madrid creían que, con su reforma laboral, podrían despedir sin trabas legales a más de 1.000 trabajadores de la limpieza, reduciendo los salarios un 40% al resto del colectivo; pero, cosas de la vida, la huelga de éstos con sus sindicatos al frente lo ha impedido. Después, tratando de tapar su fracaso, e implantar nuevas vallas antisindicales, proponen una nueva ley de huelga y de servicios mínimos, que no se va a permitir.

El Gobierno ha anunciado una segunda ronda de la reforma laboral, según Bruselas con un recorte de 2.500 millones; a cumplir posiblemente, reduciendo prestaciones a los desempleados. La Comisión Europea (CE) entiende que, se necesita un ajuste adicional de aproximadamente 35.000 millones de euros (3,5 puntos del PIB), para cumplir los objetivos del déficit público; cuya cantidad se asemeja, al rescate bancario de 41.300 millones de euros que los españoles vamos a pagar. España esta siendo vigilada por la CE, ya que suspende en seis de los once indicadores que mide Bruselas, sobre todo en los referidos al paro y la deuda pública; alineándose, según Joaquín Estefanía, con el pelotón de los torpes en el que figuran los países con graves desequilibrios.

Las exportaciones están bajando. La banca sigue sin conceder los créditos necesarios y a intereses accesibles y competitivos. El coste de la energía, beneficia a los grandes del sector y hunde la estabilidad de las familias y las empresas. Vamos camino de la deflación y de un estancamiento prolongado de la economía. Con una deuda pública que crecerá pronto al 100% del PIB, una privada de más del 200% del PIB; ambas con duda, de si se podrán pagar sin efectuar quitas. Con este Gobierno hay un millón de parados más y sigue cayendo el empleo. El 50% de los desempleados no cobran ninguna prestación. Hay 650.000 hogares en España donde no entra ningún ingreso. Crece gravemente la pobreza. El consumo sigue desaparecido. La corrupción mina al Partido Popular.

España va mal e irá peor, sin un cambio político y económico. José Miguel Monzón, El Gran Wyoming, expresa el estado actual de la nación, con sabias afirmaciones: “Creer que en plena crisis el PP iba a hacer una gestión en favor de la ciudadanía ha sido un suicidio social”. “Lo que están haciendo en este país es desmontar el sistema democratico”. Sí, el PP lleva a España paulatinamente hacia una especie de dictamocracia, para que aparente ser una cosa siendo otra.

Con tantas losas encima y sin solución para ninguna de ellas, el Partido Popular y su “Gobierno propagandístico” como lo llama Ernesto Ekaizer, esta repitiendo la estrategia de la campaña electoral de 2.011, de cara a las elecciones de 2015. En el sentido, de que cuando llegaran al Gobierno con un soplo iban a solucionar la crisis. Engañaron a la población con cantos de sirena increíbles, aplicado a continuación su plan oculto neoconservador que castiga sin escrúpulos a las clases media y baja trabajadoras. Pues bien, ahora repiten la faena. Han empezado a decir con trompetas al viento que, la crisis terminará pronto, ya que se ven lagartos verdes y luz en el túnel. Debe ser del puro del Presidente que se habrá escondido allí. Sus campañas son embusteras y su ejército de tertulianos patéticos. Sin embargo, a la gente no la engañan tanto ya y buscan nuevas artimañas para volver a ganar.

En este sentido, es sabido que el principal problema electoral del PP lo tiene en Andalucía. Así, cuando con toda la caída electoral de los socialistas en 2011; el PSOE-A en 2012, volvió a formar Gobierno en esa comunidad, después de 30 años ininterrumpidos gobernando en ella; supuestamente se pudo pensar en hacer caer a la socialdemocracia andaluza por todos los medios, éticos o no, para que no gobernara 30 años más como el PP teme. ¿Esta afirmación extraña? No debe asombrar, porque ya se hizo una trama así, de acoso y derribo, para acabar con Felipe González. Un grupo de periodistas se organizó para elevar la critica contra él, e impedir su reelección en 1.996. Participando: ABC (con Luis María Anson), El Mundo (Pedro J. Ramírez ¡que casualidad!), El Independiente, Diario 16, Antena-3, Antena-3 radio. Junto a otros sujetos de novela negra.

En una entrevista de Santiago Belloch al susodicho Ansón, en la revista Tiempo, el 23.02.1998; este personaje declaró: “Eso fue una coartada periodística para atizar el fuego. No había manera de vencer a Felipe González con otras armas. González ganó tres elecciones por mayoría absoluta y volvió a ganar la cuarta cuando todo indicaba que iba a perder. Hubo que elevar la critica hasta extremos que a veces afectaban al propio Estado. Si González llega a ganar las elecciones del 96, con la bonanza económica no hubiera habido quien lo echase del poder hasta 2004”. Esta trama y la crispación que se generó, provocó el fin de la etapa socialista al ganar Jose María Aznar en marzo de 1.996, por tan solo un punto y medio de diferencia. Al PP, aun le tiemblan las piernas.

Aparte de los errores y anormalidades que se han podido cometer. Yo soy de la opinión, de que no son tales la mayor parte de los escándalos financieros publicados, relacionados con los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) andaluces y, con la Formación en el Empleo, que imparten los agentes sociales. De ello, se descubre mucho más, si se tira del hilo político, jurídico, del conocimiento interno de los sindicatos, de la legislación laboral, de lo que es la tramitación y negociación de un ERE, del sistema administrativo y legal de la formación. En consecuencia, digo alzando la voz: ¡Que existe una nueva trama de acoso y derribo al sindicalismo! Una clarísima maraña, orquestada contra el PSOE, la Junta de Andalucía, UGT, CCOO, el sindicalismo como tal. En una encarnizada batalla política y mediática del PP, la ultraderecha, el azote de la izquierda y sindicato de pega Manos Limpias, El Mundo, ABC, La Razón, más los satélites de la misma ralea de radio y TV.

Debiendo quedar muy claro, en los juzgados y en general que, si un sindicato realiza las gestiones que le son propias en un ERE, tiene que cobrar de la financiación  pública que se dispuso el servicio prestado a los trabajadores, lo mismo que lo hacen los gabinetes jurídicos y técnicos que asesoran a los empresarios. No faltaría más. ¿O es que a los abogados sociales no les pagan los sindicatos sus salarios o minutas? ¿Pero que se cree que es una organización obrera? ¿Acaso se piensa que en los sindicatos aún se va con alpargatas? Son gente mala con deseo de hacer mal, inculta porque desconocen lo que tratan, enemiga del movimiento sindical y de sus organizaciones obreras. En todo caso han de saber que no van a lograr el derribo que se proponen, ni la cabeza del líder de UGT, Cándido Méndez, que también buscan. El Partido Socialista va a continuar ganando en Andalucía, todo el tiempo que los andaluces quieran. Los sindicatos van a seguir fuertes y activos, al servicio de la clase obrera que es su fin, salvando puestos de trabajo y reivindicando mejores sueldos para las familias trabajadoras del país, con la oposición de patronales y periodistas sin conciencia social.

Hay que entender que sin el PSOE la izquierda es muy poco, lo mismo que sin UGT y CCOO los trabajadores serían los grandes olvidados, porque individualmente nada se puede hacer. Sin sindicatos solo quedan las barricadas y el radicalismo obrero como alternativa. ¿A la derecha económica, política y mediática actual, le gustaría que ocurriera eso en sus empresas? Que los trabajadores pidan limpieza y pudor en sus organizaciones, reservándose fuerza e ilusión para como yo hago desviar con la palabra las maniobras enemigas, que a sus sindicatos quieren herir. Con la conciencia sindical existente, los valedores del capital errarán. Los militantes sindicales atizan el fuego de la sabiduría y la verdad. ¡Que los "trameros" lo sepan!

Ayer en la SER, en una estupenda entrevista sobre este asunto de Pepa Bueno a los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo. Méndez afirmó: “Estar dispuesto a defender la honorabilidad de su organización contra viento y marea”, porque cree que “intentan tapar el caso Bárcenas (extesorero del PP en prisión) con un supuesto caso UGT. En UGT-Andalucía aún no hay ningún tipo de imputación y espero que no la haya”. Toxo indicó: “Los cursos de formación son la partida de dinero que está más sujeta a revisión de los poderes públicos”. A los sindicatos no les importaría “en absoluto” renunciar a los cursos de formación, porque para Toxo: “El coste-beneficio en términos de reputación de los sindicatos tiene un saldo negativo y el sindicato vive de su reputación”.

Cándido además dijo: “Es momento de aclarar todo y de depurar responsabilidades”. Y eso se va a hacer. UGT-Andalucía acaba de convocar un comité regional extraordinario (órgano máximo entre congresos) el 9 de enero próximo, en el que según la SER de Sevilla “podría presentar su dimisión el secretario general del sindicato, Francisco Fernández Sevilla, muy cuestionado por las presuntas irregularidades que pesan sobre su gestión”. Me parece muy bien. En UGT se actúa así. Para eso están establecidos los sistemas democráticos internos. Que se aclare la situación, separándose el trigo de la paja. La de la confabulación político-mediática, fundamentalmente contra UGT, por la ascendencia y su vinculación histórica con el PSOE. Todo lo que huele a socialismo les repele, en su triste camino triunfal al fracaso continuo. El vicepresidente de la Junta de Andalucía de Izquierda Unida, Diego Valderas, ha asegurado: “Si el PP pudiera cargarse a martillazos a UGT y CCOO, lo haría porque así lo demuestra con sus políticas y las declaraciones de sus dirigentes”.

Rafael Simancas, en la Fundación Sistema escribe: “Resulta evidente la existencia de una estrategia que tiene como objetivo socavar el prestigio y la capacidad de acción de las organizaciones que representan los intereses de los trabajadores. Y en tal estrategia participan actores mediáticos, económicos y políticos. El reciente protagonismo de los sindicatos en las portadas de los medios de comunicación más derechistas no es casual ni baladí. Que se investiguen, se denuncien, se condenen y se corrijan cuantas irregularidades existan en el funcionamiento de los sindicatos, y de los partidos, y de las organizaciones empresariales, y de las empresas propietarias de los medios de comunicación. Con plena transparencia y responsabilidad. Ahora bien, cruzadas antisindicales no, por favor. No convienen a nadie”.    

Tanto Méndez como Toxo insistieron en la importancia de tener unos sindicatos más fuertes que nunca, justo en este momento porque para Méndez: “ No estemos saliendo de la recesión para adentrarnos en el empleo, sino en una zona muerta que, sino cambian las políticas, llevará a una situación de estancamiento, con un paro muy alto y el empobrecimiento de varios sectores de la población”. Animan a que la gente se afilie, “a que cambien desde dentro las organizaciones” porque cuando vivimos la pesadilla de la precariedad, “es cuando más se necesitan a los sindicatos”. Han dado una magnifica muestra de su valía personal y de lo bien que va la “unidad de acción” entre los dos principales sindicatos. A mi me parece que, si la familia llega a enfermar, nos preocupa y se le cura... no se le apedrea con saña, como hacen la derecha y los desclasados e ignorantes.

Ante la pregunta: ¿Qué es un obrero hoy? Toxo ha contestado: “Un obrero es una persona que vive fatal en nuestro país, porque tener un empleo ya no garantiza salir de la pobreza”. Para Méndez: “Un obrero es un asalariado y ahora la inmensa mayoría de los trabajadores, incluso los titulados superiores, son asalariados. Algunos ni siquiera son asalariados, son autónomos”. Las personas que digan, que estos compañeros no tienen sentido de clase y que no defienden a las trabajadoras y a los trabajadores, no saben lo que dicen. Que se afilien y aprenderán.

Y, volviendo a Wyoming: “Un obrero de derechas es un hombre que esta fuera de lugar”. Y, en las redes sociales, maldiciendo el hecho sindical haciéndole el juego a la patronal. Que humildemente se den cuenta y  vengan a apoyar.

           
27.11.2013                                                                                      Fernando Bolea Rubio
                                                             Sindicalista