En las elecciones primarias del Partido Socialista
de 21 de mayo, ganó el candidato de la militancia, Pedro Sánchez, con el
resultado espectacular del 50,26% de los votos emitidos, 10,36 puntos más que
Susana Díaz 39,90%. Patxi López obtuvo el 9,84%. En concreto Pedro consiguió lo
que parecía imposible, un 0,52% más, que la suma del resultado de los otros dos
candidatos juntos. Así, Sánchez recibió: 74.805 votos, Díaz 59.392, Patxi López
14.652. La participación fue alta, de los 187.815 militantes socialistas,
votaron el 79,83%. Por lo tanto, Pedro ha vuelto a ser el secretario general
del PSOE, ocupando de nuevo su despacho en la calle Ferraz. Si bien, entre el
16-18 de junio tendrá lugar el 39º Congreso Federal del PSOE, para elegir una
comisión ejecutiva a la medida del viejo-nuevo líder, Pedro Sánchez; así como,
para decidir el programa y la política a seguir.
La hazaña del secretario general ha sido
impresionante. Ha vencido al fuerte “susanismo” andaluz y a la demagogia que
Susana Díaz emplea, al aparato organizativo del partido, a los barones
declarados en pie de guerra contra él, a los Guerra, Bono, Madina, Soraya
Rodríguez, Patxi López, los Carmona de turno, Lambán, Page, Ximo Puig, Javier
Fernández, la gestora; a los tertulianos generalmente decantados en contra
suya; a los manejos de las empresas del Ibex, los capitales ocultos, los
mercados, banqueros sin escrúpulos; al PP, Podemos, C´s, a la derecha con sus
feroces mensajes desestabilizadores; a dos expresidentes del Gobierno; El ABC,
El País, La SER, La Razón, El Mundo, 13tv, Intereconomía, RTVE, al Rojo Vivo de
La Sexta, la televisiva Ana Rosa; al no ser los medios de comunicación
objetivos y disparar siempre, contra la esperanza que nacía.
Sin embargo, ha tenido firmes aliados y defensores
en los afiliados del partido, como con los avales y la votación se ha
demostrado. Y diré más, el comportamiento de los militantes ha sido magistral,
dado que han dejado patente querer al PSOE y estar a la altura que la política
requería; librando en mi opinión, a la socialdemocracia española de un seguro
retroceso que, hubiera sido temible para
las clases media y trabajadora de nuestro país. Pedro Sánchez ha trabajado
mucho, su esfuerzo ha sido abismal, pero la mayoría de los militantes socialistas
hemos estado junto a él, respondiendo bien.
De todas maneras y a pesar de las anunciadas
divisiones y calamidades que, ocurrirían en España y en el partido si Sánchez
ganaba; como en el congreso de junio se podrá ver, en el PSOE no se van a dar
enfrentamientos sin retorno a la amistad, entre los afiliados y casi ninguno
abandonará la organización. Porque los socialistas de verdad, a veces somos muy
apasionados hablando, pero también nos consideramos muy del PSOE, hecho este
que evitará las fatalidades dichas.
Los socialistas -entre ellos muchos sindicalistas de
UGT y CCOO- estamos curtidos en mil batallas y no enfrentamos todos los días a
las injusticias. Por eso, lo ocurrido el 1 de octubre en el comité federal y
tres días antes con la renuncia de 17 miembros de su ejecutiva, obligando a
Pedro a dimitir, son inmoralidades que no se olvidan ni toleran. La frase de
Susana Díaz: “A éste (Pedro Sánchez) lo quiero muerto hoy”, es de tal
desfachatez que insultó a los socialistas y les abrió los ojos para conocer mejor al caballo de la subasta. En su
libro: “Los IDUS de octubre”, Josep Borrell -defensor de Sánchez- explica
perfectamente todo lo que ha ocurrido desde los fracasos electorales y la
pérdida de afiliados desde Zapatero y Rubalcaba -cuando Sánchez y Podemos no
estaban- hasta hoy. Lo mismo que se puede
hacer leyendo este blog, donde desde hace 7 años he venido analizando
cada 15 días a tiempo real, los principales acontecimientos sindicales,
socialistas y de la política ocurridos en España y la Unión Europea.
Según Borrell: “El declive empieza con la gran caída
de 2011 con Rubalcaba como candidato. En el 2011 perdió 4,3 millones de votos,
el 38% de los votos del 2008, y 15,9 puntos porcentuales, del 44% al 28,7%, o
un 34% menos de apoyo electoral relativo. Todo ello supuso la pérdida de 59
diputados”.
Ocultado estos datos con frases tan insípidas como
soy una ganadora y Pedro un perdedor, las falacias no se han impuesto. Al
final, Susana Díaz ha resultado ser una líder de “cartón piedra”, no querida
desde Despeñaperros para arriba y poco más. Para mi es difícil de entender,
como los barones se han equivocado tanto con ella.
Ahora esta señora dice, que no dará la batalla en el
inminente congreso federal dejando libertad para que las agrupaciones locales
lleguen a acuerdos de integración, comenzando por la suya, la de Triana. El
destacado defensor de Sánchez, José Luis Ábalos, da por “finiquitado” el
“susanismo” tras las primarias del PSOE. Sánchez quiere un congreso federal de
unidad de cohesión. Para “El ojo izquierdo” en la SER: “Integrar sí, pero
renovar y limpiar también”.
Susana sigue diciendo que ahora, “lo que toca es
arrimar el hombro y ayudar y apoyar a Pedro Sánchez”, cuando Pedro ganó las
primarias anteriores también dijo lo mismo. El extremeño, Guillermo Fernández Vara ha ofrecido su apoyo
ante su “victoria rotunda”, al tiempo que pedía “generosidad y humildad”. En
Aragón dicen que “todos serán Pedro Sánchez”. ¿Por qué será, que todo esto no
me lo creo?
Para José Félix Tezanos: “El de Sánchez es un
fenómeno sobre el que se escribirán libros”. De momento, según el sondeo de El
Mundo de Sigma dos de mayo: “El PSOE, con Pedro Sánchez, subiría hasta el 28,2%
y estaría a menos de 2 (1,7) puntos de superar al PP”. Que los escépticos... no
lloren más.
26.05.2017 Fernando Bolea Rubio
Sindicalista