Sí, el “pesoe” es mucho “pesoe”, y el “soe” como
popularmente se le llama igual. Ahora esta frase se oye mucho, por que será.
Evidentemente, por el resultado de las elecciones del 26-J, dado que el PP ha
sacado 137 diputados; el PSOE 85;
Podemos (PO) 71, en realidad 42, la mitad que los socialistas, porque los demás
son de IU y sus confluencias; Ciudadanos 32. Así, el PP ha conseguido 14
escaños más. El PSOE habiéndose dejado solo104.415 votos, por la rara ley
electoral salió castigado con 5 sillones menos; cuando PO y sus amigos a pesar
de haber perdido 1,2 millones de votos, siguen con 71. Con el asunto del
sorpasso a los socialistas, Podemos se ha quedado colgado de la brocha y dice
que no sabe por qué.
Yo escribí en mayo,
que si no mejoraban el voto rural, el femenino, el de los trabajadores manuales
-sindicalmente más organizados y porque no son de juegos florales- el sorpasso
tendría que esperar y así ha sido. Sin embargo, por todo lo malo que de PO se
ha podido ver en los últimos seis meses, hoy rectifico esa afirmación diciendo
que, esa formación no será líder de la izquierda nunca, jamás. Que de ello todo
el mundo se olvide. Antes tendría que cambiar radicalmente su discurso, dejar
de tener a los electores por gente infantil por sus descabelladas propuestas
(muchos profesores como ellos, de tanto tratar con chicos lo son), actualizar
su programa, dejar de mentir e insultar a los socialistas que es lo único que
saben hacer. En mi opinión, el 26-J fue el punto de inflexión de la burbuja
Podemos.
Por lo tanto, el primer partido de la izquierda española,
tiene un nombre: ¡Partido Socialista Obrero Español! Y el líder de la oposición
otro: ¡Pedro Sánchez Pérez-Castejón! Y si Podemos hubiese querido en su día, el
nuevo presidente del Gobierno se llamaría igual. Lo cual para mucha gente,
hubiera sido lo mejor que a este país le podría haber ocurrido.
Así todo, el infantilismo del jefe de Podemos, Pablo
Manuel Iglesias, llega a tal extremo que en las elecciones del 26-J, como una encuesta
a pie de urna daba por hecho el sorpasso de PO al PSOE; sin tan siquiera esperar
a abrir las urnas, llamó a Pedro desde el más allá. Al momento, los resultados
oficiales no ratificaron las encuestas, dándole por perdedor sobre Sánchez; con
lo que ese impaciente señor, hizo el ridículo más espantoso. Así de
irresponsables son. ¿Qué se puede esperar de un político tan ambicioso y tan
torpe? ¿Eso es de politólogos instruidos como dicen ser o de tontos de remate?
Yo me inclino por lo último.
Para mí, la principal valoración de estas elecciones
es, que aún habiendo ganado Rajoy está con un pie fuera. Su discurso desde el
balcón de la calle Génova fue muy significativo y decepcionante. Empezó
diciendo: “Voy a hacer el discurso más difícil de mi vida”, palabras éstas que
se dicen si se dimite. No lo hizo, mas debió estar muy cerca de hacerlo. El
periodista José Oneto lo vio así: “A pesar del triunfo, Rajoy estaba raro,
distraído no tenía preparado el discurso de la victoria, tenía preparado
mentalmente el discurso de la derrota”. Debió pensar que la alianza de
gobernabilidad (de febrero) PSOE-C´s sería más apoyada, como tuvo que haber
sido y, se tendría que ir. Ésa fue otra oportunidad perdida. Sí pienso que, lo
mejor que debió hacer es irse, ante el panorama que le rodea que por su culpa
no le es nada halagüeño.
En el Partido Popular debieron creer que seguirían
gobernando siempre con mayoría absoluta propia, por eso no hicieron amigos y
hoy nadie quiere pactar con ellos. Cometió un craso error, ya que ahora los
números no dan para tanta mayoría, aunque sí para formar esa suma entre la
derecha. Así que, señores del PP, ¡dejen en paz al PSOE, rogándoles la
abstención! Con C´s alcanzaría 169 apoyos para la investidura de Rajoy, a siete
de la mayoría absoluta, que se conseguiría con los ocho diputados de
Convergencia y los cinco del PNV. Le sobran seis.
¿Cuál es el gran dilema? El que no se sabe, si Rajoy
quiere humillar o gobernar. En el caso de C´s parece que desea doblegarlo, para
hacerle pagar el que le haya plantado cara con la corrupción, por haber pactado
con los socialistas un acuerdo de gobernabilidad en los pasados comicios del 20
de diciembre. En un antipolítico y feísimo gesto, a Sánchez le negó el saludo
delante de la prensa, demostrando su caciquismo gallego más ruin. A día de hoy
esta ninguneando a Rivera, haciéndole el feo de no querer sentarse a negociar,
primero con él. Por ese motivo y porque sabe que le pueden condicionar su
apoyo, a que renuncie a la Presidencia, dando paso a otra persona popular.
Por supuesto, a Rajoy no le habrá gustado el
resultado, querría más. Él no sabe negociar, ni se sabrá conformar con lo que
ha sacado. Que baile sardanas en la intimidad y como viene haciendo, que le
sonría mucho al partido atrapalotodo Podemos, que dice ser un partido de amor.
Quizá allí encuentre el bastón azul que busca.
En la izquierda, los electores han tenido miedo a
Iglesias y a Podemos. Miedo no, terror en muchos casos, generado por ellos
mismos: por no haberse abstenido en la reciente investidura de Sánchez, por sus
propuestas ideológicas diferentes y contradictorias, por su loca política
europea, por sus amistades griegas, por las pensiones, por la inestabilidad
política que generarían, por su política económica, por pensar que iban a desestabilizar
el país cuando ha costado tanto conseguir la democracia que tenemos. Por la
falta de confianza en su líder y la incertidumbre que transmitía, creando
inquietud, duda, sospecha.
Yo creo, que el principal culpable de todo lo
ocurrido en PO es, Pablo Manuel Iglesias, que en su afán de conquistar los
cielos ha asustado al país; sacando en seis meses 1,2 millones de votos menos,
que la suma de Podemos e Izquierda Unida en diciembre. ¿Puede haber un
descalabro electoral mayor? Eso sí, una semana después del fracaso obtenido, el
amigo Pablo se autodesmarcó como causa del mal resultado, para no dimitir.
Alberto Garzón desde el diván del siquiatra, no piensa en nada, solo padece el
fiasco al que ha metido a IU. Cuya alianza con PO solo ha servido, para tapar
los votos que los Iglesias venían perdiendo. Triste balance, colega Alberto.
¿Tú tampoco vas a dimitir?
El susto que Iglesias dio, hizo que el 26-J fueran
al PP votos de todos los partidos. Se ha tenido más miedo a Podemos que al PP.
Iglesias es una cáscara sin nuez. El profesor, Ramón Cotarelo, ha dicho: “La
gente no los quiere”. “En Podemos están escocidos con los resultados y en el
fondo quieren repetir suerte con unas elecciones nuevas”.
De todas maneras, si PO quiere enmendar su culpa de
permitir que gobierne Rajoy en vez de un socialista, aún pueden hacerlo. Pedro
Sánchez con el voto favorable del PSOE, PO, C´s (más los que se quieran sumar),
alcanzaría 188 diputados, 12 más de la mayoría absoluta. Esta cuenta también
vale, pero los emergentes hablan poco de ella. Cuando deberían saber que, si
por ejemplo a los dos años hubiera un voto de censura a Rajoy, éste es el
Gobierno que habría que constituir.
Como es seguro que esa censura se la tendrán que
hacer, entonces para que esperar, cuanto antes
ese Ejecutivo se haga mejor. Seria una prueba determinante de buen
hacer, para la izquierda y las mentes avanzadas. Este Gobierno podría ser de
esperanza, pero para llegar a él, haría falta mucho nivel político cambiando la
maquinación de algunos por conductas políticas de buena fe.
Tal como esta todo, en la oposición va a haber
overbooking de partidos. Allí estarán casi todos, si bien no en la misma
posición política. Sin ninguna duda, el Partido Socialista hará una oposición
de Estado. Para asustar a los niños y a las suegras... otros se encargarán.
8.07.2016
Fernando Bolea Rubio
Sindicalista