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Zaragoza, Aragón, Spain
Sindicalista de UGT Zaragoza entre 1977 a 2006. Periodo en el que fue uno de los refundadores de UGT Zaragoza, Sº de Acción Reivindicativa de UGT Zaragoza, Sº General de UGT en General Motors España, Presidente del Comité de Empresa de GM España, Sº General de UGT Metal Zaragoza, miembro del Comité Confederal de UGT y formó parte del Comité Europeo y Mundial de General Motors .

viernes, 2 de septiembre de 2016

A por un pacto casi de izquierdas



Con Mariano Rajoy y el Partido Popular en el Gobierno, para los demócratas españoles están ocurriendo acontecimientos políticos muy extraños y preocupantes. El último, debido a que el Presidente en funciones se fue ex profeso, descarada e irresponsablemente una semana de vacaciones a Galicia, para desperdiciar tiempo y no sé si para lucir sus chocantes dotes de andarín.

Su vergonzosa jugada ha sido: el que gracias al tiempo perdido, ha podido elegir en su beneficio, las fechas de su investidura y de las elecciones si se tuvieran que repetir. En total complicidad con la Presidenta del Congreso, Ana Pastor; ambos con suma caradura, han elegido el 30 de agosto -ni un día antes ni uno después- para la investidura y, por los plazos legales establecidos, las supuestas elecciones se tendrían que hacer el día de Navidad, el 25 de diciembre. En la fecha familiar por excelencia, con infinidad de personas viajando y fuera de sus domicilios. En concreto, han hecho un traje a la medida y a gusto del candidato.

Todo por un vergonzoso, insultante y antidemocrático motivo; presionar y culpar al PSOE de tener que repetir las elecciones y de votar en un día tan señalado. Dado  que los socialistas han votado “NO” en la primera votación de investidura sin abstenerse como el PP quería, así como en la que hoy se hará; haciendo fracasar la elección de Mariano Rajoy, como nuevo Presidente del Gobierno.

Esta marranería de un Gobierno no cabe en una democracia verdadera, ni ha ocurrido nunca en el mundo. Pero esta gente ¿a dónde nos quiere llevar? ¿a una dictadura disfrazada de democracia? Puede ocurrir. Cuando a los trabajadores les han anulado sus derechos con la reforma laboral, si supuestamente Interior ha dispuesto de policías trabajando para culpar y desprestigiar a partidos concretos, si se trata de eliminar a la oposición como se esta haciendo con los socialistas, puede llegar a pasar lo peor. Pongámonos en guardia.

En los primeros años de la democracia, había gobernado la UCD, el PSOE y su salida del poder fue sumamente correcta. Sin embargo, cuando ganó el PP, una de las dudas que la sociedad tenía era que, debido a su vinculación con el franquismo, podría ocurrir que una vez perdidas las elecciones, no abandonaran el Gobierno. Cuando José Maria Aznar y su gente lo hicieron, más de un español respiró tranquilo; hasta se comentaba que, la Corona valoró ese hecho, como la mejor prueba de que la democracia estaba consolidada, porque los votos servían para llegar al Ejecutivo y para tenerse que ir.  

Sobre Rajoy, el periodista Miguel Ángel Aguilar, ha dicho: “No lo sacarán ni los bomberos”. De otro gallego indeseado, un general decía: Franco, franquito siempre a lo suyito. Otro: Si franquito llega a gobernar no se irá. En la derecha, hay personas que creen que ellos tienen que poseer el Gobierno, por derecho propio. ¿Rajoy es uno de ellos y solo piensa en él? Por lo que hace, no demuestra otra cosa. Permanezcamos muy atentos a lo que en este sentido pueda ocurrir, para combatirlo. De momento, con la manipulación electoral de llegar a Navidad, este Presidente no tiene que continuar al frente del Gobierno.

Por consiguiente, sí Rajoy no es investido hoy, el socialista Pedro Sánchez como líder de la oposición, tendría que reunir a los partidos contrarios al popular sin distinción, para tratar de configurar una alternativa encabezada por él para presidir el Ejecutivo. En el acuerdo a establecer entre los partidos opositores, solo debe fijarse un objetivo: Sacar a la derecha y a Mariano Rajoy de la Moncloa, a cambio de nada, o en función de lo que el sentido común recomiende. Sin líneas rojas, ni vetos soberanistas. Y sabiendo de antemano, que actualmente en el país no es posible hacer un referéndum de autodeterminación; pero en todo caso, asumiendo orgánica y políticamente que los referéndum si se hacen, hay que ganarlos.

En este sentido, Pedro Sánchez, hizo unas relevantes declaraciones a El País, el 19 de julio, al publicar: “Sánchez alude a la necesidad de volver a contar con los soberanistas. Hay que sacar del limbo a los 17 diputados de ERC y de CDC (hoy PDC)”, lo que fue interpretado como que esta dispuesto a intentar forjar una mayoría parlamentaria con los nacionalistas y Podemos, si Rajoy fracasa en su investidura. ERC tiene 9 diputados, Carles Puigdemont 8. Así serían: PSOE 85, Podemos 71, más 17. En total 173, a 3 de la mayoría absoluta. Y aún quedarían los 6 del PNV y los 2 canarios, sin contar que C´s se podría abstener. En consecuencia, si la fruta esta madura, habría una mayoría para investir a Sánchez. Para lo cual, habría que eliminar ambiciones y perjuicios. El PDC y el PNV son partidos de derecha, por lo tanto el pacto sería transversal y no netamente de izquierdas, sino casi de izquierdas.

El dilema es sencillo de resolver. ¿Los españoles y españolas queremos tener un Gobierno, de ya dudosa trayectoria democrática y que sin duda irá a más en su involución? ¿O deseamos tener un Ejecutivo sin incertidumbres democráticas y de confianza de la izquierda, que sufre desde hace cinco años los abusos económicos y de todo tipo de la derecha? Yo lo tengo claro, con un Gobierno como éste no se puede seguir de ninguna manera. Y si es así, solo queda apostar por la unión de los diputados de progreso que serían la mejor esperanza.

Por su firmeza en mantener el voto negativo a Rajoy y no sucumbir como Albert Rivera ha hecho, el socialista Pedro Sánchez se ha ganado el respeto y la consideración de los afiliados, los votantes, la izquierda y de muchos españoles. 2017 debe ser su año. ¡Ánimo Pedro y adelante! 


2.09.2016                                                         Fernando Bolea Rubio
                                                                              Sindicalista