Ideológicamente los votantes parecen confusos. Se apuesta
por un partido concreto y de repente por otro de ideas contrarias, sin quizá
saber bien quién era uno y es el otro. Pero, ¿cuál es el motivo? Aparte de la
incoherencia que se manifiesta, da la sensación de que participar asiduamente
en ciertas tertulias de TV; influye más en los electores, que las ideologías y
el pensamiento real de los políticos utilizados que en ellas intervienen.
¿Serán las televisiones privadas las que ganen las elecciones? Algunas cadenas
se lo proponen y hasta cambian de rocín en función de las encuestas. Con
omisión del PP, sus preferencias pasan de Podemos (PO) a Ciudadanos (C´s); si
bien nunca al PSOE, al ser para ellas el enemigo a batir por intereses desconocidos
y tal vez impuros que algún día se conocerán. Todo lo cual es preocupante, ya
que además de potenciar a partidos y candidatos desconocidos en la
responsabilidad política; puede suponer un enorme desengaño, para sus votantes
de buena fe.
Últimamente, el que acarrea mas trofeos es C´s con el
relato de decir que son de centro. Sin embargo, el centro ¿qué es? Porque en mi
opinión no es nada. Una simple estupidez de la política. Se ha dicho que el
perfil del centrista es gente políticamente apática, de posición moderada,
menos comprometida. Es también el punto de confort, de no mojarse. Hay de todo,
votantes mucho más indecisos y volátiles, los que se suman al caballo ganador.
Es una retórica. Es una apelación al voto útil. Ante ello yo digo, menos centro
político y más realidad ideológica y social. Dado que se ha de saber, que el
centro como tal nunca gana. Si lo hace por añadidura, como complemento, una vez
que los partidos de izquierda y derecha han asegurado el voto de sus afines
políticos e ideológicos, a los que tienen que dedicar la máxima atención. Por
lo tanto, tienen sentido y son reales las formaciones de centroizquierda y de
centroderecha, no así el centro como único valor.
E incluso, ningún partido es puramente de centro. Esa
figura electoral no existe. Los partidos que se dicen de centro han sido y son
en realidad de derechas, disfrazados con esa falaz careta. En España existió la
Unión de Centro Democratico (UCD), con el mensaje del centro-centro que le
sirvió para ganar las primeras elecciones democráticas hasta el año 1982, en
las que se disolvió como un azucarillo, pasando la mayoría de sus miembros a
partidos de derechas, con algún caso excepcional a los de izquierda. Pero la UCD era en realidad un partido de
derechas y como tal el movimiento sindical lo consideró siempre. Así, engañaron
a algunas personas durante un tiempo, pero a todas no.
UPyD con la exsocialista y hoy definida a sí misma como
socioliberal, Rosa Díez; igualmente se decían de centro y ahora son, un partido
en descomposición que hasta han desaparecido de las encuestas. Estos pueden ser
buenos ejemplos, de lo que con Ciudadanos puede ocurrir. Sería una simple flor
de un día, que por si misma se marchitaría cuando los electores comprobarán sus
primeras gestiones de gobierno. En el resto de la Unión Europea, el centro no
gobierna. Lo hacen la derecha liberal o la izquierda socialdemócrata, como
consecuencia de muchos años de experiencia política y democrática. El candidato
socialista, Pedro Sánchez, ha declarado estos días que el PSOE ganará a “las
dos derechas, a la de Rajoy (PP) y a la de Albert Rivera (Ciudadanos)”.
Asimismo, en las diferencias filosóficas entre
conservadores y progresistas, el centro no juega ningún papel. Los
conservadores se oponen a los cambios. Los progresistas aman el progreso y la
evolución. Mas los centristas ¿qué hacen? Escuchar la lluvia cuando llueve y
ponerse a la sombra cuando calienta el sol. En definitiva, nada. Ven pasar el
mundo sin intervenir en él. Los progresistas persiguen el “progreso indefinido”
en lo social, económico, político e institucional en lo que al Estado se
refiere. En ese sentido es totalmente opuesto al conservadurismo, sin dejar
ningún espacio para que el centrismo se pueda asentar en él. De tal manera, que
los votantes de centro no son ni siquiera progresistas, que es un calificativo
hermoso que engrandece a las personas que lo son. Sin ser de izquierdas ni
progresista, para que se vive en este injusto mundo de lamentaciones, del paro,
inestabilidad laboral, bajos salarios, con derechos y libertades arrebatados,
de la pobreza extrema; si por estas injusticias, no se sabe ni quiere luchar.
Con Ciudadanos yo tengo la duda, de que no sé bien si son
de derecha o de ultraderecha. Por el hecho, de que en las Elecciones Europeas
de 2009, se presentó la coalición electoral Libertas-Ciudadanos de España, de
la que formó parte el líder de C´s, Albert Rivera. Se le acusó de haberse
presentado con un partido xenófobo y eurófobo. El cabeza de lista de España fue
el expresidente de la ONCE y de Telecinco, Miguel Duran, habitual participante
en tertulias de TV como El gato al Agua e Intereconomía de dudosa objetividad.
La lista fue un fracaso, al lograr únicamente 22.903 votos, un 0,15%, y ningún
eurodiputado. En todo caso, aquello le valió a Rivera duras criticas por
aliarse con partidos ultraderechistas europeos. Estas cosas no se olvidan, ni
se deben olvidar.
En las elecciones catalanas de 2006, Albert Rivera
apareció sin ropa en el cartel electoral. ¡Tan joven... y tan ligero de cabeza!
¿Verdad?
30.10.2015
Fernando
Bolea Rubio
Sindicalista