El que más carcajeo suscita es el candidato del
Partido Popular, Mariano Rajoy, que ahora en la campaña electoral del 26-J, da
risa verlos bailar y hablar de gatos y perros, ocultando así su impresionante
corrupción, la dañina política que han hecho y sus amargas intenciones. Lo suyo
es engañar a los electores, como hicieron en las elecciones de 2011 y en todas,
con la mentira de bajar impuestos y en infinidad de cuestiones, como con la
carta oculta que ha enviado a Bruselas comprometiéndose con más recortes.
Siendo para mi lo más terrible, oírle decir que su
proyecto está a la mitad, lo que es tanto como afirmar que, su Margaret
Thatcher revolución conservadora, de eliminación del bienestar de los
trabajadores y las clases media y baja, no ha llegado a su fin queriendo
empeorarla doblemente, no dejándoles ni respirar. Para muchos populares, su
programa es saquear y oprimir, bailándoles milongas a la población.
Yo comprendo que al PP le voten los capitales que se
benefician de su política, pero pediría a los que de ella se perjudican, que
recapaciten bien lo que van a hacer antes de volver a votarles. Pensando en la gente de su clase y en las
condiciones de vida que el PP esta dejando: en desempleo, salarios,
inestabilidad laboral, hucha de las pensiones, sanidad, educación,
desprotección social, futuro para ellos y sus hijas e hijos. Y a todos les
advertiría, que volver a votar a Mariano Rajoy ¿para qué?, si no va a servir de
nada; al saberse que aunque ganara, no sería por mayoría absoluta, ni tendría
apoyos para formar Gobierno. Ya se puede predecir que, volvería a ir llorando a
ver al Jefe del Estado, para decirle de nuevo que como los socialistas no lo
quieren; rechaza por tercera vez su designación para la investidura. Yéndose fumando
un puro.
Pero como el miedo guarda la viña, esta vez he visto
en los populares mucho más interés a llevarse con ellos a los socialistas, dado
que Rajoy actualmente sostiene incluso que, un pacto con el PSOE (no quiere
decir con Pedro Sánchez) y C´s, “podría ser mejor que un Gobierno en solitario
y con mayoría absoluta del PP”. Insistiendo en la idea de que hoy la gran
coalición “sería lo mejor para España”. Incluso, hasta de un Ejecutivo de
mayoría entre el PP y C´s. Se ve claro, que su principal fin, es enganchar a
los socialistas como sea. Lo cual es comprensible estratégicamente, porque
claro, con un PP medio hundido por la debilidad electoral que tendría, con los
problemas que hay y su loca política para solucionarlos, y con el PSOE en la
oposición; si el PP volviera a gobernar solo, terminaría por hundirse del todo
y podría llegar a desaparecer totalmente. Ellos son malos políticos, si bien no
tontos.
El otro candidato risible es el jefe de Podemos,
Pablo Manuel Iglesias, del que se puede decir que es el rey del barullo, por
sus diferentes propuestas ideológicas. El histórico socialista, Alfonso Guerra,
le conoce bien como lo demuestra en la entrevista que el semanario Tiempo ha
publicado el 3 de junio. En ella dice: “Podemos era lo joven y lo nuevo y
resulta que ahora llega Julio Anguita. ¿Eso era lo joven y lo nuevo? Vuelven
quienes han estado unidos a causas aberrantes de la historia como el
estalinismo, el maoísmo, ahora el chavismo. En realidad esta es una vieja
escuela”.
Así, aclara -y me parece didáctico que Alfonso lo
haga por la ignorancia ideológica y política que se observa, en los jóvenes y
en infinidad de mayores- “han reunido a 16 formaciones políticas para ver si
ganan al PSOE. El proyecto político de este grupo consiste en presentarse con
16 partidos sumados, y todo para superar al Partido Socialista. Esto viene del
año 1921, de cuando el PSOE se negó a entrar en la órbita de la Internacional
Comunista y unos cuantos disidentes fundaron el Partido Comunista. A los
socialistas se les llamaba “socialtraidores” y otras cosas terribles. Pues
ahora es más o menos lo mismo”.
Sobre Pedro Sánchez, Guerra añade: “En estos
momentos sin duda es el mejor candidato. Yo no le vote en las primarias. No lo
conocía, pero ahora me he dado cuenta de que ha crecido de una manera
extraordinaria y le apoyo claramente”. Yo no he sido nunca guerrista, he sido
siempre socialista sin más, pero agrada leer a un ilustre socialista que piensa
como tú.
Este hombre de Podemos, en dos años ha dicho que era
anticapitalista, comunista, que la izquierda y la derecha no existían, de
arriba y abajo, y nuevamente se contradice presentándose de socialdemócrata.
Todo lo que haga falta, por su ambición de poder y de llegar. ¿Aún tiene que
hacer más barbaridades, para no fiarse de él? ¿Como no nos vamos a reír de su
oportunismo? Sería un socialdemócrata con el manual del Manifiesto Comunista.
Sin embargo, se ha equivocado en la definición, porque si pretendía atraer para
sí a socialistas, no debe saber que en la familia del PSOE -aunque ambos
términos son los mismo- se consideran socialistas y muy pocos socialdemócratas.
Entre los socialistas democráticos el socialismo vende, mas la socialdemocracia
quita más que pone.
En los sondeos, los ciudadanos sitúan al PSOE casi
en el centro ideológico y a Podemos en la extrema izquierda. Susana Díaz ha
dicho: “Es la mayor operación de camuflaje político de la reciente historia de
España”. A Joaquín Almunia, le parece “ridículo y electorero”. Oscar López:
“Los comunistas nunca han sido socialdemócratas y siempre se han caracterizado
por el ataque a esa doctrina y a quien la encarnaba”. En Izquierda Unida con el
pacto aun caliente con los podemistas, ¿no se sienten engañados?
Ahora bien, no produce risa y es sumamente
preocupante, el que los adscritos a Podemos no deciden ni controlan
absolutamente nada. Presumían de democracia interna, pero ¿cuando se ha
debatido internamente este extraño giro ideológico que anuncian? Allí
presuntamente lo único que hay es un pequeño dictador en ciernes, que con el
tiempo pagarán y pagaremos caro.
Monedero de Podemos dice: “El PSOE da pena,
Ciudadanos risa y el PP miedo”. Y vosotros, pena, risa y miedo. Un amigo me ha
dicho: “Pase lo que pase en el país, nosotros socialistas”. Claro que sí. ¡Siempre!
Los socialistas de verdad... no cambiamos de chaqueta.
10.07.2016
Fernando Bolea Rubio
Sindicalista