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Zaragoza, Aragón, Spain
Sindicalista de UGT Zaragoza entre 1977 a 2006. Periodo en el que fue uno de los refundadores de UGT Zaragoza, Sº de Acción Reivindicativa de UGT Zaragoza, Sº General de UGT en General Motors España, Presidente del Comité de Empresa de GM España, Sº General de UGT Metal Zaragoza, miembro del Comité Confederal de UGT y formó parte del Comité Europeo y Mundial de General Motors .

viernes, 26 de diciembre de 2014

Piedras internas en el camino

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en su carrera hacia la presidencia del Gobierno español, tendrá que sortear grandes piedras en el camino. Pero hay piedras y piedras. La piedra PP, la piedra Podemos, la piedra IU son todas ellas previsibles, si bien difíciles de esquivar. Aun así, las dificultades no se le acaban allí. Ahora tiene  una tremenda piedra en punta más sensible de librar, puesta internamente por la Presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz; al postularse también, casi con total claridad, para ser asimismo candidata socialista en las Elecciones Generales de 2015. En una operación que a mi no me gusta nada, al considerarla más debida a la ambición e interés personal de la aspirante, que por necesidad electoral del partido. 

En un momento de tremenda dificultad, por el previsible ascenso electoral de Podemos, un partido televisivo y como tal hueco, producto de las cadenas privadas para dividir el voto de la izquierda; que esta desbaratando a IU y quiere hacer lo mismo con el PSOE. Y cuando a pesar de ese problema, Pedro Sánchez y el Partido Socialista están mejorando paulatinamente, encuesta a encuesta, sus expectativas en las urnas; lo que requiere, apoyo e ideales colectivos. En el instante que, para darle mayor impulso al hecho socialista, se debe fortalecer la cohesión del partido; se hace todo lo contrario. Abrir una vía de agua interna, posiblemente para que fracase el proyecto Sánchez, al objeto de que quede libre la candidatura, e ir terminando a la vez con la obligación de tener que convocar elecciones primarias que, por lo que se le ha podido observar hasta hoy, a Díaz le gustan poco. No quiero pensar, que todo se hace con el propósito de frenar interesadamente el ascenso que se da en algunas encuestas.

Ella le ha hecho a él un feo desaire, al jugar con ambigüedad sobre su propósito de  tener o no esas máximas aspiraciones a cuatro días de las legislativas, al declarar: “Si pasa el tren ya se verá”. Lo que ha dado pie a titulares de prensa muy jugosos: “Susana Díaz no esconde su ambición de liderar el PSOE”. “Díaz deja en el aire la posibilidad de concurrir a las primarias del PSOE, “ni sí ni no; por tanto, todo es posible”. “Ofensiva de fuego amigo contra Pedro Sánchez”. “Díaz deja en precario a Sánchez tan solo cinco meses después de su designación”, como líder; “El PSOE andaluz elude ahora respaldar al secretario general como candidato”. “Díaz condiciona el apoyo a Sánchez al resultado de las municipales”, “se ha convertido en un líder con fecha de caducidad”, “la cuenta atrás ha empezado y terminará el 24 de mayo de 2015”. 

“En el partido se asienta la idea que el líder deberá asumir los resultados municipales como propios”. Según Heraldo de Aragón: Con reproches, en algunas de las muchas reuniones que la presidenta andaluza ha tenido en las últimas semanas, con importantes nombres del partido, tales como “no tira”, lanza “ocurrencias” sin someterlas a ningún “filtro”, no es “solvente”, “esta destruyendo la esencia del socialismo”.

Se comenta que en la dirección del partido aún no se han recompuesto de la inesperada sacudida interna canalizada por Díaz. El número dos del socialismo andaluz, Juan Cornejo, ha declarado: “Esperamos que se produzca un vuelco. En función de eso, hablaremos el 24 de mayo por la noche o el 25 por la mañana en función de los resultados que se produzcan”. El País: “Se avanza a las claras el rumbo que tomará la federación andaluza si los resultados electorales no son buenos”. Se empieza a decir, que Pedro ha perdido la confianza de José Luis Rodríguez Zapatero, José Blanco y la propia Díaz. Más piedras en pico a estorbar.

Urge pues, preguntar: ¿Para los dirigentes andaluces, cómo deberán ser los resultados para darlos por buenos? ¿Serán tales, si se produce un “vuelco” como dicen esperar? En esas elecciones, un vuelco determinante es, casi imposible que se pueda conseguir; ellos lo saben muy bien, lo mismo que los demás socialistas. Yo no he esperado nunca grandes avances del PSOE, en las elecciones municipales y autonómicas. Para que eso ocurra, hay aún mucho que cambiar en los procedimientos internos y las candidaturas de los ayuntamientos y las comunidades. A esas elecciones no se presenta Pedro, aunque sin duda se notará favorablemente el cambio general que él impulsa. Sí cabe esperar, que se mejoren los malos resultados electorales de 2011 y poco más; dado que prácticamente los candidatos serán los mismos de ese año. Yo vengo considerando solamente que, por los porcentajes ascendentes en las encuestas y el sentir de la gente; encabezando Pedro Sánchez la candidatura, el Partido Socialista podría llegar a ganar las elecciones generales.

Y lo que me parece gravísimo es, que con estas exigencias del sur ¿El PSOE va a tener otra gran crisis interna, una vez superada la anterior en el congreso de 26 de julio de este año, con la elección de Sánchez en sustitución de Rubalcaba? ¿Produciéndose esa posible crisis, dentro de cinco meses, a solo seis de las elecciones generales? Me temo que sí, en el caso de que los militantes y afiliados no lo impidan, dando un apoyo masivo al secretario general. 

Después de las andanadas recibidas, Pedro ha retado a los críticos a que se presenten a las primarias. Diciendo con rotundidad y cierto desafío: “Optaré a ser candidato a la presidencia aunque haya competidores”. Añadiendo: “El compañero o compañera que se considere capacitado para concurrir a ese proceso tendrá libertad de hacerlo”. Según el Periodico de Aragón: “Estas frases han contribuido a que aumente el malestar sevillano”. ¿Susana Díaz pensaba acaso que Pedro Sánchez se retiraría sin más? Ella representa a más del 25% de la afiliación del partido, pero no a toda ella. En mi opinión, Díaz querrá forzar la celebración de un nuevo congreso, en el que se convertiría en la nueva secretaria general y directamente en candidata por aclamación. El País ha publicado: “Pedro confía más en los militantes y en los ciudadanos que en los dirigentes”. Hace muy bien. 

Sin embargo, yo pienso que estos malos hechos tienen una magnifica lectura positiva, que dice mucho a favor del liderazgo y de la consistencia socialista de Pedro Sánchez. Primero, la sospechada tutela de Díaz sobre Sánchez no es tal, no se somete a filtros. Segundo, a los restos del zapaterismo, no les ha gustado que Pedro proponga la modificación del articulo 135 de la Constitución, revolviéndose para ocultar su histórico error. Tercero, a los Felipe González les desagrada que se oponga a “las puertas giratorias” que vergonzosamente utilizan. Cuarto, los usuarios de las tarjetas “black” de Bankia andan molestos por haber sido suspendidos de militancia. Cinco, a los que han gobernado desde el socioliberalismo de la casa, les sabe a cuerno quemado, que el secretario general prometa que derogará la última reforma laboral y con ella aspectos de la zapaterista anterior. Lo mismo que no debe caer bien, que hable siempre de las clases media y trabajadora; ni el que diga que hay que dar un giro a la izquierda, para hacer una política de izquierdas que atraiga al centro. 

Es más, en este análisis no se ha de obviar que hasta puede influir sustancialmente, el que Pedro se oponga rotundamente a un hipotético futuro gobierno de coalición PP-PSOE. Felipe González fue el primero que hizo esa sugerencia, con importantísimos medios de comunicación y grandes empresarios detrás. Felipe habla mucho con Susana, quizá demasiado. ¿Tal vez Susana Díaz es más favorable que Pedro Sánchez, a gobernar con el PP? El día 22, Rajoy recibió a Susana en la Moncloa. Hay amores que matan. Así, ¿quién es la que destruye la esencia del socialismo? 

En mayo escribí un articulo titulado: ¡Susana “for president”! Lo dicho en el mismo puede parecer contradictorio con lo comentado aquí. Pero no lo es, en aquel momento el PSOE no tenía -ni se esperaba- un buen líder y ahora sí. A Susana Díaz se le paso la oportunidad el pasado verano; tal vez vuelva a tener otra, cuando lleve bastón. Un sindicalista me dijo, que esa compañera era una “líder de cartón piedra” y no lo quise creer. Las maniobras sevillanas son tan serias que si continúan -con el complicado contexto político actual-, el PSOE podría llegar a desaparecer. Cuando Antonio Elorza acaba de escribir: “A la democracia española le hace falta el PSOE”. 

A Pedro Sánchez, hay que llevarlo a ver el cuadro “La Campana de Huesca”. ¡Adelante Supersanchez! ¡Socialdemocracia o pobreza! Para visitar al Presidente Rajoy, Susana se vistió de rojo ideología, a pesar de que es el socioliberalismo el que la utiliza y enseña sus garras... con las piedras punzantes. ¡Susana is finished for me!

                
26.12.2014                                      Fernando Bolea Rubio
                                                             Sindicalista

viernes, 12 de diciembre de 2014

El PSOE, la única izquierda posible


La política no es un juego de niños, ni de economistas teóricos sin más. Hay que entrar en el campo de juego, jugando por la banda izquierda y el centro, como sabe hacer el PSOE; resultando un juego de centroizquierda, que para la izquierda será el único ganador. Sin embargo, el acercamiento puntual al centro, para los socialistas no ha de suponer pisar la zona impropia del neoliberalismo; como el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero hizo, con el apoyo del PP, al modificar el articulo 135 de la Constitución, sin tan siquiera un referéndum.

Aquello fue tanto, como que las cuentas públicas tuvieran que dar prioridad al pago de la deuda pública, obligando a las administraciones a cumplir con la estabilidad presupuestaria; dejando en segundo lugar, la necesidad de la financiación del Estado del bienestar: sanidad, educación, pensiones... Dejando renegada también, la posibilidad de hacer políticas expansivas keynesianas, de inversiones del Estado para superar la crisis; como los progresistas hacen y Barack Obama ha hecho en EEUU, dando un buen ejemplo al mundo. En mi artículo: “Crecimiento o desastre”, de agosto de 2011, decía: “Este hombre (Zapatero) no sabe lo que ha hecho. Los diputados socialistas tienen ahora en su mano, la responsabilidad orgánica y política de impedir en el Parlamento (votando no) que esta paranoia ideológica salga adelante, porque en España lo íbamos a pasar muy mal”. Casi todos votaron sí y así ha sido.

No obstante, los males sociales pueden tener remedio si existe voluntad política de enmendarlos. Como en el PSOE ocurre ahora, con la propuesta de su secretario general, Pedro Sánchez, de revocar la reforma del articulo 135 de la Constitución de 2011, para que en el mismo artículo, se vuelva a dar prioridad a los servicios públicos en lugar de al pago de la deuda. Garantizando así, la financiación de la sanidad, la educación y las pensiones; teniendo además, una visión de la estabilidad presupuestaria y del déficit distinta a la de la derecha. Abonando el pago de la deuda pública, porque es “básico para el sostén de nuestro bienestar”, agrega Sánchez. Añadiendo, “no renunciamos al principio de estabilidad presupuestaria, pero la prioridad es defender el Estado del bienestar”. Su reforma implicará incluir en la Constitución, “la suficiente financiación para garantizar las políticas sociales, la educación y la sanidad”.

En definitiva que, el objetivo socialista es “blindar las políticas de bienestar dentro de la Constitución y para ello, aunque se compromete con la estabilidad presupuestaria a la que obliga la UE, quiere compensarla con el blindaje del Estado del bienestar, dentro de la propia Constitución. La reforma que impulsó Zapatero, según Pedro Sánchez, ha servido para que “el PP tenga cobertura legal para recortar en sanidad, educación, pensiones”; a pesar de que la estabilidad presupuestaria total, no debe producirse hasta 2020. Como la periodista, Anabel Díez, dice: “Una votación se anula con otra”.

A raíz de esta propuesta de revocación del 135, algunos comentaristas quieren hacer creer que, todo se debe, a las duras críticas que el Partido Socialista recibe de algunos partidos, como IU y Podemos, por la modificación de ese artículo, en la era Zapatero. Pero no es así. No obedece a la presión de nadie. Porque el 22 de junio, la primera vez que yo oí hablar a Pedro en Zaragoza -en su primer acto de presentación a los afiliados como candidato a las primarias-, ya dijo entonces, que quería blindar el Estado del bienestar en la Constitución. Eso es ni más ni menos lo que intenta hacer, cumpliendo su palabra. Que esta buena iniciativa, le salga bien. La financiación de políticas keynesianas de impulso económico, se podrían hacer con la capacidad del endeudamiento del Estado, siempre que los rescates de la banca con dinero público sean evitados y esta devuelva las cantidades prestadas.

Ahora bien, ¿el PP va a querer hacer hoy la revocación del 135, para ese aseguramiento del bienestar que Sánchez le propone y toda la izquierda desea? Evidentemente, ¡no! Para poder hacer ese cambio se necesitan los votos de los populares, porque la Constitución ha de ser modificada por consenso y ser propia de todos. Si bien con ellos, esa modificación será muy difícil que se haga pronto, por la actual mayoría absoluta del PP y por los pocos meses que quedan de legislatura. Por consiguiente, en las próximas elecciones generales, las urnas tendrían que elegir una aplastante mayoría de diputados de izquierda, para restar fuerza a la derecha y verse forzada a pactar. Para modificar la Constitución (articulo 167), se necesita una mayoría de tres quintos (3/5) de cada una de las Cámaras.

Según la última encuesta de Metroscopia, para el diario El País de 7 de diciembre, el PSOE ganaría las elecciones con un 27,7%, Podemos 25,0%, PP 20,0%, IU 5,6%. Por el impulso de Pedro Sánchez, El PSOE va creciendo. Podemos pierde impulso. El PP parece tener un porcentaje de voto oculto. Con esta trayectoria, en las elecciones generales de noviembre de 2015, según mi opinión: el PSOE podría obtener por encima del 32%, el PP llegaría al 30%, Podemos bajaría al entorno del 20%, quedando IU por encima del 10%. En todo caso, el bipartidismo superaría el 60%.

De todas maneras, sea así o no, el Partido Socialista despunta claramente como el principal partido de centroizquierda español. Siendo el PSOE, la única izquierda posible. Fijemos nuestra atención en él, y en la renovación y el cambio de ideas y políticas que el secretario general, Pedro Sánchez, le hace. El expresidente, José Luis Rodríguez Zapatero, ha dicho: Con la modificación del 135 “me voy a reír mucho”, cuando lo que tenía que hacer es llorar. El PSOE ha acertado con Pedro Sánchez.


               12.12.2014                                            Fernando Bolea Rubio 
                                                                             Sindicalista

viernes, 28 de noviembre de 2014

La política también se aprende

Ahora que parece que todo se quiere echar abajo, con cuatro frases sin más; procede recordar como ha sido la evolución ideológica y política en el país, con sus defectos y aciertos, para evitar lo malo que puede llegar y promover lo mejor. Así diré, que la política bien entendida es aquella que se fundamenta en el buen conocimiento de la misma; para en ella tener capacidad personal, de saber separar los espejismos de lo conveniente. Sin que modelos o propuestas interesadas ajenas, nos lleguen a confundir. La política  es cultura y la política también se aprende. En esa educación, la juventud se tiene que esforzar, dado que el voto de la rabia, crispación, incultura, desesperación, los conducirá seguro a empeorar su estado en vez de mejorarlo. Hasta los votos llevados por la ilusión hay que meditarlos.

A los jóvenes de los setenta, nadie nos había enseñado los entresijos de la política, ni las diferencias de las ideologías. La dictadura lo impedía. Sin embargo, sabíamos muy bien, que por medio de la política era como había que vencer al franquismo y conquistar la libertad. Con complejidades añadidas, porque como en 30 años no se había podido hablar de política, mucha parte de la izquierda llegó a la clandestinidad en 1970, con las ideologías retrasadas de los años de la Segunda Republica y la Guerra Civil Española de 1936-1939. Excepto los socialistas que, sabíamos muy bien, que todo consistía en implantar en España, por medio del reformismo, el mismo nivel democrático que en Francia, Alemania y otras naciones.

Aquí, de las movilizaciones en las calles y las huelgas político-sindicales en las empresas, junto a los socialistas surgieron significados compañeros de todas las tendencias comunistas y anarquistas, con las ideas revolucionarias de antaño. Los cuáles, fueron buenos luchadores antifranquistas y malos orientadores organizativos para asentar la democracia. Había comunistas prosoviéticos, eurocomunistas, maoístas, trotskistas y más, tanto en la política como en el sindicalismo, lo que originó en la izquierda y en la política diferencias sin fin.

¿Quién ordenó aquello? Evidentemente, fueron los socialistas del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en la política, con los sindicalistas socialistas de la Unión General de Trabajadores (UGT), en los debates sindicales y de todo tipo en las empresas. Ambos nos tuvimos que emplear a fondo. Como todo estaba por hacer y la mayoría de los actores aspiraban a gobernar en su día, y a ganar las primeras elecciones sindicales; el populismo y la demagogia imprimió la lucha democrática, hasta que las urnas empezaron a poner orden y a cada uno en su lugar. Finalmente, los socialistas recogieron el fruto de su coherencia y modernidad ideológica, al situarse el PSOE -en las primeras Elecciones Constituyentes de 1977-, a la cabeza de la izquierda y en 1982, llegar a gobernar.

¿Qué hubo que hacer? Ni más ni menos que superar la política ideológica de izquierdas estancada en 1939, situándola en la existente en Europa en aquel momento, 31 años después. Todo fundamentalmente en solo dos años, en el periodo de transición de 1976 a 1978. Por eso, los socialistas de populismos y demagogias contra ellos por parte de los demás saben mucho. Más si cabe, los artífices de aquella época, que vivieron directamente los acontecimientos; en mi caso, siendo desde 1977 uno de los dos liberados sindicales de UGT, en la provincia de Zaragoza.

Pero los jóvenes socialistas no teníamos ni a profesores ni a nadie que nos enseñara. Particularmente, yo mismo fui, con 22 años, el que con la lectura de algunos libros quise saber prontamente si era socialista, comunista, o anarquista; eligiendo el socialismo como la mejor opción, de lo cual no me he arrepentido nunca, ni lo haré jamás. Sí bien desde aquellos años, los jóvenes no suelen preocuparse en la misma medida por las ideologías y la política; siendo mayormente progresistas, pero sin cimientos culturales suficientes para saberse desenvolver. Lo que es trascendental e inquietante, toda vez que pueden llegar a ser manipulables, o personas sin la consistencia suficiente, para vivir sin ser ciegos en este mundo dominable, desigual e ingrato.

En consecuencia, cada joven tendría que estudiar -incluso por su cuenta- para aprender bien el maravilloso arte de la política, integrándose en la ideología que más le agrade. Huyendo siempre, de los que dicen que no son ni de izquierdas ni de derechas, al ser ese el discurso primario de los populismos. Hasta el bienestar del país requiere, que cada voto que se emita en las urnas sea acorde con la política verdadera del momento, sin sobresaltos inviables e innecesarios. 

En los últimos 36 años, desde que en 1978 la Constitución se aprobó -excepto a los formados en la materia-, a los estudiantes no se les ha impartido la cultura política necesaria. Ni con gobiernos de izquierdas ni de derechas. La Universidad ha sido y sigue siendo rudimentaria en este aspecto, porque de política y sindicalismo no enseña lo que debería, como los propios profesores reconocen. Con esta verdadera carencia, tenemos también una parte de la sociedad despolitizada y manipulable, proclive a caer en los predicamentos más extravagantes e irrealizables.


Aparentar lo que no se es 

Actualmente, por ejemplo, en el nuevo partido Podemos (PO) quieren aparentar lo que no son, al objeto de confundir la buena intención juvenil y de las personas menos experimentadas en estas lides, para atraer para sí sus bienintencionados y en muchos casos ingenuos votos. Ante esta evidencia, muchos jóvenes y otras personas desconocedoras de lo que es la política en toda su extensión tendrían que estar muy atentas, para no ser presa de los mensajes electoralistas de su líder, Pablo Iglesias Turrión (su abuelo fue socialista), más los de sus profesores alineados.

Allí todos los jefes son profesores. Al inicio de la democracia, se les llamaba “los niños de la universidad”, cuyos proyectos políticos fueron un autentico fracaso. Yo pienso, que algún trabajador con mono les daría carácter. Y, considero, que a pesar de sus fabulosos expedientes universitarios, sus fundadores están inmersos en las antiguas políticas e ideologías de lo más antaño de las expuestas aquí. A pesar de que tratan de disfrazarlas, con irrealidades de que quieren ocupar el centro del tablero; cuando deben ser leninistas o de otras familias comunistas, en busca de El Dorado que sin trampas en la partida no podrían alcanzar. A mi me parece fantástico que lo sean, las ideologías son lo principal, pero que lo digan sin querer engañar ocultándolo.  

En ellos casi todo es impostura. Su máximo dirigente utiliza descaradamente solo su nombre y primer apellido, tratando de adueñarse de la figura simbólica del fundador del PSOE y de la UGT, Pablo Iglesias Possé. Pues bien, como esta patraña me parece deplorable y al objeto de separar la pureza política de aquel hombre con la engañifa   que se busca;  a este ciudadano, yo le llamaré simplemente Iglesias Turrión (IT). Asimismo, pretende ser una fotocopia de Felipe González, queriendo emular la ilusión y el cambio que él despertó de 1975 en adelante. Que hazaña tan imposible, que gran idiotez. ¡Que sabe él de lo que fue y significó todo aquello!  

En PO dicen que quieren derrotar el régimen del 78. ¡Cuánto cinismo! ¡Que falta de consideración! hacia los luchadores por la democracia, que fueron la inmensa mayoría del pueblo español. En España, la palabra “régimen” debería ser inutilizada en política, dado que el régimen franquista que ellos no conocieron, causó: Una guerra civil con centenares de miles de heridos y muertos, una dictadura de 40 años, encarcelamientos, la pérdida de la libertad, aislamiento internacional, sufrimiento en el pueblo, explotación, hambre y miseria por doquier. El corazón se me encoge y sufre por tanta manipulación y atrevimiento, cuando oigo a IT decir: “Los partidos del régimen del 78...” “Para comenzar el cambio democrático en España...” como si el cambio no se hubiera hecho ya y ellos con toda su cara, fueran a salvar el mundo. Estos tipos, tan maniobreros, por mí: ¡No pasarán!

Mas como del populismo y la inexactitud propagandística con polvos mágicos televisivos, se puede llegar fácilmente en TV a los “reality show” (programas basura), en este caso de debate político, aunque sea atroz. El director de La Sexta, Antonio García Ferreras, ha declarado: “Los otros políticos aburren, pero los de Podemos son audaces”. Pues usted quédese con ellos y con sus programas demagógicos de confusión política y de caza de audiencia, que yo no veré. Únicamente le diría: ¡La política es más sería que usted! Hoy, algunos simpatizantes de PO van de valientes por la vida. Pero, ¿son más valientes que ignorantes... o al revés? El director de ELPLURAL.COM, Enric Sopena, ha escrito: "¿A que juega Pablo? ¿A hundir todavía más este país? ¡Cuidado con él!"

El socialismo ha enderezado la política española hacia el sentido común muchas veces. Y, aunque le cueste, lo volverá a hacer. Así, será.

               
28.11.2014                                                                             Fernando Bolea Rubio
                                                                                      Sindicalista

viernes, 14 de noviembre de 2014

Confianza en la sensatez


Con el resultado de dos encuestas han surgido serías inquietudes.  La de Metroscopia -02.11.2014- para el diario El País y la del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) -05.11.2014-; en las que  Podemos (PO), supera en estimación directa de voto al Partido Popular (PP) y al Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Todo es debido a la desconfianza mayoritaria que la población tiene en la nueva formación PO.

En el primer sondeo -previo cocinado del voto directo-, en el resultado estimado de voto válido, la lista que lidera Pablo Iglesias sería la más votada, con un 27,7%, el PSOE obtendría un 26,2%, PP 20,7%, Izquierda Unida (IU) 3,8%. En el segundo, por sal en exceso, el PP ganaría con un 27,6%, el PSOE alcanzaría el 23,9%, PO 22,5%, IU 4,8%. Siendo la madre de todas las encuestas, la realizada por la Fundación Sistema, cuyo Presidente es Alfonso Guerra, muy salado él también, donde el PSOE sacaría 10 puntos a PO y al PP, al situarse  el PSOE con un 31%, PO 21%, PP 20%, IU 8%.

Lo que voy a decir, puede parecer arriesgado aventurarlo, pero pienso que esa última encuesta es la que más se acercará a la realidad. Porque yo confío, a más no poder, en la sensatez de los votantes, siempre que el nuevo PSOE de Pedro Sánchez, les presente un programa con claros rasgos de izquierda que no inquieten al centro, pero volcado al lado del corazón. Un abogado que yo creía conservador, me ha dicho: “A mí como no me gustan los extremos, he votado siempre al PSOE y votaré al mismo”. Varios amigos comentan: “Ahora se habla mucho de PO, es la expresión de la indignación, pero a la hora de la verdad, en el momento de echar el voto en la urna, las cosas se verán de otra manera”. 

Además, lo que el Partido Socialista tiene que hacer es muy sencillo: Generar confianza en la gente, atajar con mano dura la corrupción que esta anieblando el país, defender con firmeza el Estado del bienestar, restablecer justicia social en el mundo del trabajo, atajar el paro con todas las medidas a su alcance, hacer que la juventud tenga esperanza y futuro, cuidar de los mayores con el cariño y las pensiones que se merecen, amparar con las medidas sociales necesarias a la población más necesitada, atención a la infancia, decir siempre la verdad aunque no guste.

Lo que el partido tiene electoralmente enfrente es también fácil de batir. El PP, con su líder Mariano Rajoy, al que en su partido lo quieren jubilar, al haber movimientos internos de oposición, para que no encabece la próxima candidatura a la Presidencia del Gobierno. Rajoy es un político quemado e inservible para la derecha de cara al futuro. Ha llevado a cabo, la revolución conservadora que se denunció aquí, dejando a los trabajadores sin protección, el bienestar de la sociedad tambaleante, recortando derechos y servicios públicos. Y, claro, como todo crimen tiene su castigo, el de este señor será no repetir en las listas, o si lo hace recibir un sonado castigo en las urnas. Será justo, dado que ha empobrecido a los españoles, hundido a la juventud, hay niños y mayores que pasan hambre, ha conducido la economía por el camino equivocado de la austeridad, sin estímulos públicos de crecimiento, ha endeudado el país a extremos incalificables.

Sólo en la Comunidad Autónoma de Aragón, la deuda pública asciende a 6.131 millones, el 19% del PIB aragonés; desde que él gobierna, junto a la Presidenta popular del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, el endeudamiento se ha duplicado al pasar de 3.403 millones a la cantidad actual, a razón de casi 1.000 millones más al año. ¿Quién los pagará? ¿Se puede continuar mucho tiempo así?

A los líderes de Podemos los ha calificado muy bien el escritor y poeta, Caballero Bonald, al decir a Pepa Bueno en la SER: Son unos “profesores pedantes”. Que más se puede añadir después de esto, que en dos palabras lo dice todo. Sobre “pedante”, el diccionario detalla: “Dícese de la persona engreída, que hace ostentación y alarde de su erudición”. Engreído: “Persona que esta demasiado convencida de su valía”. Recientemente, un amigo me dijo: “¡Es que son profesores!”. Y qué... le contesté. Y yo sindicalista. Y en verdad te digo, que te puedo presentar a trabajadores y a sindicalistas que en un debate, les darían cien vueltas. Es patético ver a uno de sus celebres, Juan Carlos Monedero, queriendo imitar sin gracia ni sabiduría, al histórico y gran exalcalde socialista de Madrid, Enrique Tierno Galván; cantando por un micrófono sin vergüenza, porque aspira a ser alcalde de esa gran ciudad. Que atrevida es la ignorancia.

PO es más que otro cosa producto de dos TV privadas, Cuatro y La Sexta, junto al fracasado periódico digital, Público, que ahora no es atrayente leer. Sí he detectado que los telespectadores se empiezan a cansar, de tanta presencia de PO en las TV citadas y las dejan de ver. Otro amigo ha escrito en Facebook: “Entre todos estamos alimentando una fiera”. Estoy de acuerdo con él. IU ya va diciendo: “No pactaremos con ellos disolviendo las siglas”. Menos mal. Les esta entrando la cordura. El diputado de IU por Málaga, Alberto Garzón, acérrimo partidario de converger con PO, acaba de declarar: “Se puede estar construyendo un gigante con los pies de barro”. Añadiendo: La estrategia de Podemos es “ambigua y populista”. Yo tengo la impresión, de que a partir de ahora PO bajará e IU subirá, si siguen siendo ellos mismos.

Con el resultado de las encuestas expuestas, en el momento de formar el Ejecutivo se podrían dar varios escenarios. Gobierno PP más UPyD, catalanes y vascos. Gobierno PP-PO (tipo pinza Julio Anguita en el pasado), dado que podríamos llegar a ver de todo. PSOE-PO, si los segundos dejaran el populismo. Gobierno PSOE, con vascos y catalanes. Gobierno del PSOE en minoría. Gobierno PSOE-IU, el ideal para mí. Nunca un Gobierno de Gran Coalición PSOE-PP, como en Alemania, aunque sí acuerdos puntuales entre ellos y de Estado como ahora se hace y que es necesario hacer. Asimismo, puede ocurrir, que estalle la burbuja populista de golpe y gane PO, con lo que habría nuevas Elecciones Legislativas un año después, por su desconocimiento de la política real y los rancios sistemas asamblearios para gobernar. De todas formas, con la dispersión electoral existente, podría haber instituciones que no se pudieran formar, llegando a pasar en ayuntamientos pequeños y grandes, en Comunidades Autónomas y hasta en el Gobierno Central.

Sin embargo, este tablero de ajedrez gubernativo no nos debe preocupar en exceso. Porque tal como va subiendo, el PSOE superará el 30% de votos, quedando así por encima del PP y de los demás partidos, tal como el sondeo de la Fundación Sistema indica. Como dice Pedro Sánchez: “El buen gobierno llegará de la mano de los socialistas con el PP en la oposición”.Yo lo creo. Mi confianza en el pueblo español si el Partido Socialista se porta bien con él, me hace pensar hoy, que el próximo Presidente del Gobierno español será socialista. 

14.11.2014                                                                                      Fernando Bolea Rubio
                                                        Sindicalista

viernes, 31 de octubre de 2014

Cataluña, la política sin fin

La posible separación de Cataluña del Estado español esta causando una gran preocupación en el país. Si llegara a ocurrir sería un autentico desastre político, económico, social para Cataluña y para España. En mi opinión, las personas que no lo entiendan así están desinformadas y sumamente equivocadas; por lo que yo les recomendaría, que mediten con detenimiento lo que podría suponer. Sabiendo de antemano, que la izquierda y el movimiento obrero-sindical es internacionalista. Lo mismo que el deseo separatista de allí, ha sido siempre propio de la burguesía catalana y de nadie más.

Consecuentemente, ¿para qué tanto apoyo de las clases populares a este acontecimiento? Lo hacen porque entienden que sería beneficioso para sus intereses, sin pensar seguramente en la evolución negativa empresarial y para el empleo que podría tener. El aislamiento de la Unión Europea si se llegara a dar, les llevaría a un considerable retraso. Y, por descontado, las clases media y trabajadora sufrirían las  peores consecuencias. De modo que sensatez, por favor. 

Lo cierto es, que el país se encuentra en una situación bastante delicada, por la ofensiva separatista del Presidente de la Generalidad de Cataluña, Artur Mas, junto con su partido Convergencia Democrática de Cataluña (CDC); con el principal apoyo, de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y su presidente, Oriol Junqueras. A buenos analistas les he oído decir, que el problema catalán lo veían tan grave que para ellos no tenía solución, dando a Cataluña por perdida sin remedio. Hasta he escuchado comentar inquietudes bélicas que se podrían producir, recordando las guerras yugoslavas de 1991 a 2001. Un amigo me manifestó, que se vayan, que se vayan ya, porque tengo un hijo de 18 años y no quiero que su vida llegue a correr peligro. Lo dicho puede parecer exagerado, pero son inquietudes de lo que por el problema catalán la gente llega a tener en la actual circunstancia.

Sin embargo, los catalanes no son los únicos culpables de este ilógico desaguisado. Todo obedece a la falta de acuerdos entre los gobiernos catalán y central, así como por el nulo liderazgo y poca resolución del Presidente Mariano Rajoy. Sin dejar de censurar el interés electoral del Partido Popular, porque haciéndose fuerte en el anticatalanismo existente, ganan votos en el resto del país. Aunque por su irresponsabilidad política, la nación española se pueda llegar a empequeñecer. La culpa de lo que acontece la pueden tener al 50% los separatistas catalanes y los separadores madrileños, al no parar estos de ensuciar en vez de limpiar las relaciones con aquellos.     

Hace años un viejo amigo socialista me dijo: “Yo soy autonomista en la medida que lo es mi partido”. Hoy yo puedo decir lo mismo, en relación a la posición con Cataluña del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en su ámbito federal, cuya aportación al Estado de las Autonomías español la refleja bien. Si bien defiero de las tesis que viene defendiendo el Partit dels Socialistes (PSC); como el derecho a decidir en el marco de la legalidad, cuando para el profesor Bernardo Bayona Aznar: “La secesión no es un derecho”. El segundo partido esta integrado orgánicamente en el primero. Pero  dispone de una corriente interna excesivamente nacionalista, que duda y se desvía de lo que es y debe ser la filosofía del buen socialismo. Entendido este, como método y compromiso de unión con todos los habitantes más desfavorecidos de la tierra, sin ver fronteras divisionarias. Ni pretender tener más privilegios que los demás españoles, por el hecho de vivir en un lugar diferente sea este más o menos solvente.  

Lo primero a puntualizar es, que los impuestos los pagan los ciudadanos no los territorios. Es decir, que si todas las personas aportan las mismas tasas, han de recibir del Estado iguales servicios. Por lo que no cabe pregonar en voz en grito: “España nos roba”, como los independentistas catalanes hacen para calentar el ambiente separatista. Dado que es insolidario y de mentes exclusivitas repetir la canción: “Cataluña aporta a España más que lo que recibe”. Y si es así ¿qué? Deben pedir más al Gobierno central, si lo percibido en los presupuestos no es suficiente para atender las necesidades sociales, al mismo nivel que en el resto de los territorios. Claro es, llevar como cerilla de agitación exclusivamente la aportación del territorio es antipolítico y antisocial. Lo mismo podrían argumentar tres comunidades más y no lo hacen.

El nacionalismo es una política que no tiene fin. Siendo ese un defecto insalvable.  Queremos la autonomía, téngala usted. Y se tendrían que disolver, pero no. Ahora deseamos la independencia y en caso de lograrse, después Barcelona aspiraría a ser primero autónoma y posteriormente independiente de Gerona o de quien sea menester. Al igual que en establecimientos de Barcelona, no hay anís La Castellana por sus rivalidades con Madrid. Los de Huesca, agradecieron comercialmente que la cerveza La Zaragozana se llamara solo Ámbar, por piques con Zaragoza. Se acabaría diciendo esa montaña es mía. Al menos he conseguido tener la piedra que en su día tropecé.  

CIU y ERC están jugando con fuego, al hacer saltar de pronto la fiebre del independentismo, manipulado con lo que llaman el derecho a decidir por medio de un referéndum, que ha sido prohibido por el Estado por anticonstitucional, lo cual Artur Mas respeta y obedece. De todas formas, los independentistas están llevando el conflicto demasiado lejos. Llegar a plantear que se quieren ir de España es demasiado arriesgado y chulesco. Si tienen diferencias la negociación es la vía de solución. Con exabruptos y metas irrealizables no avanzarán. En Aragón también  podríamos  plantear la secesión, si por ejemplo el Gobierno Central no financia la reapertura del ferrocarril de Canfranc para pasar a Francia. Esto sería descabellado y en Aragón nunca se hará, entre otros motivos, porque sus habitantes están orgullosos y encantados de ser aragoneses y españoles en la misma proporción. 

Si la autodeterminación de Cataluña se llegará a plasmar, la Comunidad de Aragón al quedar limítrofe con el nuevo país independiente, obtendría ventajas que hoy no tiene. Se construiría su demandada Travesía Central, para conectar directamente por ferrocarril España con Francia, dando salida a las mercancías del Corredor del Mediterráneo y al tráfico de personas. Un estudio de la Societat Catalana contempla: “El efecto frontera y la deslocalización afectarían gravemente a su economía y tendría un fuerte impacto en el crecimiento, el empleo, las finanzas públicas y el sistema bancario. Los flujos comerciales de Cataluña con el resto de España se contraerían un 45%”. 

Este informe -que pretende dar la réplica a las favorables afirmaciones separatistas que hace la llamada Assemblea Nacional Catalana- puntualiza, que “el 16% de los catalanes perderían su empleo” por la secesión. Un 75% sería por el efecto frontera y el 25% restante sería por la caída de las inversiones, aseguran. El informe deja claro que “Aragón es el primer cliente catalán, con compras por 11.500 millones al año, seguido de Francia a la que Cataluña vende 9.800 millones”. Ciertamente, parte de las salidas económicas de la separación recaerían en Aragón, beneficiándose en materia de empleo y desarrollo inversor. Pero aún así, yo prefiero y deseo la continuidad de Cataluña dentro de España. Y, me opondré, a todas las corrientes que la quieran fragmentar.

No obstante hay que desdramatizar. Me da la sensación, de que en el fondo la apuesta no va en serio. Llegando a pensar, de que solo se trata de movilizaciones reivindicativas de protesta, como si fuese una huelga, para sentarse con mayor fuerza en la mesa de negociación con el Estado cuando llegue el momento, que sin duda llegará. Únicamente así, entendería la posición de los sindicatos catalanes defendiendo el derecho a decidir, haciéndole el juego al independentismo.

No hay que obviar, que con el montaje secesionista CIU y el Ejecutivo catalán tratan de tapar otras vergüenzas, como son su fracaso en política económica, los recortes antisociales que como buen partido conservador realiza. La eliminación de servicios sanitarios, las carencias en educación. La pobreza y la falta de medidas sociales para paliarla. El paro y la marginación a la que se somete a la clase trabajadora.  

Al juego separatista, hay que quitarle todo lo que tiene de efecto electoralita para CIU, ERC, PP. Si Artur Mas y Oriol Junqueras son tan independentistas, ¿a que diablos es debido, el que no se pongan de acuerdo para hacer una candidatura conjunta e ir a las elecciones autonómicas plebiscitarias, que vienen asegurando que les darían la cobertura necesaria para declarar la independencia por si mismos, si obtenían mayoría absoluta? La causa es que los dos quieren encabezar esa hipotética candidatura unitaria, para seguidamente postularse como Presidente de Cataluña, el que sea el primero del escalafón. Por tanto, ¿qué ocurre? ¿Qué les importa más su ambición personal, que la propia independencia de Cataluña, que tanto dicen amar? En fin, todo podría ser una gracia del Club de la Comedia, si la desfachatez de estos dos personajes no fuera tan seria.

De todas formas, la relación elecciones plebiscitarias y acceso directo a la independencia, tal como se asegura; hasta en mí ha producido alguna inquietud. Ahora bien, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, aclaró mis dudas al declarar: “Vamos a ir a unas elecciones que serán otro engaño. Las llaman plebiscitarias, pero yo no sé lo que es eso. Sé lo que son unas elecciones generales o municipales. Las plebiscitarias no salen en la Constitución, ni en el Estatuto, ni en la ley Electoral. No es verdad que seremos independientes. Se puede intentar una declaración unilateral, pero al día siguiente sería suspendida y ningún país reconocería a Cataluña. Las elecciones plebiscitarias son un intento de tapar un fracaso”. Gracias Miquel.

A pesar de todo, yo vengo considerando que a Artur Mas hay que ayudarle dándole una salida. Él tiene sobrados motivos para quejarse, a consecuencia de la impugnación constitucional que el Partido Popular -con Mariano Rajoy a la cabeza- hicieron del Estatuto de Cataluña, una vez ratificado en referéndum por la población catalana. Eso no se hace y menos habiendo más autonomías en iguales circunstancias (como la valenciana), a las que no se les hizo la misma objeción. Eso estuvo fatal y ahora se pagan en gran medida las consecuencias. Para salir de este galimatías, en Cataluña hay que aplicar una política de Estado, porque España y Cataluña merecen que se haga así. El PSC está dispuesto a asumir el coste político de apoyar a Mas. Esto para mí supone un gran avance. 

¿Qué va a pasar? Nada. Algo tan espectacular y sin efecto como será ver -si se hace- el 9 de noviembre votar a mucha gente en cajas de cartón, en una votación sucedánea, como se intuyó que ocurriría. Y según sea el resultado de participación, se tensarán  más o menos los arcos para empezar la siguiente contienda electoral; porque la misma será inevitable, si continúa la actual alianza entre CIU y ERC. Quedando todo en papel mojado, porque se seguirá mareando la perdiz, con declaraciones fastuosas y hechos anticonstitucionales que no llevaran a ningún sitio, aunque incrementarán el malestar ciudadano de dentro y fuera de Cataluña. Sería como volver a ver girar la rueda de la ruleta, con la bola parando siempre donde no hay premio.

¿Cómo puede acabar? CIU ha de optar por gobernar con el apoyo de ERC, o por medio del soporte que le prestaría el PSC dejando de hacer un tipo de oposición concreta. Con esta última alternativa, CIU podría acabar la legislatura gobernado hasta 2016, evitando elecciones prematuras. Con lo que podría haber dos años para acordar con el Estado una solución definitiva, modificando la Constitución en lo que proceda y el consenso permita, tal como Pedro Sánchez y el PSOE plantean.

El Problema de Cataluña es que tiene malos políticos y malas políticas. Pero la queremos tal como es y no es por un interés economicista, sino porque a los españoles el corazón nos late así.


31.10.2014                                   Fernando Bolea Rubio
                                                             Sindicalista

viernes, 17 de octubre de 2014

Pobreza laboral y trabajo decente

En tres años de Mariano Rajoy, se ha hecho realidad y popular la frase “pobres con empleo”, que oí pronunciar por primera vez a un sindicalista aragonés. Son necesitados con trabajo: Sobre todo los jóvenes, muchísimos mayores, así como una elevadísima parte de las trabajadoras y trabajadores españoles debido a los recortes salariales que sufren. Como resultado del calamitoso contexto laboral en que la crisis y el Partido Popular han dejado el país.

Así, este excesivo e injusto retroceso, debería ser tenido como un vergonzoso castigo para el mundo del trabajo, reaccionando éste en consecuencia. La presidenta de honor de ATTAC, Susan George, acaba de asegurar: “Los españoles son ratas de laboratorio: a ver cuánto castigo toleran sin rebelarse”. En agosto de 2012, yo ya escribí aquí que podríamos ser un campo de pruebas del capital gobernante, en su contienda de ir desmontando el Estado del bienestar en la Unión Europea.

Sonrojo, pena, enfado, me producen estas abusivas calamidades que sufren tantísimos asalariados. Con padres que dicen: ¿Para que he luchado yo, si principalmente lo hicimos para que nuestros hijos vivieran mejor que nosotros y están teniendo empleos esclavistas? Es verdad, a los jóvenes los han convertido en simples autómatas del trabajo, quitándoles por su inseguridad contractual... hasta la dignidad de protestar. Únicamente les queda emigrar o mendigar un trabajo y hasta en él. De modo, que esto se tiene que acabar, sin pérdida de tiempo.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, dice: “Deberíamos afrontar juntos el problema del trabajo, es necesaria una gran coalición entre el Gobierno, las empresas y los sindicatos”. A mí me parece muy bien, porque toda la vida he creído como mi sindicato UGT, que el diálogo y la negociación son la mejor solución. Aún sabiendo que, a muchos empresarios españoles les cuesta aceptar lo nuevo y la realidad de los tiempos, dado que no entienden que los sindicalistas también queramos a las empresas. Si bien deseamos, que sean seguras y justas para los trabajadores.

El primer ministro francés, Manuel Valls, ha dicho: “Amo a las empresas”. Lo mismo podría decir yo, al igual que cualquier buen sindicalista, siempre que la organización del trabajo, la estabilidad laboral, los salarios, sean acordes con la aportación que los trabajadores hacen. ¿Qué no hay empresas así? Ya lo creo que las hay. A las que no han llegado a tanto, hay que hacerlas rápidamente tan humanitarias como productivas. El procedimiento de puesta en práctica podría ser, por medio de esa gran coalición que con acierto Pedro propone. El empleo se crea en las empresas, ¿cómo los sindicalistas no las vamos a querer?

El nuevo ministro de Economía francés, Emmanuel Macron -al que sus oponentes llaman “social-liberal” y “socialdemócrata”, vaya contradicción- afirma: “Hay que repensar uno de los principios de la izquierda, según el cual la empresa es el lugar de la lucha de clases”. Hoy, sin duda, voy a parecer algo afrancesado y flojo en la contienda empresarial; pero en este caso, yo estoy de acuerdo con él. En mi ideario sindical, hace mucho que opte por cambiar el Sistema de Confrontación por el que yo llamo de Participación Compensada de los Trabajadores en la Empresa. Considerando, que las partes económica y social de las firmas han de unir y superar sus diferencias, con el criterio  “gana-gana” en “zonas de interés compartido”, por medio de relaciones laborales de mayor consenso y confianza y menor conflictividad laboral.

Estas ideas, se podrían añadir a la solución del problema del trabajo, que el secretario general socialista propone, al aumentar la competitividad y la rentabilidad empresarial; a la vez que el empleo, las mejoras salariales y de condiciones, la estabilidad laboral de las personas. Por lo que voy observando, la implantación mayoritaria de esta nueva cultura empresarial y sindical, tiene todavía mucho recorrido por hacer. No cabe duda, de que la gubernamental reforma laboral de 2012 (de la que el Presidente Rajoy tanto presume cuando viaja), ha paralizado sobremanera y muy negativamente los avances que anteriormente había en este sentido. Cabe hasta decir que, por culpa de ella, se ha producido un lamentable retroceso, de la que debe ser la auténtica modernización de las empresas y del sindicalismo español.

De otra parte, los ciegos mentores de la teoría de reducir los salarios españoles para ganar competitividad exportadora; por fin, se dan cuenta de su error, al comprobar que han arrinconado la demanda interna. Defendiendo ahora la Organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE), que los sueldos españoles empiecen a mejorar tras años de recortes como forma de fortalecer el consumo y la recuperación. Siendo de la misma opinión, la Organización Internacional del Trabajo (OIT); después de que en agosto de 2013, recomendó “bajar los sueldos españoles hasta el 10% en dos años, para crear empleo”. En todo caso, el director general de esta última, Guy Ryder, hoy indica: “No creo que sirva para nada bajar más los salarios en España”. Así pues, la realidad y la coherencia se empiezan a imponer. Razones estas que como una lámpara, iluminarán las mesas de negociación.

Al Secretario General de MCA-UGT, Carlos Romero, le he oído decir en Zaragoza que, la recuperación está lejos y que no habrá recuperación hasta que no haya recuperación en el empleo. Que el “empleo no se crea con subvenciones, se crea con demanda”, por eso es necesario mejorar el empleo y los salarios. Afirmó categóricamente, que es el “momento de subir los salarios” un dígito más, sector por sector y empresa por empresa (la subida salarial media esta en torno al 0,55%, por debajo del 0,6% recomendado). Alegó, que es el momento de vincular el salario a la productividad, no al IPC real, en parte por su tendencia negativa; sólo por eso y coyunturalmente, a mí me parece bien. Razonó, que la industria tiene que recuperar el poder que tenía, alcanzando inicialmente un 20% del PIB en 2020. Demandando socialmente, el reconocimiento del papel de los sindicatos en la sociedad, más la defensa del hecho sindical en la Constitución. Todo perfecto y así se lo dije.

Actualmente, los sindicatos y la patronal están negociando un nuevo acuerdo para el empleo y la negociación colectiva y en el horizonte se ha fijado la idea de poner fin al ajuste salarial. UGT, CCOO y CEOE se han sentado en la mesa, con la idea de que a partir del 2015, los convenios colectivos deberán reflejar el fin de la recesión y recoger incrementos en las retribuciones. Pactándose estas, en cada uno de los sectores y empresas en función de la recuperación de la actividad. Lo que me parece magnifico.

Sin embargo, continuamente acechan los malos pensamientos patronales interesados. Ya han saltado voces como la del socio de Cuatrecasas, Salvador del Rey Guanter, que quieren cambiar la estructura del salario, al declarar: “En España el problema ha sido que teníamos un tanto por cien de salario fijo muy alto comparado con el variable -en función del rendimiento y objetivos- que era demasiado escaso. Ahora esperamos que con la reforma laboral, podamos tener un nivel de variabilidad en los salarios mayor al que teníamos antes”.

Por lo anterior y lo que he oído comentar a empresarios, mucho me temo que en algunas negociaciones, la estrella del momento sea el salario variable en detrimento del fijo y seguro, que querrá introducir la parte empresarial. Hasta puede ocurrir, que se proponga que todo el incremento sea variable, lo que no se ha de admitir nunca. El variable, ha de estar ligado a objetivos de participación de la plantilla en mejora de la calidad, de sugerencias, de ahorro del despilfarro; pero en una pequeña parte y con la idea de subir más de lo habitual los incrementos. Por ejemplo, si la reivindicación sindical de 2015 fuera de un 1,5%, perfectamente se puede acordar un 1% más como incremento variable (1,5+1=2,5% en total), como consecuencia de los objetivos obtenidos por la colaboración. En un artículo de abril, incidí en esta cuestión.

Así todo, yo pienso que la fundamental idea sindical tendría que ser, pelear con mucho tesón por la recuperación del poder adquisitivo perdido, en el menor tiempo posible. En eso, el sindicalismo alemán esta dando un buen ejemplo. Los salarios reales en Alemania subieron entre abril y junio de este año un 1,2% en términos interanuales, al incrementarse los salarios nominales un 2,3% mientras la inflación avanzo un 1,1%. Sin embargo, como su planteamiento sindical a día de hoy es también la recuperación de lo devaluado. En julio de 2014, el sindicato IG Metall solicito un incremento salarial del 5% -con  manifestaciones en la calle y carteles alusivos al número que me hicieron recordar sus históricas demandas por las 35 horas-, porque en los últimos años los salarios se les han quedado desfasados en relación al coste de la vida. En esto los sindicatos tienen un buen aliado, el Bundesbank. Aquí, no esperemos lo mismo del Banco de España.

La OCDE calcula que en España las reducciones salariales durante la crisis han sido de alrededor de un 2% anual. Solo con una caída del 10% de manera general y bastante más en muchos casos, ¿cuántos años se tardarán en recuperar el poder de compra perdido? A un 2% por año serían cinco hasta el 2020 y con menos cuantía se podría llegar al 2025. De ser así, habrá que recorrer antes la carrera, porque la clase trabajadora española no debe soportar una década más, las penurias salariales y de inestabilidad laboral del presente.   

En resumen: acción, cautela con el variable y recuperación del honor salarial, en la reconquista del trabajo decente.


17.10.2014                                              Fernando Bolea Rubio
                                                             Sindicalista